- Las condiciones climáticas también han generado que los niveles del lago Titicaca desciendan y la campaña agrícola se encontraría en riesgo, según el Senamhi.
De acuerdo con el Índice de Precipitación Estandarizado (SPI), enero fue el mes más seco en Puno en los últimos 59 años. Según el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), las estaciones meteorológicas de Limbani y Cuyo Cuyo (provincia de Sandia); así como Progreso, Azángaro y Arapa (Azángaro); y Pucará (Lampa), alcanzaron déficits sin precedentes.
Según la entidad, el Altiplano peruano viene registrando déficits de lluvia entre -30 % a -100 %. Estas condiciones secas también han repercutido en la disponibilidad hídrica de los ríos en la vertiente del Titicaca.
Los ríos Coata, Huancané, Ilave y Ramis presentan caudales muy por debajo respecto a su promedio histórico. En este último río, se registraron los valores más bajos de los últimos 18 años.
Según los especialistas, en lo que va del año hidrológico 2022-2023, se observa una tendencia descendente persistente en los niveles de agua en el Lago Titicaca, comportamiento que no se registraba en los últimos 20 años.
¿Campaña agrícola en riesgo?
Las lluvias de enero en la región del Altiplano coinciden con el periodo de requerimiento hídrico para los cultivos como la quinua, papa, habas, cebada, avena, pastos naturales, entre otros. Estos primeros meses del año son cruciales para la fase del crecimiento vegetativo y de floración.
Sin embargo, el alto déficit de precipitaciones durante enero ha condicionado que los suelos estén secos, y ello ha afectado el crecimiento y desarrollo de los cultivos. Se ha observado campos con plantas de bajo desarrollo; además, la presencia de cielo despejado ha condicionado mayor incidencia e intensidad de heladas agronómicas sobre los cultivos, con lo cual se han incrementado los daños.
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