Tabalosos: una localidad amenazada por la primera mina de cobre en la Amazonía peruana

  • En Tabalosos (San Martín) se pretende realizar uno de los primeros proyectos de extracción de minerales críticos en la Amazonía peruana: el cobre. Dicho mineral tiene gran demanda en la actualidad por los intereses de los países en cambiar sus matrices energéticas. Sin embargo, un proyecto de este tipo en la Amazonía podría significar una contradicción, debido a que presenta mayor vulnerabilidad por su suelo orgánico, la presencia de cabeceras de cuencas, y su biodiversidad. 

miércoles 5 de febrero, 2025

 

Por Carolina Morales*

 

El apu Antara, cerro que resguarda al distrito de Tabalosos, fue lo primero que vio Samanta Pisco Saavedra al llegar a la zona donde se pretende realizar el proyecto minero de cobre y plata ‘San Martín’ de la compañía canadiense Hannah Metals. “Un cerro imponente que me llenó de fortaleza, y como que me dijo: ‘Mira, estoy aquí custodiando, ayúdame a cuidar’. Ese fue el mensaje que yo recibí para afrontar esto”, recuerda la presidenta de la comunidad Guardianes de la Vida, un colectivo de jóvenes ambientalistas.

Tabalosos es una localidad ubicada en la provincia de Lamas en San Martín, una región amazónica que representa el 6,5% del área total de la Amazonía de Perú. El distrito se encuentra asentado en la cuenca del río Mayo, la segunda en importancia y en extensión territorial de dicha región, con una riqueza de diversidad biológica muy alta y cuantitativamente poco conocida.

Zona de exploración del proyecto San Martín –  Comunidad Guardianes de la Vida

La riqueza biológica de San Martín se caracteriza por un alto índice de especies endémicas (animales y plantas que solo se hallan en dicho lugar y no en otro), como el choro cola amarilla, el oso de anteojos, la sachacabra (un venado pequeño), el maquizapa frente amarilla (un mono pequeño), el lobo de río, la pacarana (una especie de roedor), el tocón de collar (una especie de mono) y el supay motelo (una tortuga terrestre), las cuales se encuentran actualmente amenazadas, según la Estrategia Regional de Diversidad Biológica de San Martín (ERDB San Martín).

El bosque amazónico como el de San Martín es también un amortiguador de los efectos el cambio climático, ya que regula la variabilidad climática y almacena alrededor de 130 mil millones de toneladas de carbono, casi una década de emisiones globales de dióxido de carbono según el informe del 2021 del Panel Científico por la Amazonía.

En esta región amazónica se quiere realizar el Proyecto San Martín impulsado por la minera canadiense Hannan Metals Limited, una empresa que menciona en su página web que desarrolla recursos sostenibles de metales necesarios para afrontar la transición a una economía con bajas emisiones de carbono.

El área que quiere explorar la minera tiene 1.936 hectáreas, y ya cuenta con la aprobación de su Declaración de Impacto Ambiental (DIA) otorgada por el Ministerio de Energía y Minas, el cual permite que la compañía construya hasta 40 plataformas de perforación. Su gerente en Perú, desde el año 2020, es Catalina Eliana Vargas Torres.

Mapa del polígono donde se quiere iniciar con la exploración para el proyecto San Martín – Mapa realizado por la Comunidad Guardianes de la Vida

El Proyecto San Martín ha generado un gran rechazo en los ciudadanos de Tabalosos debido a los posibles impactos en sus territorios y biodiversidad. Si bien la iniciativa tiene la aprobación para poder explorar, no sería suficiente según los especialistas.

Es importante mencionar que desde hace años, existen actas de las poblaciones rechazando el ingreso e inicio de actividades de exploración en el distrito de Tabalosos.

Al respecto, la gerente ejecutiva de la empresa Hannan Metals dio una entrevista en el 2021, a un medio local, en donde señala: “Se ha sobredimensionado la presencia que tiene la empresa  por las concesiones que existen en (la localidad de) Sancache. Hemos ido a explicar que la empresa solo se dedica a la exploración de los minerales, lo que hacemos es descubrir. Pero los temores son por el desconocimiento”.

Sin embargo, el Informe Técnico  de la Autoridad Regional Ambiental del Gobierno Regional de San Martín publicado el 28 de noviembre de 2024, señala que el 100 % de las 1936 hectáreas donde se pretende realizar el proyecto minero se encuentra categorizado como Zona 37, es decir, como zona de recuperación de tierras de protección; la cual tiene indicado entre sus usos no recomendables, la explotación minera.

Toda esta área representa un 100 % de Patrimonio Forestal integrado en porcentajes por: 46.09 % en Bosque de Categoría III, un 1.52 % en Bosques Residuales o Remanentes, un 36.17 % en Zonas de Producción Agroforestales y Silvopastoriles y un 16.23 % en Zonas de Recuperación de la Cobertura Forestal con Fines de Restauración y Conservación.

Durante los recorridos realizados por la Comunidad Guardianes de Vida, en el área de influencia directa del caserío de Pucayoc y Sinchioc, localizados a unos 30 minutos aproximadamente por trocha carrozable desde la ciudad de Tabalosos, se identificó que los componentes mineros del proyecto se encuentran superpuestos a más de 16 nacientes y quebradas de  agua.

Movilización en Tabalosos – Comunidad Guardianes de la Vida / Alicreativefilms

Esto resulta preocupante para el distrito Tabalosos, pero también para las poblaciones aledañas, debido a que este recurso hídrico es relevante. De hecho, la región San Martín tiene dificultad para el aprovechamiento de la oferta de agua, así lo señala la Autoridad Nacional del Agua en su compendio de recursos hídricos superficiales.

“Nuestros hermanos que viven y son de influencia directa en esa zona son nuestros hermanos de Sinchioc y de Pucayoc. Ellos no tienen título porque son zonas de Patrimonio Forestal. Entonces Hannan necesita el permiso para poder hacer su exploración y lo que ha hecho es solicitar un permiso especial ante la Autoridad Regional Ambiental, y ellos respondieron que no es procedente dicha licencia (servicio de servidumbre), porque son zonas de Patrimonio Forestal y zonas de recuperación. Además, se superpone a dos instituciones educativas, una en Pucayoc y otra en Cunchibamba”, señala Samanta.

Menciona también que el 2 de diciembre de este año Hannan Metals llegó a la zona con personal del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) para solicitar el desbosque. En respuesta, la población se levantó una vez más en rechazo total.

La Comunidad ‘Guardianes de la Vida’ ha denunciado esta situación ante el Ministerio de Energía Minas, donde les respondieron que esto no les corresponde, por lo que hicieron una segunda denuncia ante la Presidencia del Consejo de Ministros. Pero tras el intento de Hannan Metals de solicitar el desbosque, acudieron al Ministerio de Agricultura y Riego, para que niegue la autorización debido a su condición de tierra protegida, el cual fue escuchado. “Y dentro de esos aliados, uno de ellos ha sido la Comisión Ambiental Regional con quien hemos tenido una primera reunión en la que yo expuse el tema de nuestras denuncias y por qué debe se debe cuidar esta zona y luego ya una en la que ellos decidieron pronunciarse”, precisa la presidenta de la comunidad Guardianes de la Vida.

“Allí existen ojos de agua, recursos hídricos, incluso sitios arqueológicos”, agrega. De acuerdo al Informe del 2008 del Ex Instituto Nacional de Cultura del Perú (INC), se  identificaron sitios arqueológicos en Añallo, Ungurahui 1, Ungurahui 2, Sinchioc, Pucayoc y El Potrero. Estos tres últimos están ubicados dentro del proyecto minero San Martín. Actualmente, la empresa Hannan Metals Perú SAC, tampoco ha presentado un Plan de Monitoreo Arqueológico.

“Nosotros hemos llegado a Cachipampa –comunidad indígena kichwa y área de influencia indirecta– y el Apu nos ha manifestado su total apoyo, porque de hecho la zona donde ellos viven actualmente también está concesionada por otra empresa. Entonces ellos también van a requerir ese apoyo, para que estas concesiones no procedan”, indica la vocera de ‘Guardianes de Vida’.

Una de las preocupaciones es que en el área de la exploración minera se encuentran cabeceras de cuencas, las cuales llegan al río Mayo y por sus afluentes, al río Huallaga. Por esta razón, no solo las localidades superpuestas en el área de exploración están preocupadas, sino también comunidades indígenas que viven en las riberas de los ríos.

Wilfredo Tsamash Cabrera, presidente de la Coordinadora de Desarrollo y Defensa de los Pueblos Indígenas de la Región San Martín (CODEPISAM), señala que en los estudios de impacto ambiental (EIA) nunca se van a mencionar los impactos reales ya que se desconoce qué empresa hizo el estudio.

Además, Tsamash cuestionó la falta de otros estudios de flora y fauna e hidrobiológicos como la afectación a las zonas nacientes de los ríos y sus quebradas, los impactos a la biodiversidad y también en la comunidad. El dirigente menciona que todo ello debe valorizarse y tener en cuenta una correcta socialización de la empresa hacia la población, la cual, según el líder amazónico, fue insuficiente.

“No sabemos qué impacto podría generarse porque quizá ese estudio puede estar direccionado a favor de la empresa. Tampoco sabemos si se debió consultar de forma previa con la sociedad civil y los pueblos indígenas. Ahí tenemos a la comunidad nativa Cachipampa, donde no se ha realizado. Entonces, esto termina causando confusión en la población. Por eso rechazamos este proyecto”, explicó Tsamash Cabrera.

Por su parte, el dirigente kichwa Segundo Tuanama Tapullima mencionó que la posición de los pueblos indígenas de la región contra el proyecto minero de Hannan Metals es contundente.

“El proyecto va a destruir bosques amazónicos, matando la vida de animales, plantas y contaminando el agua, y los afluentes del río Mayo. Son varios pueblos indígenas  asentados en el río Mayo que tiene su desembocadura en el río Huallaga. Se estaría afectando con la contaminación de la empresa minera. Es por eso que el rechazo de la región San Martín y sus ciudadanos, seamos indígenas o no, es fuerte”, comenta Tuanama.

El cobre: ¿un mineral para energía limpia?

El cobre es uno de los metales más demandados en el marco de la transición energética, según  el informe “Transición justa: El cobre para la transición energética y el corredor del sur andino» de CooperAcción, ya que es usado en el sector construcción y en la producción de generadores eléctricos, motores y bienes de consumo electrónicos. También es requerido en todas las tecnologías claves de la transición energética, como los cables eléctricos, paneles solares, turbinas eólicas, vehículos eléctricos y baterías.

China es uno de los principales países compradores de este metal que ha marcado cifras históricas en cuanto a su precio en los últimos años. Perú tiene como principal destino de exportación de cobre a China. Detrás de la gran demanda del país asiático se encuentra su alto nivel de producción de instrumentos que generan energía renovable, señala dicho informe.

También el mencionado estudio señala que el Perú ocupa el segundo lugar en lo que respecta a la oferta mundial del cobre y representa cerca del 11% de la producción mundial. Además, según el Servicio Geológico de Estados Unidos, las reservas mundiales de cobre se estiman en 880 millones de toneladas métricas y, de estos, el 8.8 % se ubica en Perú.

En cuanto a la transición energética, la Unión Europea aprobó una regulación que impone requisitos para las baterías comercializadas en Europa. Es decir, que los fabricantes e importadores se conduzcan bajo criterios de debida diligencia, identificando riesgos sociales y ambientales en su cadena de suministros. Sin embargo, la norma no incluye al cobre, pero sí a otros minerales, por lo que aún carece de mecanismos efectivos para las comunidades que han sido afectadas con su extracción.

Para entender la fiebre del cobre en la Amazonía, el informe “Transición energética, expansión minera y conflictos ecosociales en la Amazonía” señala que la necesidad de una transición energética hacia la descarbonización está impulsando la demanda de minerales, como el cobre, lo cual ha llevado a mover la búsqueda de este mineral desde la cordillera andina hacia las cabeceras de cuenca de la Amazonía.

Además, menciona el informe que estos intentos se dan pese a que existen estudios previos de las dificultades existentes, más allá del impacto ecológico, político y social sobre la viabilidad de la minería en la Amazonía, como la presencia de pueblos indígenas, sus derechos territoriales, y el valor de su territorio a nivel ecológico. De igual forma, la presencia de empresas mineras, más allá de incidir en los medios de vida, tiende a generar tensiones y conflictos.

Para Ana Leyva, especialista en temas ambientales y pueblos indígenas de CooperAcción, la exploración significa que hay una expectativa de explotación, donde se evalúa la cantidad de recursos que hay para ver si vale la pena explotar, y explotar en la Amazonía es una “locura” porque es un territorio sumamente frágil.

“Un territorio de tanta importancia y fragilidad no puede ser evaluado por una Declaración de Impacto Ambiental (DIA). Eso demuestra los problemas de la legislación ambiental peruana. Entonces, no puedes utilizar un DIA que requiere de menos estudios, teniendo en cuenta las características de la Amazonía, debió considerarse un estudio más detallado por su condición”, detalló la especialista ambiental.

La abogada de CooperAcción indicó que lo que determina qué tipo de estudios de impacto ambiental requiere un proyecto, no solo es por el criterio del tamaño de la iniciativa, sino también la zona dónde se hace. La situación se agrava si existen fuentes de agua o se trata de un territorio frágil.

Sobre los impactos en la fase de exploración, la experta menciona que en algunos proyectos en el sur andino de Perú se hacen perforaciones para dimensionar el yacimiento colocando grandes plataformas, las cuales afectan aguas subterráneas.

“En el caso de las comunidades de Pacopata y Huini Coroccohuayco nos decían que solamente con la exploración se habían secado algunos puquios y pequeños manantiales. Y también que en otros lugares, brotaba agua contaminada. Nosotros trasladamos esa información al Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), la cual inició una investigación donde comprobó estos hallazgos, que terminaron en un procedimiento administrativo sancionador”, indicó Leyva.

Plantón en una de las plazas de Tabalosos – Comunidad Guardianes de la Vida

Las voces de Tabalosos

Samanta cuenta que desde pequeña sintió la conexión con la naturaleza, recorriendo quebradas y ríos, y saltando por valles. Años después, nació la comunidad Guardianes de la Vida, compuesta en su mayoría por jóvenes que decidieron organizarse para proteger y salvaguardar sus bosques amazónicos. Ellos han liderado junto a otros colectivos, como el Frente de Defensa de Tabalosos, diversas movilizaciones y marchas pacíficas contra la empresa Hannan Metals.

Samanta Pisco, presidenta de la Comunidad Guardianes de la Vida – Comunidad Guardianes de la Vida

“Nosotros como colectivo decimos que no se trata de frenar el desarrollo, sino de buscar alternativas sostenibles y la Amazonía es vulnerable, por lo que no debe haber exploraciones, ni minería de cobre. Nosotros vemos a la Amazonía como un bastión de conservación cultural y natural que hay que cuidar”, dice Samanta.

“Se dice que se usará cobre para no emitir gases de efecto invernadero en el marco de una transición energética, pero la Amazonía también reduce estos gases. Entonces, le estás quitando su condición de sumidero carbono. Al transformar este territorio y cambiar su uso, también remueves y liberas ese carbono almacenado. Tienes un doble impacto, por lo que es un discurso incoherente”, finaliza Ana Leyva de Cooperacción.

 

 

 

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* Este artículo fue producido con el apoyo de Climate Tracker América Latina

 

 

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