Urku: conoce el centro de rescate que trabaja para devolver especies a su hábitat natural

Foto: Ximena Mejía / SPDA

  • El proceso de recuperación puede tardar meses, dependiendo del estado en que el animal es recibido y el área de distribución donde pertenece. 
  • Actualidad Ambiental visitó el lugar que ha logrado reinsertar a más de 200 animales. 

Por Ximena Mejía / xmejia@spda.org.pe

 

Hace 16 años, el centro de rescate Urku, ubicado a 15 minutos de la plaza central de Tarapoto, busca que las especies silvestres recobren la libertad que perdieron. Algunas fueron víctimas del tráfico de fauna silvestre y, otras, capturadas para ser utilizadas como mascotas. 

“Las aves como guacamayos, loros y pihuichos pueden presentar cambios en su comportamiento cuando son criados como mascotas. Hemos tenido casos de loros que, aunque tenían su plumaje completo, no solían volar. Entonces vemos cómo se desnaturaliza la especie”, explica Clever Jiménez, auxiliar veterinario de Urku. 

El centro de rescate cuenta también con un mariposario donde los insectos se reproducen y dejan sus huevos en las plantas hospedantes. Luego, el personal recolecta los huevos, los lleva al laboratorio y esperan a que nazcan las orugas. Cuando son adultas, las mariposas son traídas a este ambiente y son liberadas cada mes en la Cordillera Escalera. Estos animales son considerados insectos polinizadores y son sensibles a diversos factores ambientales como sustancias aromáticas, repelentes o agroquímicos. 

Cada especie de mariposa necesita de una planta especial para depositar sus huevos y alimentar a las orugas. Foto: Ximena Mejia / SPDA

Cada historia de rescate es diferente. Los especialistas de Urku se encargan de compartir estos casos a los visitantes para fomentar la educación ambiental entre los ciudadanos. Las especies que permanecen en las instalaciones son aquellas que no lograrían sobrevivir en libertad. Ese es el caso del ocelote, un felino que pasó años en cautiverio y que llegó a Urku con lesiones, desnutrición y deshidratación. La persona que lo capturó lo abandonó al no poder mantenerlo y, aunque ya se encuentra recuperado, la reintroducción a su hábitat todavía está en evaluación.

Luego de ser capturado por unos traficantes de animales, fue criado como «mascota» y abandonado cerca a la Cordillera Escalera. Foto: Ximena Mejia / SPDA

El centro de rescate está en constante evaluación por parte de la Autoridad Regional Ambiental (ARA) y el Organismo de Supervisión de los Recursos Forestales y de Fauna Silvestre (Osinfor). Esta última entidad realiza visitas de fiscalización cada tres años y brinda recomendaciones para el bienestar de los animales. 

Clever comenta que Tarapoto es considerada como una zona de “transición”, por donde pasan las especies traficadas hasta ser vendidas a la capital u otra parte del país. En alguna oportunidad, Urku ha tenido sobrecarga de animales debido a la captura indiscriminada de pihuichos y fue la ARA quien determinó a dónde serían trasladados. 

¿Por qué no es recomendable interactuar con los animales silvestres?

El centro de rescate ahora es el hogar de tucanes, guacamayos, taricayas, un venado colorado, macheteros, un tapir, entre otros.  La mayoría de ellos no se sienten intimidados por los visitantes, debido al vínculo que han desarrollado con el hombre. Sin embargo, no se promueve el contacto directo con los animales. Las enfermedades zoonóticas más comunes, y de las que se tiene registro, son por salmonelosis y ascariosis. 

“Las personas no lo saben, pero la transmisión de una enfermedad zoonótica puede iniciar al contacto con el pelo del animal. Un animal que manipulas es un animal que se estresa y por su naturaleza misma puede atacar. Por ello, es recomendable no tomarse fotos con ellos”, dijo Clever, en conversación con Actualidad Ambiental. 

Urku cuenta también con actividades de voluntariado, si te gustaría colaborar en la conservación de flora y fauna de la Amazonía peruana puedes encontrar mayor información en su página oficial. 



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