La Copa del Mundo se disputa desde el 20 de noviembre hasta el 18 de diciembre de 2022. Foto: AFP

• Los organizadores del torneo de la Copa del Mundo son acusados por asumir compromisos climáticos sin sustento científico y que solo serían parte de una campaña de marketing.

¿Qué tan efectivo es verificar la neutralidad de carbono en eventos globales? La FIFA (Federation Internationale de Football Association), organismo responsable de organizar los torneos de fútbol más importantes, anunció que Qatar 2022 sería la primera Copa Mundial «carbono neutral».

En junio de este año, su presidente Gianni Infantino presentó la campaña “Tarjeta Verde por el Planeta” con el fin de promover la sensibilización sobre la protección del medio ambiente. Según la Estrategia para el Clima de la FIFA, la organización se ha comprometido a reducir las emisiones un 50 % para el año 2030 y alcanzar las cero emisiones netas en 2040.

Antes del inicio de Qatar 2022, Infantino presentó un documento llamado «Sustainability Strategy» con el objetivo de establecer un punto de referencia para la gestión ambiental de este tipo de eventos. 

Los ocho estadios que fueron construidos para Qatar, así como los campos de entrenamiento y la infraestructura de transporte «están diseñados y construidos de acuerdo con los estándares de construcción sostenible», según explicaron en su sitio web. Además, señalan que el sistema de riego utilizará agua 100 % reciclada y convertirán un 25 % de los autobuses públicos a autobuses eléctricos para su uso durante todo el torneo. 

Gianni Infantino en la presentación de la tarjeta «Green Card for the Planet». Foto: FIFA

Qatar es conocido por obtener el 99 % de su energía de los combustibles fósiles. La FIFA estimó una emisión total de 3.6 millones de toneladas de gases de carbono. Sin embargo, el informe de Carbon Market Watch señala que la cifra real alcanzaría los 5.2 millones de toneladas.

El informe no evalúa el alcance total del impacto de las medidas de mitigación climática implementadas en esta Copa del Mundo, pero revela que algunas de estas acciones no son sostenibles o transparentes. 

“Sería genial ver que el impacto climático de las Copas Mundiales de la FIFA se redujera drásticamente. Pero la afirmación de neutralidad de carbono que se está haciendo simplemente no es creíble”, dijo Gilles Dufrasne de Carbon Market Watch, autor del informe.

Por ejemplo, los organizadores de la Copa del Mundo crearon un vivero de árboles y césped, la «granja de césped más grande del mundo», con la finalidad de absorber las emisiones de CO2 de la atmósfera. Sin embargo, los especialistas de Carbon Market Watch señalan que el almacenamiento de carbono en estos espacios verdes artificiales y vulnerables será poco probable y que el dióxido permanecerá en la atmósfera durante siglos o milenios. 

Otro punto está referido a los estadios, que se construyeron exclusivamente para este torneo. Estos complejos, por ejemplo, tienen un sistema de aire acondicionado, lo cual ha aumentado el consumo de electricidad y, por ende, incrementó también las emisiones de CO2.   

“A pesar de la falta de transparencia, la evidencia sugiere que las emisiones de esta Copa del Mundo serán considerablemente más altas de lo esperado por los organizadores, y es poco probable que los créditos de carbono que se compran para compensar estas emisiones tengan un impacto suficientemente positivo en el clima”, agregó Gilles Dufrasne.

El sistema de climatización de los estadios es de última generación. Foto: AFP

Para compensar el daño ambiental, la FIFA presentó seis proyectos de energías renovables. Sin embargo, estos proyectos solo compensarán  0.5 millones de toneladas de carbono. Esto implica que es apenas una séptima parte de lo calculado por la FIFA y una décima parte de lo estimado por Carbon Market Watch.

Cabe resaltar que el reporte final de la huella de carbono de Qatar 2022 está programado para publicarse después del 18 de diciembre, cuando finaliza el evento.

Vuelos se incrementaron 

La construcción de los estadios en un área geográfica ayudarían a que el público asistente no se movilice largas distancias y, por lo tanto, se reducirían las emisiones. Sin embargo, la limitada capacidad para recibir a los hinchas ha hecho que miles de ellos se alojen en países vecinos como Emiratos Árabes Unidos, lo cual ha generado un incremento considerable de vuelos.

Según un informe de la BBC, la firma de contabilidad de carbono Greenly «estima que los vuelos del transbordador han generado entre 6000 y 8000 toneladas de emisiones de CO2 todos los días desde que comenzó el torneo».

«Se esperaba que la Copa del Mundo atrajera a más de 1.2 millones de visitantes, pero Qatar solo tenía 30 mil habitaciones de hotel, el 80 % de las cuales fueron reservadas por adelantado por la FIFA para equipos de fútbol, oficiales y patrocinadores», agregó la BBC.