- Una de las áreas naturales protegidas más representativas de la Amazonía peruana ha sido reconocida a nivel mundial por su buena gobernanza en alianza con el pueblo indígena y el liderazgo de las mujeres en el desarrollo de emprendimientos sostenibles.
Por Angela Rodriguez / arodriguez@spda.org.pe
Entre los ríos Gálvez, Tapiche y Blanco, en el vasto territorio de Loreto, se extiende la Reserva Nacional Matsés, un área natural protegida creada con el objetivo de garantizar la conservación y permitir que las comunidades del pueblo indígena matsés continúen con el aprovechamiento tradicional, permanente y sostenible de sus recursos. Esta área ha sido reconocida internacionalmente al ser incluida en la Lista Verde de Áreas Naturales Protegidas y Conservadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
La Lista Verde de la UICN es una campaña mundial que busca la conservación exitosa de la naturaleza y un estándar de sostenibilidad de esta, por ello las áreas naturales protegidas que lo alcanzan son certificadas y se les reconoce que logran resultados continuos para las personas y la naturaleza de manera justa y eficaz. La Reserva Nacional Matsés ha logrado esta certificación internacional por sus altos estándares de conservación y el cumplimiento de los 50 criterios de calificación que establece la Lista Verde.
La reserva resalta por ser una de las áreas naturales protegidas más representativas de la Amazonía peruana, al albergar una importante muestra de diversidad biológica. En esta área se han encontrado el 22 % de mamíferos, 46 % de aves, 36 % de anfibios, 38 % de reptiles y 47 % de peces conocidos en la Amazonía.
Además, esta área protegida destaca por la participación activa del pueblo indígena matsés, que habita estos bosques desde tiempos ancestrales, y es parte de la planificación y gestión efectiva del dicho territorio. Este trabajo colaborativo es una de las características que ha permitido a la reserva calificar al reconocimiento de la Lista Verde.
Este trabajo se evidencia en el “Diseño de una estrategia de vigilancia y control eficiente para mantener el estado de conservación y asegurar el aprovechamiento sostenible en la Reserva Nacional Matsés”, como una solución a largo plazo. Y la “Construcción participativa e intercultural del Plan Maestro” de la mencionada reserva como una solución a corto plazo.
Este último, es un instrumento de gestión inclusivo de los requerimientos de conservación y aprovechamiento de una población culturalmente diversas (indígena y no indígena), que se elaboró mediante talleres interculturales con participación de intérpretes, generación de contenidos amigables que reconocen y evidencian el conocimiento práctico y tradicional de la población local, entre otras acciones.
En la gestión de la Reserva Nacional Matsés también resalta el criterio de igualdad de género y empoderamiento de las mujeres, a través de acciones que promueven su participación en la gestión del área y en el manejo de los recursos naturales mediante empoderamientos de artesanía y otros.
Actualidad Ambiental conversó con Carola Nidia Carpio, jefa de esta área protegida, para conocer más sobre el trabajo que realizado para lograr este reconocimiento internacional.
¿Cómo ha sido el proceso para lograr que la reserva matsés sea incluido en la Lista Verde?
Estuvimos en este proceso desde el 2018 hasta lograr acceder al estándar. Ha sido un trabajo bastante largo y minucioso porque este estándar (la Lista Verde) tenía 50 criterios de calificación, y hemos tenido que cumplir con cada uno de estos. Todos han sido bastantes complejos.
Al final del proceso, en el 2023, tuvimos la visita de un grupo de expertos que corroboraron que todo lo que plasmamos en los documentos era real. En marzo de 2023, este grupo de expertos visitó el área, estuvieron en el ámbito de la comunidad nativa Matsés, conversaron con las personas que viven en la comunidad, con las organizaciones de cazadores, artesanas, vigilantes comunales, entre otros. Y luego de su visita hicieron un informe en el que nos dieron su visto bueno, asegurando que el área cumple con los requisitos de buena gobernanza, gestión efectiva, entre otros componentes que demostraron el éxito del área.
¿Cuál el estado de conservación del área y qué otros componentes han permitido este reconocimiento internacional?
La Reserva Nacional Matsés tiene un estado de conservación de 99.96 % del total de la superficie del área. Nosotros hemos demostrado este buen estado de conservación del área para lograr este reconocimiento, pero también ha sido fundamental demostrar el modelo de gestión participativa que desarrolla la reserva a través del trabajo articulado, con el pueblo indígena matsés y los otros pueblos que se encuentran en el ámbito de la reserva como son el pueblo kukama-kukamiria, kichwa, capanahua y la población de comunidades campesinas.
Otro punto clave para lograr este estándar ha sido demostrar la buena gobernanza, tanto de parte de las comunidades como con las instituciones que participan en el área. Todo esto ha sido parte de la evaluación que nos hicieron. Asimismo, es importante resaltar que los guardaparques de la reserva también son de los pueblos indígenas que están en el ámbito de esta y de las comunidades campesinas, lo que hace que este sea un grupo diverso con diferentes visiones que permiten tener varios ángulos de una misma realidad.
A partir de este trabajo articulado, ¿qué oportunidades ofrece la Reserva Nacional Matsés a las comunidades?
Venimos trabajando el tema de las artesanías, que desarrollan sobre todo las personas de las comunidades matsés. Nosotros (la jefatura del área) aportamos a esta actividad, generando fortalecimiento de capacidades para que, por ejemplo, tengan productos con mejores acabados, articulen mejor con el mercado nacional e internacional, y para visibilizar el trabajo que realizan.
Antes no existían grupos de artesanos y artesanas, ahora sí existen y son principalmente de mujeres, lo cual es bastante resaltante, porque a través de esta actividad las mujeres logran desarrollar rol importante en lo que es la generación de ingresos económicos en sus comunidades, que además permite algo muy interesante: que la juventud se queda en sus comunidades.
Algo que sucede muchas veces en las comunidades nativas es que la juventud tiende a salir, y hay comunidades de solo adultos y ancianos. Pero, a través de esta actividad (artesanía), se logra empoderar a las mujeres, asegurar la transferencia de conocimientos ancestrales, y que abuelas junto con niñas realicen una actividad en conjunto; esto permite que las más jóvenes identifiquen esto como una forma de generar ingresos económicos sin necesidad de abandonar su cultura y pueblo. Esto constituye, para nosotros, un hecho trascendental porque estamos contribuyendo al desarrollo de estas comunidades.
También se realiza el manejo de quelonios y de palmeras. Porque una de las actividades económicas más importante en el sector es la venta de hojas de irapay, para lo que el área ya tiene acuerdos de actividad menor y planes de manejo para su aprovechamiento. Además, se está incluyendo el aprovechamiento de fauna silvestre por ser la cacería una actividad que es parte de la cultura de las comunidades. Asimismo, el hecho de que las personas trabajen artesanías con fibra de chambira da pie a que podamos trabajar con ellos la reforestación de esta especie.
En cuanto a la proyección a futuro del área: ¿qué retos enfrentan?
Ahora tenemos el reto de mantener el estándar, que es algo que nos ha tomado muchos años lograr. Nos gustaría también que, en conjunto con las poblaciones, podamos identificar otras actividades productivas que se pueden desarrollar en la zona. Y ahora que las comunidades que están en el ámbito del área se visibilizan a través del logro de este estándar, tenemos la gran oportunidad de mostrar y demostrar todas las actividades que podrían desarrollarse en el área. Nos parece importante también que se visibilice, a través de este logro, que los esfuerzos de conservación tienen resultados que son reconocidos a nivel mundial.
Datos:
- La Reserva Nacional Matsés fue creada el 26 de agosto de 2009, mediante Decreto Supremo 014-2009-MINAM. Se ubica en el ámbito geográfico de los distritos de Yaquerana, Requena y Soplin, provincia de Requena, departamento de Loreto.
- Tiene una extensión de 420 635.34 hectáreas y forma parte de un Corredor Biológico Binacional junto con el Parque Nacional Sierra del Divisor y dos reservas territoriales en Brasil. Además, superpuesta a esta se ubica una reserva indígena.
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