- Municipalidad de Lima cambió 400 hectáreas de zona agrícola a zona industrial y comercial, a pesar de opiniones en contra del Ministerio de Vivienda, Cenepred y organizaciones civiles.
Ayer, la Municipalidad de Lima aprobó la rezonificación de 400 hectáreas del Valle de Lurín, y declaró a esta área como zona comercial e industrial, pese a las opiniones en contra de organismos como el Ministerio de Vivienda, Cenepred, así como organizaciones civiles.
Como se recuerda, este cambio de zonificación fue propuesto por el mismo municipio en junio de 2020. Esto generó el rechazo de más de 30 organizaciones civiles, además de especialistas, que advertían que esta medida “afectaría gravemente el paisaje, los humedales y las tierras agrícolas del último valle verde de Lima en el entorno del Santuario de Pachacamac y del futuro Museo Nacional de Arqueología, actualmente en construcción”.
Por su parte, el Ministerio de Vivienda, señaló en un informe que “en la (nueva) zonificación se podrían estar afectando, en mayor o menor medida, las condiciones ambientales, ecológicas y paisajísticas del Valle de Lurín y del Santuario Arqueológico de Pachacamac, con los consecuentes efectos de peligro, vulnerabilidad y riesgo en la zona”.
Mientras tanto, el Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción de Riesgo de Desastres (Cenepred) aseguró que “el cambio de zonificación cambiaría las condiciones actuales, incrementado de forma considerable la vulnerabilidad de la zona adyacente al litoral, frente al impacto de un sismo y consecuente tsunami”.
Anna Zucchetti, directora de la plataforma “Mi Ciudad”, advirtió que este cambio de zonificación no solo ocasionaría la pérdida de un paisaje ambiental y cultural, sino también impactos en el caso del abastecimiento de agua y los desagües.
“El mayor impacto es la pérdida de un paisaje ambiental y cultural de gran valor que es todo el paisaje alrededor del santuario de Pachacamac y la red de sitios arqueológicos que hay en el valle, que es un paisaje verde productivo. Con el cambio de zonificación parcial y con cambios informales lo destruimos”, señaló la especialista.
Asimismo, agregó que “después habría más impactos como el caso del agua. Es probable que empeoren las redes de servicio. El desagüe de Lurín, en Arica, ha colapsado varias veces. Todo el desagüe industrial, así como el tema de la contaminación de la playa de San Pedro. Unos cambios así de uso del suelo se hacen de forma paralela a la planificación de los nuevos servicios y esto no hay”.
Decisión polémica
En conversación con La República, Carlo Ángeles, presidente de la Comisión de Ambiente y Servicios a la Ciudad de la MML, afirmó que esta decisión se ha tomado sin tener en cuenta las consecuencias que puede traer consigo, incluyendo poner en riego la vida de los residentes de la zona.
“Un grupo de regidores estamos proponiendo la reconsideración, esto además de las acciones que puedan tomar los propios vecinos que se están organizando para acudir a otras instancias. Mientras estamos buscando las firmas, necesitamos un tercio de firmas de regidores hábiles para poder proponer la reconsideración”, aseguró.
EL diario también informó que esta decisión ha sido tomada por una mayoría de votos del partido de Acción Popular (AP), quienes tenían conocimiento de todas las recomendaciones de las entidades consultadas.
La propuesta más sostenible
A través de plataformas como Periferia, organizaciones que se oponen al cambio de zonificación del valle de Lurín presentaron una propuesta: la creación del Parque Rural y Cultural Metropolitano.
Según Anna Zucchetti, con quien conversamos antes de la decisión de la Municipalidad de Lima, esta propuesta va de la mano con el plan metropolitano de desarrollo urbano para la ciudad. Para ello es necesario suspender el proceso de cambio de zonificación, crear una mesa de trabajo y plantear estrategias y herramientas innovadoras.
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