- Corto documental presenta el testimonio de Abelino Ramírez, pescador artesanal que –como muchos otros– fue afectado por el derrame de petróleo de Repsol el año pasado y hasta hoy no puede regresar a sus jornadas de pesca.
El 15 de enero de 2022, cerca de 12 mil barriles de petróleo fueron derramados en el mar peruano. Playas manchadas de negro, aves y nutrias muertas, pescadores mirando con impotencia este suceso, y una empresa negando su responsabilidad, esas fueron las imágenes iniciales del peor desastre ambiental en nuestro mar.
El derrame afectó no solo a la fauna y las playas, sino también a miles de personas que se dedicaban a actividades relacionadas con el mar. Un grupo importante de afectados es el de los pescadores, quienes dejaron de trabajar porque la contaminación de las aguas impactó sobre los recursos hidrobiológicos y hasta hoy, un año después, no han podido regresar a sus jornadas.
Abelino Ramírez, más conocido como “Mayumi”, es uno de los cientos de pescadores cuyas vidas han cambiado bruscamente. Él, como sus compañeros de la Bahía de Ancón y los cientos de comerciantes que trabajan en la zona, empezaron a recuperarse tras la pandemia, pero este derrame llegó para ponerles otro gran obstáculo.
“No sé cuándo voy a volver a pescar. Y eso me afecta no solo a mí, sino a toda mi comunidad con los que verdaderamente vivimos y dependemos de la pesca artesanal. […] Estoy con un inmenso mar a la vista, pero está contaminado”, afirma “Mayumi”, quien es el protagonista en el documental El silencio del mar, de la directora Audrey Córdova.
Esta producción es uno de los productos que presenta la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA) a un año del desastre ambiental que marcó la vida de muchos peruanos y puso en evidencia –según la Defensoría del Pueblo– las deficiencias del Estado para enfrentar este tipo de sucesos.
Mira el video aquí.
Comments are closed here.