Mineros informales de Madre de Dios invadieron terrenos en la cuenca del río Inambari (Puno) con el fin de realizar  actividades extractivas, alertando a los pobladores de la zona que se han visto amenazados por la contaminación y demás impactos negativos.

Los dirigentes del Frente de Defensa de Inambari alertaron a las autoridades sobre este hecho para que se tomen las acciones pertinentes. Mientras tanto, se han organizado para no permitir el ingreso a los mineros que, luego de los decretos emitidos por el Estado para controlar la minería ilegal, han invadido otros terrenos fuera de Madre de Dios.

Hernán Vilca, presidente del Frente de Defensa de Inambari, indicó que “esto se ha detectado hace un mes atrás, sobre todo por la zona del centro poblado de Puerto Manoa, distrito de San Gabán, por ello exhortamos a los pobladores del lugar a que no dejen entrar a estos mineros”.

Según Noticias SER, la vicepresidenta del Frente de Defensa de Carabaya y pobladora de San Gabán, Olga Cutipa, señaló que desde hace dos meses se ha advertido el incremento de maquinaria pesada en el sector Esquilaya.

“Incluso están invadiendo la zona de amortiguamiento del parque Bahuaja Sonene y contaminando de forma extrema, pero hasta la fecha las autoridades no hacen nada al respecto. Pedimos que el fiscal de Medio Ambiente verifique in situ esta situación para que tome acciones”, agregó.

Al respecto, César Rodríguez, director regional de Energía y Minas de Puno, confirmó que aumentó el número de maquinarias que realizan actividad minera informal en el mencionado lugar. “En las próximas semanas bajaremos a la zona para verificar esta situación y levantar los puntos de referencia y coordenadas, luego entregaremos dicha información a la fiscalía para que con apoyo de la Fuerzas Armadas y Policiales se lleve adelante acciones de interdicción”, indicó.

Por su parte, el responsable de la Unidad de Coordinación Territorial de la Defensoría del Pueblo, César Aguilar Andrade, confirmó que un 20 a 30% de mineros informales de Madre de Dios están migrando a las provincias de Carabaya en Puno y Quispicanchis en Cusco. En ese sentido, pidió a las autoridades regionales de Puno, Cusco y Madre de Dios coordinar acciones para erradicar esta actividad ilegal.