Tumbes: incautan más de una tonelada de aletas de tiburón

Durante el operativo, las autoridades constataron que las aletas eran de cuatro especies de tiburón diferentes. Foto: Fema Tumbes.

  • El comercio de aleta de tiburón no está prohibido por la legislación peruana; sin embargo, sí tiene regulaciones que buscan que no se realice de forma ilegal e informal. 

 

En un operativo conjunto con la Policía Nacional del Perú, el Ministerio Público y el Ministerio de la Producción, la Superintendencia Nacional de Aduanas y Administración Tributaria (Sunat) incautó 1,2 toneladas de aletas de tiburón encontradas en la planta Pacific Products Fishing and Food, ubicada en la provincia Contraalmirante Villar, en Tumbes. 

Según las autoridades, un trabajo de inteligencia confirmó que, en este local ubicado en el kilómetro 1169 de la carretera Panamericana Norte, se almacenaba dicha mercancía. Durante la intervención, se encontraron 972.82 kilogramos de aletas de tiburón zorro pelágico, 101.7 kilogramos de aletas de tiburón azul, 136.65 kilogramos de aletas de tiburón diamante, 82.2 kilogramos de aletas de tiburón zorro común y 5.3 kilogramos de aletas de tiburón zorro ojón; lo que da un total de 1298.67 kilogramos de aletas de tiburón que se secaban a la intemperie sin la autorización correspondiente ni la documentación que acredite el origen legal del producto, según las autoridades. 

El comercio de aletas de tiburón en Perú y su regulación 

La legislación peruana no prohíbe el comercio de aletas de tiburón, pero sí prohíbe la práctica de ‘aleteo’, que implica cortar las aletas de los tiburones capturados y descartar el resto del cuerpo. Una vez separado, se deja secar el cartílago y puede molerse para convertirlo en un polvo que se comercializa para fabricar medicamentos o para la gastronomía, como la preparación de la sopa de aleta de tiburón. El Decreto Supremo 021-2016-PRODUCE prohíbe el “aleteo”, al ser considerado una infracción. 

Perú ha suscrito el Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), cuya misión es asegurar que la fauna y flora que se comercialice internacionalmente sea aprovechada de forma sostenible y no se ponga en riesgo la supervivencia de las especies que regula. En la convención 19 de este convenio, se incluyó a las especies de tiburón de la familia Carcharhinidae 

Las aletas encontradas en las instalaciones de la planta estaban siendo secadas a la intemperie. Foto: Fema Tumbes

Según en el Apéndice II del CITES, este caso se trataría de un presunto delito de procesamiento ilegal de especies de fauna silvestre acuáticas protegidas. Este delito esta previsto y sancionado en el artículo 308-B del Código Penal peruano, en concordancia con el inciso 4 del artículo 309.

Además, el comercio de productos derivados de tiburones debe cumplir con los requisitos establecidos por el Ministerio de Producción y otras autoridades como la Sunat. Dentro de los requisitos se incluyen permiso de pesca, permisos de exportación y el respeto a las cuotas de captura y tallas mínimas establecidas para determinadas especies.  

Cabe destacar que el país se ubica dentro de las diez pesquerías más grandes de tiburón a nivel mundial y es uno de los principales exportadores de aletas de tiburón al mercado asiático. Si bien esta pesquería representa una actividad económica relevante, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), de las 66 especies de tiburón en Perú, 11 se encuentran en peligro crítico. 



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