En los últimos años el deshielo del Polo Norte se ha incrementado debido al calentamiento global y esto ha creado una fuerte presión sobre el hábitat de especies como el oso polar, que han tenido que migrar en busca de comida.
Al noroeste de Rusia, en el archipiélago ártico Nueva Zembla, se ha reportado desde diciembre pasado la presencia de decenas de osos polares agresivos en toda la zona, donde viven al menos unas 3 mil personas.
«Vivo en Nueva Zembla desde 1983 y nunca vi una invasión tan masiva de osos polares», aseguró en un comunicado el jefe de la administración del archipiélago, Jigancha Mousin.
Según informa AFP, en total serían unos 52 osos polares los que pasean con frecuencia por Beluchia Guba, el pueblo más grande de este archipiélago donde hay una base militar rusa. En algunos casos los animales tienen «un comportamiento agresivo», asegura Alexandre Minaiev, otro representante de la administración.
«Atacan a la gente y penetran en los edificios de vivienda y de servicios (…) Entre seis y diez osos están permanentemente en el territorio del pueblo», asegura.
Según Minaiev, «la gente tiene miedo de salir de casa (…) los padres tienen miedo de dejar a sus hijos ir solos a la escuela».
En Rusia, los osos polares están clasificados como una especie en peligro y está prohibido cazarlos. Por el momento las autoridades intentan expulsar a los osos polares con vehículos de patrulla y perros, pero hasta ahora no han podido echarlos.
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