A falta de dos días para su culminación, y a pocas horas de la presentación del presidente de EE. UU., Barack Obama, en la XV Cumbre sobre cambio climático de la ONU, no son pocos los que se preguntan si la COP 15 será un fracaso, como ha tratado de entrever el ministro del Ambiente Antonio Brack. Para muestra, esta nota de Reuters que grafica el estado de las conversaciones multilaterales.
Se desvanecen esperanzas de acuerdo clima Copenhague
Por Gerard Wynn y Emma Graham-Harrison
COPENHAGEN (Reuters) – Las posibilidades de lograr un acuerdo sólido sobre cambio climático de la ONU disminuían el jueves, en el clímax de dos años de negociaciones, debido a que los países ricos y las naciones en desarrollo estaban estancadas en las reducción de emisiones de gases invernadero.
Decenas de jefes de Estado están acudiendo a la capital danesa para asistir a la conferencia del 7 al 18 de diciembre, y esperan firmar el viernes un nuevo acuerdo para detener el calentamiento global.
Los ministros han luchado por elaborar un texto coherente para que los líderes puedan firmarlo, ya que hasta el momento han fracasado en sus intentos por salvar sus diferencias sobre cuánto deben hacer los países industrializados y aquellos en desarrollo para reducir las emisiones de dióxido de carbono.
La propuesta danesa de dividir las negociaciones en grupos más pequeños para acelerar el progreso encontró la oposición de los países pobres, apoyados por China, uno de los grandes emisores de gases de efecto invernadero, debido a que temen que sus voces no sean escuchadas. No hubo avances durante la noche.
«Tenemos una situación grave. Desperdiciamos un día completo», dijo el ministro alemán de medioambiente, Norbert Roettgen, a Reuters.
China dijo a los participantes que no ve posibilidades de alcanzar un acuerdo detallado para detener el calentamiento global, dijo el jueves un funcionario de otro país involucrado en las negociaciones de Copenhague.
El funcionario, quien solicitó no ser identificado, dijo a Reuters que los chinos sugirieron a cambio emitir una «declaración política corta de algún tipo», pero que no estaba claro qué diría.
En Pekín, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China Jiang Yu dijo a periodistas que su país está comprometido con las negociaciones. «China espera que la reunión de Copenhague tenga éxito, y siempre ha asumido una actitud constructiva», afirmó.
Algunos ministros de países desarrollados se quejaban de que las negociaciones podrían verse ahogadas por asuntos de procedimiento.
«Tenemos una situación muy grave», dijo el ministro sueco de medioambiente, Andreas Carlgren, a Reuters.
LLEGAN LOS LIDERES
La cumbre de Copenhague tiene por objetivo lograr un acuerdo mundial sobre clima, como base para un pacto sobre un nuevo tratado para reemplazar el existente Protocolo de Kioto después del 2012, para evitar el peligroso cambio climático y propiciar un cambio a una economía mundial más ecológica y menos dependiente de combustibles fósiles.
Cerca de 120 jefes de Estado y Gobierno se reunirán en las negociaciones el jueves y viernes, mientras que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, planea llegar en la mañana del viernes.
Los oradores harán fila para hablar ante la cumbre hasta las primeras horas de la mañana, incluso políticos destacados como el primer ministro iraní, Mahmoud Ahmadinejad, la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula de Silva, y el mandatario francés, Nicolas Sarkozy.
Si bien el panorama general es oscuro, ha habido algunos avances en temas críticos para lograr un acuerdo.
Africa redujo dramáticamente sus expectativas de ayuda climática de los países ricos, y Japón comprometió cerca de 11.000 millones de dólares en fondos públicos para el 2012 para ayudar a los países pobres a adaptarse a un mundo más cálido y a reducir sus emisiones.
Los avances importantes se han estancado en temas como compartir el costo de la reducción de emisiones, y un desacuerdo sobre si elaborar un nuevo tratado climático o extender el actual Protocolo de Kioto y agregar un acuerdo extra que incluya a más naciones.
Kioto limita las emisiones de cerca de 40 países industrializados, pero no las de Estados Unidos, que nunca ratificó el acuerdo, y no exige acciones a los países en desarrollo.
Bajo un nuevo acuerdo, Estados Unidos quiere una supervisión internacional del cumplimiento de los países en desarrollo respecto a las metas de lento crecimiento de sus emisiones, algo que las naciones pobres han rechazado.
(Reporte adicional de Anna Ringstrom, Alister Doyle, Krittivas Mukherjee, Karin Jensen; Escrito por Gerard Wynn; Editado en español por Ricardo Figueroa)
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