• En el asentamiento humano Nuevo Pachacútec, varias personas registraron mareos, dolor de garganta y diarreas por más de tres semanas.

 

Vecinos del asentamiento humano Nuevo Pachacútec, ubicado al frente de la playa Bahía Blanca, en Ventanilla, denunciaron los problemas de salud que presentaron por varios días, luego del derrame ocurrido el pasado 15 de enero en la refinería La Pampilla, a cargo de la empresa Repsol.

En una nota de Wayka, Jovani Rosales López, quien se dedicaba a la pesca artesanal, contó cómo es que sus familiares y vecinos sufrieron de mareos, dolor de garganta y diarreas por más de tres semanas. Según el Ministerio de Salud (Minsa), no existe ninguna persona afectada por la exposición de hidrocarburos, pese a que existen poblaciones asentadas en las 46 playas contaminadas por el vertimiento del crudo.

Rosales contó que el día del derrame se organizaba un campeonato deportivo que fue interrumpido por el fuerte olor a hidrocarburo. Tanto él como sus vecinos tuvieron que trasladarse a una zona alejada de sus casas, donde el olor ya no se percibía.

“No podíamos hablar, nos ahogábamos con la tos. Nosotros pensábamos que teníamos covid, fuimos a sacarnos exámenes, pero salimos negativo. Así estuvimos como un mes […] Todos los que vivimos por acá sentimos eso. Salíamos a preguntar cómo estábamos y todos decían lo mismo. Eran los síntomas de todos”, cuenta el pescador, quien también se vio afectado en su trabajo, pasando de ganar 100 soles diarios por la venta de 15 a 20 kilos de pescado, a realizar otras actividades.

Según la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades, del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, los síntomas por exposición al hidrocarburo por varias horas suelen producir fatiga, dolor de cabeza, náusea, adormecimiento, dificultad para respirar, neumonía, irritación de la garganta y el estómago, incluso, daños al sistema nervioso central cuando se da por periodos prolongados.

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El pescador artesanal Alejandro Huaroto, miembro de la Asociación de Pescadores Fundadores Armadores Artesanales de la Playa Bahía Blanca (ASPEFAEA), también contó a Wayka que tres personas se encuentran graves de salud, luego del derrame de petróleo en el mar de Ventanilla.

“Lamentablemente ahora hay 3 personas de la asociación que se encuentran gravísimos de salud. Presentaron problemas respiratorios, luego de que inhalaron los vapores del hidrocarburo, pero en la posta dijeron que era Covid. A todos los que íbamos con problemas pulmonares nos decían que era Covid”, indicó Huaroto.

Pese a lo relatado por los vecinos de esta zona de Ventanilla, la Dirección Regional de Salud (DIRESA) del Callao indica que “no se tienen casos o atenciones asociadas a la exposición a hidrocarburos en los establecimientos de salud de las jurisdicciones afectadas por el derrame de petróleo” hasta el 4 de marzo.

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Para Fernando Osores, un exasesor ministerial del Ministerio de Salud, especialista en materia de metales pesados, “se debió tomar el antecedente epidemiológico que dé cuenta de la situación de la exposición al derrame, la historia clínica y el apoyo laboratorial que muestre la presencia de metales pesados en las personas”, pero esta acción no fue realizada por la Diresa.

“Por ejemplo, si estamos haciendo un tamizaje de cáncer de cuello uterino en mujeres y no le hacemos el raspado de cuello uterino ni la prueba del papanicolau, el resultado de ese tamizaje será un subdiagnóstico. Igual es con poblaciones posiblemente afectadas por metales pesados […] Hace falta desarrollar un protocolo de historia clínica toxicológica”, indica el especialista.

Cabe señalar que desde la Plataforma Nacional de Afectados y Afectadas por Metales Tóxicos, que agrupa a poblaciones de 11 regiones que sufren los estragos de la contaminación ambiental de las actividades mineras y petroleras, se solicitó al Minsa implementar un plan especial multisectorial para atender a la población expuesta a los hidrocarburos luego del derrame, pero hasta la fecha no obtienen respuesta.