Por Guillermo Reaño
Víctor Zambrano es una voz autorizada para hablar de lo que viene ocurriendo con la minería ilegal en la zona conocida como La Pampa, en Madre de Dios. Actualidad Ambiental lo visitó en el albergue turístico que ha acondicionado dentro del Área de Conservación Privada K’erenda Home, que protege desde hace varios años. Zambrano es el presidente del Comité de Gestión de la Reserva Nacional Tambopata.
Se cumplió el pasado 5 de marzo la primera fase de la intervención estatal en La Pampa, me gustaría conocer sus impresiones. ¿Estamos en condiciones de afirmar que esta, por fin, va a ser la última batalla por recuperar la zona de la minería ilegal?
Mi primera impresión es que se ha actuado con autoridad, con la firmeza que habíamos reclamado. Definitivamente se trata de un primer sacudón a la minería ilegal que tanto daño nos ha causado. Lo que se ha hecho no dista mucho de lo que nosotros habíamos propuesto. Como es de conocimiento público, el Comité de Gestión de la Reserva Nacional Tambopata propuso una intervención progresiva en la zona invadida. El Gobierno en cambio optó por una solución inmediata, que por supuesto nos toca apoyar.
Los críticos a la medida se valen del fracaso de las anteriores interdicciones para decir que esta podría correr la misma suerte. ¿Cuál es su opinión?
Es cierto, cada vez que se llevaron a cabo operativos de esta magnitud en el pasado se avanzó muy poco. Fueron intervenciones muy luminosas desde el punto de vista periodístico y solo eso. Las fuerzas del orden se quedaban por aquí cinco días, una semana y después desaparecían. Eso es lo que no queremos que pase ahora y de hecho vemos firmeza y decisión en los ejecutantes de la nueva estrategia.
El Comité de Gestión que usted preside ha sido una de las instancias que más reclamó por una intervención firme en ese sentido…
Lo que se ha hecho es algo que veníamos solicitando desde hace nueve o diez años. Por eso nuestro respaldo. Han tenido que pasar tres gobiernos para que por fin se tomen decisiones firmes. Tres gobiernos con un costo bastante grande que por cierto han tenido que pagar nuestros defensores ambientales. Nosotros hemos presentado propuestas, no solo hemos ido a reclamar, hemos planteado repetidas veces alternativas de solución a este problema.
¿Qué es lo que toca hacer ahora?
Toca ahora hacer las precisiones que estamos reclamando para que la estrategia que se está implementando nos permita cumplir los objetivos que tenemos. Pensamos que una estrategia, cualquiera que esta sea, no debería ser producto de una decisión exclusiva del Estado. Toda estrategia debe tratar de escuchar a los actores locales. Se tiene que oír a las personas e instituciones directamente involucradas, son estas las que mejor conocen la problemática. Son los que saben el tema al detalle.
¿Hablaron de esto con la ministra que acaba de dejar el cargo?
Muchas veces. La exministra del Ambiente, amiga nuestra, estuvo muy atenta en todo momento a nuestros requerimientos y teníamos muchas coincidencias. Queremos que se sigan escuchando nuestros planteamientos. Justamente en el transcurso de esta semana, Dios mediante, vamos a tener la oportunidad de dar nuestros primeros puntos de vista sobre el futuro de la zona que se ha recuperado con la finalidad de mejorar lo que se ha venido haciendo.
¿Qué es lo que plantea el Comité de Gestión?
El punto de vista nuestro, que se lo hemos hecho saber al Estado en todo momento, es claro: una vez que se recupere la zona en manos de la minería ilegal, un territorio cuya extensión podría estar entre las ocho mil y quince mil hectáreas, se le tiene que dar un estatus claro, el que sea, un estatus que permita el nombramiento de una autoridad que asuma la responsabilidad sobre el área. Nos queda claro que en la actualidad las zonas de amortiguamiento del sistema no tienen un fin específico, ni una autoridad que actúe de manera eficiente. La teoría, la norma técnica, dice muchas cosas sobre estas zonas, pero en la práctica se las ha dejado al garete. En las zonas de amortiguamiento la gente puede hacer lo que quiere y ninguna instancia asume las responsabilidades que les corresponde.
Déjeme hacerle una pregunta muy concreta. ¿Quiénes ocupaban el área que se está recuperando antes de la invasión minera?
En su mayoría campesinos sancionados sostenidamente por Osinfor e invadidos por la minería ilegal. Sobre ese punto quiero volver más adelante. Antes de la invasión minera en la zona conocida como La Pampa podíamos encontrar entre mil y mil quinientos productores agrarios y concesionarios forestales. Todos ellos afiliados a las treinta organizaciones que trabajaban en la Zona de Amortiguamiento de Reserva Nacional Tambopata, desde San Bernardo, en el kilómetro 29 de la carretera Interoceánica, hasta Palmeras, en las proximidades del puente Inambari.
¿Qué pasó con ellos?
¿Qué pasó con ellos? Fueron brutalmente invadidos. Y aun así han resistido, allí están, han sobrevivido. Sabemos quiénes son, trabajamos con ellos en el día a día…
¿Pueden ser identificados, eso me está diciendo?, ¿ellos podrían ser aliados de la recuperación de la zona?
Son aliados, nada de podrían. Son los mejores aliados que tenemos para recuperar el área. Están plenamente identificados. Sabemos quiénes son los que resistieron a costa de su patrimonio y algunos, a costa de sus propias vidas. Sabemos también quiénes permitieron la invasión o hicieron negocio con la minería ilegal. Como se dice en criollo, sabemos quiénes se echaron completamente por conveniencia. Esos tienen que devolver lo que ya no les pertenece. Lo que queremos nosotros es que los usuarios de estos bosques que fueron despojados de sus derechos legítimos por la fuerza puedan recuperar lo que por ley les pertenece.
Hablemos ahora de la recuperación de La Pampa. ¿Comparte el mismo optimismo que tienen las autoridades del ministerio del Ambiente?
Lo vuelvo a mencionar: el área que ha sido afectada debe tener un tratamiento especial, porque allí no se va a poder producir como se quiere. El área está totalmente infectada, contaminada, y en esas circunstancias la recuperación que se tiene que hacer debe ser gradual y eso implica la reparación de todas las cuencas, desde las más chiquitas hasta las más grandes.
Sanar antes de producir. Primero, hay que tratar de neutralizar la contaminación que nos ha dejado la minería ilegal en las pozas y desiertos; segundo, reconstruir las cuencas; y tercero, que tal vez sea lo más importante, reconstruir el perfil del suelo afectado. Lo que se ha destruido con tremendas maquinarias, con retroexcavadoras, tractores, cargadores frontales, etc. Se tiene que reparar con la misma maquinaria, no con palitas. En todos los casos se trata de procesos de largo aliento.
Dígame una cosa, don Víctor, la zona de La Pampa podría recuperarse como se han recuperado estos potreros del corredor Tambopata donde usted tiene su área de conservación privada. Entonces, ¿podríamos soñar con jaguares y otros animales en esa pampa que nos ha dejado la minería ilegal?
Por supuesto que sí, los animales vuelven, como ha sucedido por aquí. Allí ha habido ene cantidad de fauna silvestre. Lo recuerdo con claridad: en esos aguajales había otorongos por doquier, cada vez que cruzábamos esos bosques lo hacíamos con cuidado, varias veces me tuve que quedar en el medio de una quebrada, sobre un puentecito de dos palos, cuatro, cinco horas, para esperar que se vayan las huanganas que nos rodeaban. Había harta biodiversidad, completa, no faltaba nada, los campesinos extrañan esas épocas, la gente humilde extraña eso. Recuerdan que iban a las quebradas y encontraban agua cristalina donde pescaban sábalos inmensos.
¿Cuál es el sueño actual de Víctor Zambrano?
Antes de hablar de mis sueños quiero referirme a la gente que ha batallado con su Comité de Gestión durante tantos años. Se trata de campesinos que sienten que esos bosques son parte de sus vidas. No es justo que Osinfor los sancione por no haber sido capaces de proteger los predios que les concedió. Dónde se ha visto que un campesino, en las condiciones en que están, tenga en el bolsillo los 15 mil o 20 mil soles que el Estado, injustamente, les está exigiendo. Osinfor no ha funcionado como debía en esta región. Eso queremos que sepan las autoridades de Lima y tomen las precauciones del caso.
¿Su sueño don Víctor?
Siempre he mencionado el gran amor que tengo por estas tierras y el orgullo que siento por haber nacido aquí, siempre me he identificado con mis hermanos originarios, en especial con los ese ejas que han sido mi referente desde que tengo uso de razón. A pesar de todos los impactos que ha sufrido esta tierra, la Reserva Nacional Tambopata sigue siendo el área natural protegida que capta la mayor cantidad de turistas de todo el departamento de Madre de Dios. Podemos conseguir los recursos que se necesitan para instalar más corredores agroturísticos de acuerdo al Plan Maestro que recientemente hemos aprobado. Esto va a volver a ser un atractivo mundial. Los corredores viales que tenemos, que por ahora han sido una puerta abierta para el ingreso de todas las ilegalidades, nos tienen que permitir traer gente buena, gente que valore lo que tenemos y empezar a vivir del bosque, en armonía con la naturaleza, mirando la creación que Dios nos dio. Debemos dejar el mal rótulo que tenemos y sacarle lustre al hecho de ser la capital de la biodiversidad del Perú.
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