- Según pescadores, estas rocas supondrían un peligro para bañistas, embarcaciones e infraestructura ante un fuerte oleaje, ya que se encuentra a pocos metros del muelle.
Ayer, pescadores de la caleta de Zorritos alertaron -a través de un video- que el Gobierno Regional de Tumbes estaba movilizando maquinaria pesada para colocar grandes rocas en la zona de la playa. El traslado de estas rocas se habría hecho para proteger una construcción privada que sufrió daños ante los fuertes oleajes; sin embargo, según los que trabajan en actividades de pesca, indicaron que se está poniendo en peligro a la población.
“Estas rocas suponen un gran riesgo, porque -ante cualquier oleaje- el mar las arrastrará y se estrellarán en la zona del desembarcadero o en nuestras embarcaciones. Incluso podrían causar un accidente afectando la integridad física de nuestros hermanos pescadores, turistas, bañistas y quienes laboramos aquí”, manifestó con preocupación un pescador de la caleta de Zorritos.
Los pescadores también reclamaron que, aunque numerosas veces han solicitado el apoyo del Gobierno Regional de Tumbes para que intervenga con maquinaria ante derrumbes que afectaron las playas, la autoridad no los ha escuchado. Denuncian el “privilegio” de algunas construcciones privadas que son atendidas rápidamente.
La construcción en mención se encuentra dentro de la zona de dominio restringido, que según la Ley 26856 (Ley de Playas), es una franja de 200 metros ubicada después de la franja de 50 metros de la zona de Playa. Las zonas de dominio restringido se destinan a playas públicas para el uso de la población, salvo que se haya procedido a su desafectación y venta por parte de la Superintendencia Nacional de Bienes Estatales (SBN), o que haya sido adquirida antes de que la Ley de Playas entre en vigor, en 1997. De no ser el caso, esta edificación constituiría una construcción ilegal.
Los pescadores piden a las autoridades retirar esas rocas por el gran peligro que representan para las personas que transitan por esa zona y el trabajo de los pescadores. Además, reiteran que se debe detener el enrocado y tratar la problemática de fondo: impedir y revertir la construcción de infraestructuras en la zona de playa protegida que interfieren en los procesos de arenamiento natural de las playas y ocasionan erosión.
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