Tres proyectos de jóvenes latinoamericanas que buscan proteger la naturaleza de la región

  • Mediante estrategias innovadoras, tres proyectos apoyados por la Beca Aceleradores por Naturaleza buscan conservar a la ballena jorobada, el zorro chilote y el bosque amazónico de Madre de Dios.  

martes

18 de marzo, 2025

Por Daniel Contreras Zuloaga / dcontreras@spda.org.pe

 

América Latina es una región megadiversa. Junto al Caribe albergan el 60 % de la biodiversidad terrestre mundial, incluyendo 6 de los países más megadiversos y 11 de los 14 biomas terrestres del planeta.

Pero la región también enfrenta serios problemas ambientales. Ecosistemas clave como la Amazonía o los páramos andinos se enfrentan a amenazas como la deforestación para agricultura, la sobreexplotación de recursos, los efectos del cambio climático y la expansión urbana desordenada. 

Ante esta realidad, surge ‘Aceleradores por Naturaleza’, un curso gratuito donde jóvenes de diversos países latinoamericanos, con sus propias iniciativas y proyectos, aprenden y fortalecen sus capacidades en conservación de la naturaleza durante 15 semanas.

Este programa, organizado por Conservamos por Naturaleza (iniciativa de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental) con el apoyo de la Wyss Academy for Nature, también ofrece becas para tres alumnos del curso, con el fin de facilitar que puedan implementar sus proyectos. Conoce a los proyectos merecedores de la Beca Aceleradores por Naturaleza en la última edición 2024.  

Conservando a las ballenas jorobadas a través del turismo sostenible 

Sarai Cortez es bióloga marina y lleva varios años trabajando con especies de cetáceos en la costa peruana. Fue mientras hacía sus prácticas con una empresa turística de Punta Sal (Tumbes) que vio por primera vez a su cetáceo favorito: la orca. Esa experiencia despertó en ella la convicción de emprender acciones para aportar a la conservación de estas especies, lo que la llevó a fundar la ONG Proyecto Cetáceos Perú junto a una amiga.  

Trabajando de cerca con los operadores turísticos que ofrecen avistamiento de cetáceos, Sarai notó el potencial que había para involucrarlos en la conservación de estas especies y que mejoren la sostenibilidad de sus prácticas. Así es cómo le surgió la idea de su actual proyecto para contribuir a la conservación de las ballenas jorobadas en Piura y Tumbes.  

Ballena jorobada nadando

Sarai Cortez cofundó la ONG Proyecto Cetáceos Perú tras inspirarse al avistar una orca durante sus prácticas en Punta Sal. Foto: ONG Proyecto Cetáceos Perú

“Este proyecto nace con el objetivo de motivar a la gente para que esta actividad no sea solamente lucrativa, sino también de conservación, porque no hay mejor manera de proteger a cualquier animal si no es trabajando con las personas que interactúan con estas especies”, señala Sarai. Para lograrlo, se centra en dos enfoques clave.  

El primero es fortalecer las buenas prácticas de los operadores turísticos para que sigan los lineamientos nacionales e internacionales en el avistamiento de estas especies, respetando las distancias, velocidad y tiempo de avistamiento. El segundo es involucrar directamente a los operadores en la recolección de datos científicos durante los avistamientos, para reforzar su conexión con las especies y promover buenas prácticas a largo plazo.  

Avistamiento responsable de ballenas

El proyecto de Sarai promueve buenas prácticas en avistamiento e involucra a operadores turísticos en la recolección de datos científicos. Foto: ONG Proyecto Cetáceos Perú

“Las embarcaciones de turismo son una excelente plataforma de oportunidad para la toma de datos sobre la ocurrencia de estas especies. Sin embargo, muy pocas están involucradas, más allá del turismo, en colaborar con investigadores para levantar información o monitorear a las especies”, explica la bióloga.   

“Lo que queremos es construir lazos y generar este monitoreo a bordo para fortalecer la investigación que se realiza sobre estas especies en el norte de Perú. Con eso, buscamos crear un sentido de pertenencia y una conexión con las especies entre los operadores, que a su vez incentive la implementación de buenas prácticas”, añade.   

Además, Sarai explica que al adoptar buenas prácticas ambientales, los operadores turísticos no solo aportan a la conservación de las ballenas, sino que también se podrán ver beneficiados económicamente.  

Salto de ballena jorobada

Sarai resalta que adoptar prácticas sostenibles atrae turistas conscientes, mejora la experiencia de avistamiento y garantiza la protección de las rutas migratorias de las ballenas. Foto: ONG Proyecto Cetáceos Perú

“Hoy en día, los turistas prefieren empresas que se diferencien de la competencia por ser sostenibles. Al adoptar estas prácticas, podrán atraer a más clientes. Además, así es más probable que el animal por sí solo se acerque a la embarcación, permitiendo avistamientos mucho más disfrutables para el público”, afirma la bióloga.  

Finalmente, Sarai enfatiza que regulando el tránsito de embarcaciones en zonas de avistamiento como Órganos (Piura) es posible asegurar que especies como las ballenas mantengan sus rutas migratorias y presencia en el área, lo que fortalece la sostenibilidad al largo plazo de estas actividades turísticas.  

Protegiendo al zorro chilote, especie emblemática de Chile 

Desde que era pequeña, a Rocío Contreras (Chile) le fascinan los animales. Tras estudiar biología ambiental, ha trabajado en proyectos vinculados a los perros. Cuando llegó a la ciudad sureña de Valdivia para hacer su doctorado, le llamó la atención el caso del zorro chilote (ycalopex fulvipes), una especie emblemática y endémica de Chile.  

“Ahí me enteré que una de las principales amenazas para esta especie son los perros. Así que tuve la oportunidad de juntar dos cosas que me apasionan: el problema de los perros en Chile y una especie endémica amenazada”, recuerda Rocío.  

Su proyecto busca proteger a esta especie reduciendo la presencia de perros con dueño en el Parque Nacional Alerce Costero y la Reserva Costera Valdiviana, dos áreas protegidas cerca de la ciudad.  

Zorro chilote en su hábitat

El zorro chilote fue una de las especies que Charles Darwin documentó durante su histórico viaje en el HMS Beagle. Foto: Cristian Larrere

“Los perros son una grave amenaza para el zorro chilote, sobre todo por las enfermedades que le transmiten, como el parvovirus. El zorro chilote es una especie huidiza y difícil de ver, además de ser bastante selectiva con su hábitat. Cuando los perros entran en las reservas, compiten con él por el espacio y reducen el área donde puede vivir”, explica Rocío.  

Como la mayoría de estos perros son mascotas, el proyecto de Rocío busca involucrar directamente a sus dueños. 

Bosque valdiviano chileno

El bosque valdiviano, ecosistema del sur de Chile, es hábitat de esta especie endémica. Foto: Bryan Casanova

“Estas personas dejan o no pueden evitar que sus perros salgan a pasear por su cuenta. Mi proyecto se centra en trabajar con ellas para determinar por qué dejan que sus perros salgan solos, y en base a eso, elaborar una estrategia de comunicación para cambiar sus comportamientos”, señala.  

Además, si es que los dueños no cuentan con las herramientas para confinar a sus mascotas, el proyecto contempla la posibilidad de brindarles los materiales para que puedan hacerlo.  

El zorro chilote es una especie emblemática en Chile, pues fue una de las especies que Darwin descubrió durante su famoso viaje en el HMS Beagle. “Eso le da un sentido de orgullo”, señala Rocío. “Antes de eso, ya era conocido por las personas de la isla de Chiloé, de ahí su nombre. Es una especie clave para su ecosistema porque es un meso carnívoro del bosque y regula las especies de presas”, añade.  

Zorro chilote regulando ecosistema

El zorro chilote es una especie fundamental para su ecosistema, ya que actúa como regulador de las poblaciones de presas en el bosque. Foto: qnelo

K’erenda Homet: conservando los bosques milenarios de Madre de Dios 

A solo 10 minutos de Puerto Maldonado se encuentra el Área de Conservación Privada K’erenda Homet, un testimonio viviente del poder de la conservación voluntaria. K’erenda Zambrano heredó el legado de su padre, Víctor Zambrano, quien no solo conservó el bosque virgen del lugar, sino que también llenó de árboles y plantas nativas las zonas deforestadas.  

Hoy, este espacio de aproximadamente 36 hectáreas alberga tres tipos de bosques: secundario, zonas inundables y una zona elevada donde se encuentran especies milenarias, algunas en peligro de extinción. Sus humedales atraen distintos animales, como huanganas, roedores grandes (sajinos, capibaras), mamíferos como jaguares, pumas y yaguarundís, y una gran diversidad de aves.  

Sin embargo, asegurar la sostenibilidad del área es un reto que requiere numerosos recursos, como monitoreo constante, prevención de invasiones y vigilancia para evitar actividades ilegales como la caza. Además, su proximidad a zonas urbanas la hace más vulnerable.  

Diversidad boscosa en K'erenda Homet

A 10 minutos de Puerto Maldonado, el ACP K’erenda Homet posee tres tipos de bosques (secundario, inundables y elevado) con especies milenarias. Foto: Walter H. Wust

Para lograrlo, K’erenda Zambrano ha emprendido un proyecto que incluye la creación de un centro de interpretación en el área. Este centro, a su vez, está basado en un cuento para niños que ella escribió, “Nümberi y el Guardián del Bosque», que narra la historia de una niña llamada Nümberi y su encuentro con Marinke, un anciano guardián del bosque inspirado en Víctor Zambrano.  

“Este cuento ayuda a que las personas puedan conocer nuestra historia de una manera didáctica, y desde el trabajo y la pasión de mi papá. Dije: ‘Tengo este cuento y este espacio. ¿Por qué no conectar ambos y hacer un centro de interpretación para la gente?”, recuerda.  

Con este centro, el objetivo es demostrar que K’erenda Homet es “un lugar donde tú puedes aprender sobre la historia de este lugar, conocer el bosque y llevarte una experiencia de él que transforme tu relación con la naturaleza”, dice K’erenda, quien espera que este modelo pueda replicarse en otras áreas de conservación.  

Ecosistema acuático en reserva natural

El ACP K’erenda Homet alberga una alta biodiversidad, incluyendo jaguares, pumas, huanganas, capibaras y aves, gracias a sus humedales y áreas conservadas. Foto: Daniel Contreras.

Asimismo, otra motivación para crear el centro es que la ciudad de Puerto Maldonado cuente con un lugar cultural y educativo cerca, al que puedan acudir ciudadanos y familias.  

Una vez que esté operativo, el centro ayudará a solventar los costos de mantenimiento mediante la venta de entradas, libros y merchandising.  

“Este lugar es un legado de mi familia. Mi papá ha transformado todo este espacio con toda la pasión y cariño que le tiene a esta tierra. Mi mayor reconocimiento y agradecimiento por todo este trabajo es poner en valor este proyecto”, dice K’erenda. 

Centro de interpretación ambiental

K’erenda Zambrano creó un centro de interpretación basado en su cuento infantil, con el fin de educar y transformar la relación de las personas con la naturaleza. Foto: Cortesía K’erenda Zambrano

Experiencia en Aceleradores por Naturaleza  

Las tres exalumnas de Aceleradores por Naturaleza resaltan que el programa les brindó herramientas prácticas para fortalecer sus proyectos.  

Lo que más valoró Sarai de su experiencia como alumna en Aceleradores por Naturaleza es que le permitió aterrizar y alinear sus ideas con las oportunidades reales.  

“El curso me ayudó a llevar mis ideas hacia nuevas propuestas, y empezar a compartirlas con diferentes actores, personas o grupos que financian proyectos. Esto me permitió no solo llegar a un ámbito local, sino incluso a uno nacional”, resalta.  

Rocío decidió postular a Aceleradores por Naturaleza porque siempre había querido fundar su propia organización. 

“Vi que el curso abarcaba temas como la conservación aplicada y cómo conseguir recursos, aspectos más prácticos que no se enseñan en la Academia”, dice. “La experiencia me sirvió muchísimo para entender mejor cómo conseguir financiamiento para mis proyectos y cómo promocionarlos. Además, encontré muy enriquecedor aprender sobre las experiencias de otros países de la región, para entender sus realidades y tender puentes a nivel internacional”, finaliza.  

Por su parte, K’erenda ha trabajado de cerca los últimos años con las juventudes a través de la organización Generación Verde, que lidera actualmente. “Vi la malla curricular de Aceleradores, y era lo que yo buscaba aprender: mejorar proyectos a través de la búsqueda de financiamiento, establecer objetivos y las teorías de cambio. Son temas que desconocía y que he estado aprendiendo durante estos cuatro meses”, resalta.  

Además, coincide con Rocío en que Aceleradores por Naturaleza es un espacio de aprendizaje mutuo e intercambio de experiencias con personas de otros países. “Eso ayuda a ampliar tu conocimiento, comparar, aportar y generar una red de intercambio”, concluye.  

Dato: 

  • Hasta su cuarta edición, el curso ha formado a 111 jóvenes de países como Perú, México, Chile, Colombia y Uruguay. 

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