Para cuidar los frutos del mar: reglamento de extracción de mariscos en espera
jueves 28 de enero, 2021
- Aún está pendiente la aprobación del Reglamento de Ordenamiento Pesquero (ROP) de recursos invertebrados marinos bentónicos en el Perú. ¿Hasta cuándo esperaremos para extraer y consumir, de manera sostenible, los suculentos mariscos del mar peruano?
Por Ramiro Escobar
En el 2018, el entonces viceministro de Pesquería Hector Soldi convocó a diversos grupos de pescadores y especialistas para trabajar una propuesta de Reglamento de Ordenamiento Pesquero de Recursos Invertebrados Marinos Bentónicos. Ello con la finalidad de neutralizar una serie de tumbos con los que lidian los extractores de mariscos y algas en el Perú. Con los continuos cambios en el Ministerio de la Producción (Produce), esta propuesta recién salió a la luz a finales del 2019, cuando durante la gestión de la ministra Rocío Barrios, se publicó la propuesta mediante Resolución Ministerial 502-2019-PRODUCE, con la finalidad de recibir comentarios de la ciudadanía.
[Ver además ► Reglamento de extracción de mariscos: principales puntos de la propuesta de Produce]
Un recurso bentónico es aquel que vive pegado al fondo marino, por lo general en colonias o bancos y que tiene poca capacidad de movimiento. Se adhiere a la arena, a las rocas de diverso tipo, o a los arrecifes, lo que hace que su captura sea relativamente más fácil que la de las especies que se mueven por el mar (como los peces pelágicos). Los pulpos, los cangrejos de diversas especies, las machas, las almejas, los choros, las conchas de abanico, los erizos, las langostas caen esa categoría.
También las algas como el yuyo, tan frecuente en los platos de ceviche (al lado de otros bentónicos como las conchas negras). En toda la costa peruana, que se extiende a lo largo de 2250 kilómetros, existen más de 7 mil pescadores dedicados a la extracción de estas especies, pero desde hace años tienen que desplegar sus faenas enfrentando la pesca furtiva, la sobrexplotación, la falta de apoyo del Estado. Algunos incluso han creado sus propias estrategias de pesca sostenible, como es el caso de la Comunidad de Pescadores Artesanales de Marcona (COPMAR), que agrupa a 16 asociaciones y desde 1990 establece tallas mínimas, topes de extracción y vedas adicionales a las que impone el Gobierno.
El nuevo ROP para bentónicos ayudaría a formalizar esfuerzos como el de los pescadores de Marcona, alentaría otros (como los que hay en Ancón y Morro Sama) y evitaría la informalidad, mediante el registro de extractores de bentónicos, ya sean buzos a pulmón, buzos con compresora, orilleros (extractores que trabajan en las orillas del mar), ‘saltamocheros’ (los que van saltando entre las rocas), dueños de embarcaciones.
Al permitir la implementación de planes de extracción (planes de manejo) y dar exclusividad a los grupos involucrados en el plan, se tendría el apoyo de los mismos pescadores para hacer frente a la pesca ilegal en las zonas de reserva pesquera (que serían delimitadas en coordinación con organizaciones de pescadores formales) y fomentaría la pesca responsable. También se pretende establecer zonas donde la extracción de bentónicos esté prohibida para recuperar poblaciones y ecosistemas.
Mira también la entrevista a Manuel Milla, dirigente de la Comunidad de Pescadores Artesanales de San Juan de Marcona (COPMAR):
Por añadidura, ayudaría a minimizar los riesgos para la salud de los extractores de bentónicos, especialmente de los buzos que usan una compresora para sumergirse en el mar. Se producirían menos casos como el del joven pescador de Sechura, Edgar Tocto, quien murió al sufrir una severa descompresión al salir del mar mientras trabajaba en la caleta de Parachique. Una mayor formalización, gracias al ROP, también promovería cursos de preparación, de prevención, al promover una alianza entre las comunidades de pescadores, el Estado e instituciones privadas.
En diciembre del 2019, se cerró el período para que la sociedad civil, especialmente la más vinculada a esta actividad, haga sus aportes al proyecto del ROP. Hasta antes de la crisis política vivida en el Perú en noviembre pasado, Produce se había reunido con gremios de pescadores del norte y del centro, y comenzaba a hacerlo en el sur. Sin embargo, la comprensible paralización del Estado debida a la tormenta institucional no debe ser motivo para dejar varada su aprobación, pues mejoraría la vida de quienes buscan su sustento en ella, y se juegan el pellejo cada día, así como de quienes consumen los productos que con tanto sufrimiento ellos sacan.
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