- La Defensoría del Pueblo solicitó a tres ministerios tomar acciones a fin evitar el aumento de contagios en la población ubicada en el Rímac. Se desconoce el número total de infectados.
Por Luis Chacón
La comunidad shipibo-conibo ubicada en el Rímac registró el fallecimiento de tres personas y hasta el momento se desconoce el número exacto de infectados. Según la última muestra que tomó el Ministerio de Salud (Minsa) en esta zona, el sábado 2 de mayo, de las 120 pruebas realizadas, la mitad dio positivo.
El primer deceso se dio la madrugada del domingo y si bien varios medios han informado que se trató de un hombre de 38 años, la versión de Wilson Valle Payas, presidente de la Asociación de la Comunidad Urbana Shipibo Konibo de Lima Metropolitana (Acushikolm), es que el difunto de iniciales ECV tenía 45 años y era trabajador del municipio limeño.
“Él estaba mal anteriormente, según los vecinos. Él trabaja en la Municipalidad de Lima en áreas verdes, eso era lo que nos comentaba. Ayer falleció con varios síntomas. Él estaba viviendo solo, su mujer había viajado y eso fue lo que pasó”, comenta Valle.
Personal de Diresa Lima Norte llegó a la comunidad el pasado domingo por la tarde para levantar el cuerpo y, según cuenta Valle Payas, el Minsa sí está al tanto de lo sucedido, aunque no ha informado sobre las acciones que tomará.
“El Minsa está monitoreando esto, pero ahora lo que estamos pidiendo es que se haga un nuevo descarte al total de la población para saber quiénes son y cuántos son. Como dirigentes queremos saber y conocer”, precisa Wilson Valle.
“Necesitamos urgente ese descarte, somos una población mayor. En la mañana conversé con el Ministerio de Cultura y ellos están gestionando para este nuevo descarte”, agrega el presidente de Acushikolm.
La artista y dirigente Olinda Silvano también se mostró preocupada por las otras dos muertes registradas en Cantagallo en menos de dos días. Señaló que uno de los fallecidos no mostraba síntomas y hace poco, incluso, le contó que había cobrado “su bono”.
A raíz de estas muertes y una tercera de la que no se tienen muchos detalles, salvo que se trataba de un adulto mayor, Silvano ha preferido no movilizarse por todo el terreno que abarca la comunidad debido a que sufre de diabetes, aunque sí ha pedido a la comunidad que cumpla con la cuarentena.
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“Hemos estado conversando y hablando por parlante para que hagamos la cuarentena y nos apoyemos. No sabemos cuándo podemos amanecer muertos, yo no quiero acercarme porque soy diabética”, precisa Olinda Silvano y agrega que un grupo de dirigentes también han pedido a las personas que dieron positivo en la última muestra realizada que eviten salir de sus casas.
Sin agua, sin desagüe, sin electricidad y sin poder vender sus artesanías (principal fuente de ingresos), la comunidad shipibo-conibo de Cantagallo se enfrenta al coronavirus a la espera de donaciones y accesos limitados a necesidades básicas.
“La verdad es que estamos pasando una situación crítica en esta zona. Estamos pidiendo el apoyo en cuestión de alimentos porque no somos 238 familias, somo más de 500. Cada vez que nos traen es para los empadronados y necesitamos que atiendan a la población que está aquí”, comenta Wilson Valle Payas.
El dirigente de Cantagallo asegura que son muchas las personas que presentan síntomas de COVID-19 y que hasta el momento han manejado estos casos con sus plantas medicinales, pues no han recibido mayor apoyo.
“Muchas personas están mal de la garganta y con síntomas de resfrío. Más que todo son adultos, los niños casi nada”, precisa Valle.
Olinda Silvano, por su parte, asegura que hace unos días fueron varias las personas que presentaron síntomas similares a un resfriado, pero que estos no llegaron a mayores.
“Nosotros estuvimos mal hace unos días, como si tuviéramos resfrío, pero ya pasamos. Estaba un poco mal, pero aquí cerca estamos bien, pero como la comunidad es grande no podemos ir a arriesgarnos hasta el fondo y ver si hay personas enfermas”, indica Silvano.
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La artista shipibo también pidió que se tome en cuenta la estructura de sus viviendas, muchas de estas hechas con madera y que generan un “riesgo” cuando se trata de mantener el distanciamiento a fin de evitar la propagación del COVID-19.
“Estamos pidiendo que vengan médicos para que nos atiendan. Nosotros vivimos pegados, no tenemos casas de cemento, son de madera y es un riesgo estar así. No somos animales, somos gente”, precisa la dirigente de Cantagallo.
Actualidad Ambiental también se comunicó con el dirigente Vladimir Inuma, sub-jefe de la Asociación Comunidad Shipibo-Konibo Cantagallo, quien vía telefónica dio claras muestras de tener problemas de salud, por lo que prefirió no dar declaraciones.
Hay que precisar que hace unos días, Inuma solicitó un mayor apoyo al gobierno para evitar futuros contagios en la comunidad Cantagallo, empezando por el acceso directo al agua, derecho básico en todo ser humano y de suma importancia como medida de higiene para evitar contraer el COVID-19.
Defensoría del Pueblo se manifestó
A través de sus redes sociales, la Defensoría del Pueblo se pronunció por el fallecimiento de 3 ciudadanos de Cantagallo. En un primer tuit, la entidad solicita tanto al Ministerio de Salud como a las municipalidades de Lima y el Rímac a tomar acciones inmediatas.
“Desde la Defensoría del Perú lamentamos los fallecimientos de 3 ciudadanos de Cantagallo. Exigimos al Minsa atender a casi 238 familias de comunidad indígena shipibo-conibo y a la Municipalidad de Lima continuar con apoyo humanitario y a la Municipalidad del Rímac realizar limpieza y desinfección”, señala el mensaje.
En otra publicación, la Defensoría pide al Ministerio del Ambiente “acondicionar con urgencia un albergue de cuarentena a ciudadanas/os shipibos de Ucayali varados en Lima, alojados en Cantagallo, además garantizar alimentos y todas las medidas sanitarias para evitar propagación del COVID-19.
Finalmente, la Defensoría del Perú también incluyó al Ministerio de Cultura en sus solicitudes para que “lidere y coordine con el Ministerio de Salud la intervención multisectorial con enfoque intercultural para diagnóstico, vigilancia epidemiológica y acciones de prevención, tratamiento, manejo de casos positivos y el manejo sanitario de defunciones”, registradas en Cantagallo.
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