• En Madre de Dios se registran nuevos desplazamientos de mineros ilegales, quienes pese al estado de emergencia han continuado con sus actividades.

Por Luis Chacón

 

En lo que va de 2020, el precio del oro ha batido todos los récords. Hasta la fecha se calcula que su cotización se ha incrementado casi en un 19%, superando los 1800 dólares por onza, según informa CNN, un precio más alto que los registrados entre 2011 y 2012.

Pese a que esta pueda ser una buena noticia para muchos inversionistas, no lo es para la Amazonía. En nuestro país, por ejemplo, solo en los primeros cuatro meses del año se han extraído 29 toneladas, informa Mongabay.

Según el Proyecto del Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP), desde febrero de 2019 se han perdido 800 hectáreas de bosques amazónicos a causa de la minería ilegal. Solo en los dos primeros meses de la cuarentena, 80 hectáreas ubicadas en Madre de Dios fueron arrasadas.

“Aunque la tasa de deforestación minera ha disminuido, la actividad ilegal continua incluso durante la pandemia”, declaró Matt Finer, director del MAAP en conversación con la agencia EFE.

Hay que tener en cuenta que desde el inicio del estado de emergencia (16 de marzo) hasta finales de mayo, la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental (FEMA) realizó más de 2 mil intervenciones por delitos ambientales en las que participaron la Policía Nacional y Marina de Guerra.

De ese grupo de operativos, 75 estuvieron destinados a incautar y destruir maquinaria de la minería ilegal en Madre de Dios, una cifra bastante alentadora en comparación con meses anteriores, pero que parece insuficiente en la lucha por frenar este problema nacional.

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Esta actividad informal generaría una pérdida de US$70 y US$120 millones anuales en una región que se encuentra entre las cuatro principales productoras de oro y que, según la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía, el 50% de su PBI depende del comercio de este mineral.

Como se sabe, además de la contaminación ambiental, la minería ilegal evade impuestos, no genera canon y además trae consigo otros problemas conexos. En contraste a ello se encuentra el sector formal, pero que solo en el mes de abril redujo sus exportaciones hasta en un 65%, según Pablo de la Flor, director ejecutivo de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE).

Para Víctor Zambrano, presidente del Comité de Gestión de la Reserva Nacional Tambopata, el incremento del precio del oro juega un papel importante en el retorno de la minería ilegal en zonas que se pensaban controladas.

“Debido a que el precio internacional del oro se ha incrementado, estas personas han retornado masivamente a La Pampa y la zona de amortiguamiento. Todos quieren sacar oro a como dé lugar. Es un problema que no se soluciona solo con el trabajo que realiza la Fiscalía y las Fuerzas Armadas, que es un trabajo esforzado hay que decirlo. Tiene que haber una intervención integral a todos los niveles. Actualmente, tenemos 25 mil hectáreas deforestadas de bosque por la minería ilegal y hasta ahora no han hecho nada”, explicó Zambrano a El Comercio.

Operación Mercurio 

En febrero de 2019 inició la “Operación Mercurio” a fin de erradicar la minería ilegal en la zona de La Pampa, en Madre de Dios, donde durante años reinó la informalidad. Otro de los propósitos de esta operación fue intervenir la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional de Tambopata, donde también se dan los delitos de trata de personas, explotación sexual y laboral, y crimen organizado.

Según MAAP, tras la intervención de la Policía se logró reducir la deforestación en un 92% en La Pampa, ubicada en el río Malinowski, donde se deforestaban 173 hectáreas por mes. Sin embargo, los mineros aún desarrollan sus actividades en otras zonas igual de frágiles.

“Es un escenario de buena y mala noticia. Lo bueno es que, en general, la deforestación por minería ilegal de oro está disminuyendo en el sur de la Amazonía peruana debido a la Operación Mercurio (…) La mala noticia es que la minería ilegal continúa ocurriendo en numerosos sitios en una vasta área. Hay zonas que siguen muy amenazadas”, declaró a EFE Matt Finer.

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Un problema respecto a los operativos es conocer los puntos exactos donde se realizan las actividades mineras ilegales, explica Karina Garay, fiscal provincial especializada en medio ambiente de Madre de Dios.

“No tenemos identificados exactamente los puntos donde están los mineros ilegales, salimos a patrullar por el río. Nos queda explorar los caños y así poder interdictar”, indicó Garay a Perú21.

Según la fiscal, muchos de estos grupos de mineros informales pensaron que los operativos no continuarían por la pandemia por lo que decidieron incursionar en otras zonas. No obstante, las labores fueron frecuentes.

“Hoy los fiscales tenemos más tiempo para las operaciones y la Marina de Guerra ha implementado mayor logística de embarcaciones y podemos adentrarnos más en los ríos. Esto nos ha servido para hacer operaciones semanales y hemos incrementado el número de intervenciones”, mencionó la especialista.

DATOS:

• El mercurio utilizado por los mineros ilegales ingresaría de forma clandestina desde Bolivia. Para simplificar el grado de contaminación a los ríos de este elemento, se calcula que por cada kilo de oro se necesitan tres kilos de mercurio.
• Hasta junio de este año se informó que había un total de 48.711 mineros inscrito en el Registro Integral de Formalización Minera (REINFO).
• La Dirección de Formalización Minera del Ministerio de Energía y Minas especifica que solo están permitidas las actividades mineras en el Corredor Minero, zona que ocupa alrededor del 5% del territorio de Madre de Dios, donde realizan labores casi 300 operadores mineros formalizados.