Según apuntó el diario La Región, en declaraciones a Canal N, el ministro de Energía y Minas, Pedro Sánchez, aseguró que el vertido de entre 300 y 400 barriles de petróleo sobre el río Marañón “no debe ser motivo de alarma”, ya que esa no representa una magnitud grande.
Incluso, Sánchez comparó este incidente con la tragedia de BP, en las costas del Golfo de México. “Es un monto muy pequeño. En realidad, comparado con lo ocurrido en el Golfo de México, es una cosa muy pequeña que no debe ser motivo de alarma”, dijo.
Además, el ministro informó que está en un proceso de rehabilitar y resarcir la contaminación: “La empresa (Pluspetrol) ha informado que está en proceso de rehabilitar y reparar la contaminación que se ha podido dar y en los 10 próximos días debe haber concluido con la limpieza”.
“Es un hecho que no debiera darse. Cualquier elemento de contaminación debemos evitar pero ante una situación accidental debemos de tomar medidas rápidas”, expresó.
Sánchez dijo que PlusPetrol ha entregado agua y alimentos a las poblaciones ubicadas en las orillas del Marañón. La investigación final sobre el accidente la dará la Dirección de Capitanías (Dicapi).
BRACK ASEGURA QUE SE SANCIONARÁ A RESPONSABLES
De otro lado, el Ministro del Ambiente, Antonio Brack, aseguró a la prensa que se sancionará a los responsables de este accidente. Reafirmó que Dicapi y el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinerming) están investigando el hecho.
“La embarcación chocó, lo que ocasionó que se haga un hueco en el fondo (de la nave)”, explicó, para luego añadir que “de manera inmediata se aplicó el plan de contingencia” y la situación se controló “con apoyo de la población”.
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LA CONTAMINACIÓN PETROLERA NUNCA FUE SANCIONADA NI PENALIZADA EN PERÚ
Desde que comenzó la producción en el Lote 1AB de la selva norte ya se sabía que las petroleras estaban botando al río centenares de miles de barriles de agua contaminada con petróleo y venenos.
Ahora que se ha producido la desgracia y el crimen ecológico del Golfo de México, British Petroleum anunció –a regañadientes- que iba a invertir 1,000 millones de dólares en la remediación del daño socioambiental. Pero finalmente se le ha impuesto una obligación de 20,000 millones de dólares e incluso la penalidad puede aumentar.
En el Perú se ha estimado en 50 millones de dólares la remediación en la Oroya …ESTO ES 400 VECES MENOS QUE EN EEUU!!! … sin embargo no se cumple … nunca se paga nada por contaminar … basta con chorrearle un sobre en el bolsillo a los malos funcionarios peruanos … y se puede seguir destruyendo el medio ambiente y la vida.
Lo que ha hecho variar ese «status quo de corruptelas» … es la misma protesta indígena:
Los primeros días de marzo de 2010, EarthRights International (ERI) argumentó ante el Tribunal del Noveno Circuito de la Corte de Apelaciones, en el caso emblemático contra la salud pública y el medio ambiente, interpuesto por indígenas Achuar del Perú y la ONG Amazon Watch de EEUU contra el gigante petrolero Occidental Petroleum (Oxy), que debe ser resuelto en Los Angeles.
En este arquetípico caso, se acusa a Oxy de 30 AÑOS DE CONTAMINACIÓN, que ha dejado una contaminación masiva en el noreste de la Amazonía Peruana, y el tribunal de apelaciones deberá decidir si el gigante del petróleo enfrentará la demanda en Los Angeles o si el caso se trasladará a Perú, como pretende la petrolera, segura de gozar en Lima del favor y la benevolencia del Gobierno de Turno y de los digitados jueces de un Poder Judicial al tope de la corrupción y el tráfico de influencias.
Según datos reconocidos por Occidental Petroleum (OXY), en el juicio que el pueblo Achuar le ha abierto en Los Angeles, EEUU, donde queda su casa matriz, OXY vertió un promedio de 850.000 barriles diarios de subproductos tóxicos petroleros, derivados del proceso de extracción, directamente en los ríos utilizados por los Achuar para beber, bañarse, lavar y pescar. La cantidad llegó aproximadamente a 9,000 millones de barriles en el transcurso de 30 años de operaciones.
Asimismo, OXY utilizó pozos de tierra para almacenar los líquidos de las perforaciones, el petróleo crudo y los subproductos del crudo.
Estos pozos fueron antitécnicamente cavados directamente en la tierra, estaban abiertos, no forrados y sin barreras de protección. Muchas veces se derramaron en el suelo y en las aguas de la superficie y se filtraron en el suelo y en el agua subterránea.
Así, un importante número de niños de las cinco comunidades achuar que viven en la zona muestran actualmente concentraciones altas de plomo en la sangre, y a su juicio, “la única fuente probable de este envenenamiento por plomo es la contaminación que proviene de la producción del petróleo”. Los peces y la caza, así como la productividad agrícola para las comunidades que residen en la zona a mermado y ha hecho que actualmente los achuar tengan que viajar largas distancias y regresen a sus casas con menos alimentos y de menor calidad, cuando antes podían cazar y pescar en las cercanías de sus aldeas.
En 1971 Occidental Petroleum Corporation firmó un contrato con el Gobierno peruano para poder hacer exploraciones en búsqueda de petróleo en territorio ACHUAR, después de que una prueba preliminar demostrara la existencia de reservas importantes. Oxy empezó a explorar y extraer el petróleo de la cuenca del Río Corrientes en una región remota designada como el ‘Lote 1AB’ que había sido habitado por el pueblo achuar desde siempre. Se inició la producción en gran escala en 1975, y se convirtió en el complejo terrestre de campos petroleros más grande de Perú produciendo aproximadamente el 42 % del petróleo en el país.
Durante los años que Oxy ha estado presente en la región de Corrientes, la compañía construyó una infraestructura masiva de apoyo que incluía aeropuertos, helipuertos y refinerías. En sus años de mayor auge produjo aproximadamente 115.000 barriles de petróleo cada día.
APARECE PLUSPETROL EN EL 2000
OXY le vendió el Lote 1AB a Pluspetrol en el 2000. Hace poco la nueva propietaria, Pluspetrol, se comprometió a cambiar sus prácticas, hasta la fecha “no se han producido estos cambios”, mientras siguen violándose los derechos fundamentales de este pueblo
El Lote 1AB que hoy explota Pluspetrol comenzó su producción en 1975 con Occidental Petroleum (OXY), de EEUU. En 1979, era el productor más importante del Perú, con 109,000 barriles diarios (BD),la producción ha ido declinando y en el 2005 se produjeron 27,000 BD.
De 1975 al 2005 se han extraído 640 millones de barriles del Lote 1AB. Al precio promedio de US$ 25/barril, su valor es ni más ni menos que US$ 16,000 millones. Está claro que esos son ingresos y no ganancia neta. Pero aun descontando costos de producción, regalías e impuestos, el Lote 1AB ha dado ingentes ganancias.
AÑOS Y AÑOS DE CONTAMINACIÓN
Desde que comenzó la producción en el Lote 1AB de la selva norte ya se sabía que las petroleras (incluyendo Petroperú en el Lote 8) estaban botando al río centenares de miles de barriles (un barril = 42 galones) de agua contaminada. El agotamiento de los campos petroleros agrava el problema de la extracción del crudo, pues aumenta la cantidad de agua necesaria para hacerlo surgir de las entrañas de la tierra.
LA CONTAMINACIÓN NUNCA FUE SANCIONADA NI PENALIZADA
Pero la preocupación por el medio ambiente y la salud de las comunidades selváticas ha brillado por su ausencia. De a poquitos, con fuertes y constantes luchas de las comunidades de la zona, apoyadas por diferentes ONG, nacionales e internacionales, se fueron ganando espacios en las leyes nacionales, lo que fue reforzado por la creciente preocupación mundial por el medio ambiente.
En el Perú, las normas legales existen. Pero del dicho al hecho hay un largo trecho, pues las leyes no se cumplen o «se hace como que se cumplen». La cosa se agrava con gobiernos complacientes (léase corruptos), que priorizan «la inversión», considerándola un fin en sí misma y no un medio para lograr el desarrollo económico.
Lo que es peor, en cualquier conflicto con la población, «siempre la empresa tiene la razón y siempre la culpa la tienen los habitantes de la zona» (Tambogrande, Majaz, Cerro Quilish, Las Bambas, Combayo, Tintaya o Cerro Verde), que son azuzados por «curas rojos, izquierdistas de toda laya, ONG y ambientalistas locos».
La prensa alquilada sataniza el problema y pide «autoridad y orden», o sea entrar a sangre y fuego contra peruanos que defienden su hábitat.
EL QUE CONTAMINA PAGA
Lo correcto es poner en marcha el principio ya aceptado en todo el mundo: «El que contamina, debe pagar». Su inclusión fue débil en la renegociación del primer gobierno aprista con OXY en 1986. Pasó lo mismo cuando OXY le vendió el Lote 1AB a Pluspetrol en el 2000 (Petroperú pudo haber obtenido este lote, pero todavía regía el dogma neoliberal de la subsidiariedad del Estado) o cuando la estatal China National Petroleum Company le compró el 45% del Lote 1AB y del Lote 8 a Pluspetrol.
La cuestión es simple: el conflicto se origina porque hay explotación del recurso natural, lo que afecta el hábitat y el medio ambiente. Por tanto, quien quiera explorar debe, primero, tener licencia social y licencia ambiental. Y si se llega a firmar el contrato de explotación, hay que incluir claras cláusulas para que pague el que contamina. Increíble: el Lote 1AB ha generado US$ 16,000 millones y en la selva norte no a chorreado nada de prosperidad, muy por el contrario… tras cuernos … palos!!!!.
malcolm.allison@gmail.com