Bosque nacional de Jamanxim, en el Estado de Pará, al norte de Brasil (foto AFP)

Mientras en Perú el proyecto de construcción de centrales hidroeléctricas brasileras en la Amazonía peruana aún está en etapa de negociación; en Brasil, la justicia federal en el estado de Pará decidió suspender uno de los proyectos de hidroeléctrica más grandes del mundo: la central Hidroeléctrica Bello Monte.

El proyecto, estimulado por el Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC), había recibido la aprobación del Instituto Brasilero de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (IBAMA).

Actualmente, en Brasil se construyen dos hidroeléctricas sobre el río Madera, el principal afluente del Amazonas.

Más información, en la siguiente nota de la agencia France Press:

BRASILIA – La justicia federal en el Estado de Pará (al norte de Brasil) resolvió el miércoles retirar la licencia ambiental y suspender la licitación para construir una gigantesca y controvertida central hidroeléctrica en la Amazonia brasileña, informó la Agencia Estado (privada).

El juez federal Antonio Almeida Campel aceptó una solicitud del Ministerio Público Federal (MPF, Fiscalía) de Pará y canceló una licencia concedida a la empresa Belo Monte para la construcción de la usina.

De esa forma quedó suspendida la licitación prevista por el Gobierno para el 20 de abril. Sin embargo, la decisión puede ser apelada en un tribunal de Brasilia.

Este proyecto con un coste de unos 11.000 millones de dólares (más de 8.100 millones de euros) generó desde hace meses una fuerte controversia debido a las peticiones de numerosas tribus indígenas que habitan esa zona amazónica, y de grupos ecologistas de todas partes, que cuestionan su viabilidad y advierten sobre los daños ambientales.

Asimismo, el Ministerio Público lo había cuestionado por supuestas irregularidades, principalmente en torno a obras en reservas indígenas.

El juez Campel decidió que el Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama) se abstenga de emitir una nueva licencia y que la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel) no siga con la licitación, so pena de una multa de un millón de reales (570.000 dólares, 420.000 euros) y de ser acusadas de crimen ambiental.

La usina tendría capacidad para producir 11.000 MW en plena Amazonia, y está proyectada para ser la tercera mayor del mundo. En febrero recibió autorización del Ministerio del Medio Ambiente de Brasil.

Entre las condiciones ambientales están que la empresa ganadora de la licitación debía gastar unos 800 millones de dólares (590 millones de euros) en mitigación de daños, incluyendo preservación de áreas indígenas.

La usina está prevista en el río Xingú, el mayor de la Amazonia, excavando un área mayor que el canal de Panamá para crear una zona inundada de unos 500 km2.

El río debería ser desviado en un tramo de más de 100km de extensión y la usina entraría en operación en su primera fase hacia el 2015. La segunda etapa iniciaría en el 2019.

En los últimos días organizaciones ambientalistas y personalidades como el cineasta canadiense James Cameron, director de la multimillonaria ‘Avatar’, se unieron al coro de voces contra la central. Cameron, que había viajado a varias regiones amazónicas y tuvo encuentros con líderes de tribus local, había pedido el lunes al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, que asuma el papel de «héroe» y anule el proyecto de construcción de la represa.

Sin embargo, Lula defendió este miércoles la construcción de la planta energética. «Nadie tiene más interés en defender la Amazonia y los indios que el propio Brasil», sostuvo.

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