Foto: Serfor

• El felino se habría escapado de una casa donde estaba cautivo. Esta especie habita las zonas andinas y los bosques secos del país.

Personal especializado del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) rescató a un ejemplar de la especie gato del pajonal (Leopardus garleppi) que se encontraba al interior de un edificio en el distrito de San Isidro, cerca de El Olivar.

El hecho se produjo tras una denuncia realizada a través de la plataforma Alerta Serfor. Según los vecinos, el “gato salvaje” permanecía cautivo en una casa cercana del cual se escapó y rondaba por la zona.

El gato de pajonal o gato del desierto es un felino pequeño que vive a lo largo de la Cordillera de los Andes y en la vertiente del Pacífico, desde Tumbes hasta Tacna, en una variedad de hábitats que incluyen ceja de selva, páramo, pajonal de puna, humedales altoandinos, bosques secos, colinas costeras y algunos humedales costeros.

Tras el rescate, los especialistas de la Administración Técnica Forestal y de Fauna Silvestre (ATFFS) Lima del Serfor, realizaron una primera evaluación y determinaron que se trata de un ejemplar macho, de aproximadamente un año y medio de edad, el cual se encontraba con un poco bajo de peso y tenía pulgas.

Foto: Serfor

“Al haber estado en contacto con gatos domésticos, podría haberse contagiado con ectoparásitos y alguna enfermedad viral”, indicaron los especialistas del Serfor, quienes ahora realizarán los análisis respectivos para determinar su estado de salud. El felino fue trasladado a un centro de cría autorizado para recibir la atención oportuna y cuidados veterinarios.

El organismo forestal y de fauna silvestre recordó que especies como el gato de pajonal forma parte de nuestro patrimonio natural y se encuentran protegidos por el Estado Peruano. Según la Ley 29763, Ley Forestal y de Fauna Silvestre, el comercio, transporte y tenencia de fauna silvestre sin contar con los documentos que amparen su procedencia legal, constituye una infracción muy grave. Este hecho se sanciona con multas que fluctúan entre los 10 y 5000 UIT según los criterios de gradualidad.

Además, estas actividades ilegales representan un delito contra los recursos naturales, y pueden ser reprimidas con pena privativa de libertad entre tres y cinco años.