Foto: Jorge Pezantes/SPDA

• La directora ejecutiva de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA) explicó que, al margen del origen del derrame, la empresa no contaba con las medidas adecuadas para evitar la catástrofe ecológica.

A un mes del derrame de petróleo en la refinería La Pampilla (Ventanilla), a cargo de Repsol, RPP conversó con la directora de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), Isabel Calle, a fin de conocer su análisis sobre las acciones que han realizado tanto la empresa como el Estado.

Para Calle, si bien la limpieza de las playas ha avanzado, lo que se debe tener en cuenta es la cantidad de petróleo que se ha quedado en el fondo marino. Por ello, tal como han indicado organizaciones como Oceana, es importante que Repsol monitoree y verifique el daño, pensando en las labores de restauración que deberá realizar.

La experta en temas ambientales también se mostró disconforme sobre “la falta de transparencia” con “información poco acertada” de parte de la empresa respecto a la cantidad de barriles vertidos en el mar (casi 12 mil, según el Ministerio del Ambiente).

Respecto a las acciones de parte del Estado, Calle se refirió a las multas interpuestas por el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) a Repsol, el anuncio de medidas legales del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) por los daños a dos reservas, al igual que el Ministerio del Ambiente (Minam) por delitos ambientales, y la denuncia que ha presentado la SPDA ante el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) para que se inicie un procedimiento sancionar por la afectación de la fauna.

“Todos los procesos y lo que está pasando en el Perú actualmente es por la negligencia de Repsol, por no responder oportunamente al desastre, y creo que es importante que diferenciemos ello. Repsol no tenía las medidas adecuadas, no tenía las barreras de contención, el presidente de Repsol en Perú nos ha dicho que fue una mala percepción de la magnitud desastre. Eso no es mala percepción, eso fue negligencia pura”, precisó Calle.

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“Repsol tiene que asegurar además la restauración de los ecosistemas que han sido afectados, y además la compensación a las personas que dependían de esta actividad económica y que han sido afectadas durante este mes”, agregó la especialista.

Un tema para mejorar, explicó Calle, es la importancia de tener multas que sean lo suficientemente costosas, además de la creación de un fondo para las personas afectadas, mientras se determinan las responsabilidades.

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Sobre los derrames de petróleo en la Amazonía, la experta manifestó que estos han evidenciado las grandes demoras al momento de aplicar sanciones debido a que las empresas involucradas suelen judicializar las multas y dictámenes, dejando una sensación de falta de justicia en los afectados.