Imágenes: SPDA

• A través de un pronunciamiento, la Alianza NorAmazónica (ANA) compartió cinco recomendaciones para que sean discutidas en la conferencia de las partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica (COP15).

La Alianza NorAmazónica (ANA), una iniciativa de diversas organizaciones comprometida con salvaguardar la conectividad ecosistémica y sociocultural en la región al norte del río Amazonas, presentó cinco recomendaciones al borrador del Proyecto de Marco Mundial de la Diversidad Biológica (MDB), que será discutido en mayo de este año durante la conferencia de las partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica (COP15).

“Desde ANA advertimos que el borrador actual del MDB no integra de manera adecuada ni suficiente el enfoque de derechos. En concreto, es clave que el texto del marco aborde efectivamente los derechos de los pueblos indígenas y comunidades locales, así como la protección de líderes y defensores ambientales. Esto último es de particular relevancia en un contexto como la Amazonía, donde los territorios indígenas protegen el 27.5 % del bioma y cuyos países presentan tasas alarmantes de asesinatos, y agresiones a líderes y defensores del medio ambiente”, se lee en el pronunciamiento y recuerda que durante el 2020, en Colombia, Brasil y Perú se concentraron cerca del 40 % de los asesinatos a líderes sociales.

La primera recomendación radica en la articulación de agendas de cambio climático y biodiversidad “para frenar la pérdida de biodiversidad y mitigar el cambio climático”, por lo que se recomienda “que la Amazonía sea reconocida como una región fundamental para regular los sistemas que soportan la vida, en la que los conocimientos de los pueblos indígenas y las comunidades locales son necesarios para su mantenimiento y protección; además de la plena participación de los pueblos indígenas, la inclusión del valor intrínseco de la biodiversidad en la toma de decisiones, el seguimiento, la evaluación, y la y la gestión participativa de la agenda de cambio climático”.

El establecimiento de metas específicas para regiones claves como la Amazonía es la segunda recomendación al considerar que la protección del 300 % de su superficie no es suficiente, por lo que ANA recomienda “que el MDB post 2020 destaque regiones estratégicas para la protección de la biodiversidad y otros ciclos naturales de importancia global (como la regulación hídrica y de carbono en la atmósfera), como la Amazonía” y que “los planes nacionales pueden construir una perspectiva regional que contribuya a mantener la integridad de esta región para la protección de la biodiversidad global”.

La tercera recomendación es la necesidad de la necesidad de incluir un lenguaje específico respecto a los pueblos indígenas, “de manera que sus territorios sean finalmente reconocidos como medidas espaciales que pueden contribuir con el cumplimiento de una meta ambiciosa (además de las ya contempladas en la redacción de la meta). Los territorios indígenas constituyen unidades de gestión y manejo que protegen de manera efectiva la biodiversidad, por lo que proponemos que en el plan de acción del MDB se incluyan indicadores específicos que hagan referencia a ellos […] Estos territorios han demostrado tener las tasas más bajas de deforestación, lo que confirma su efectividad en el manejo y la protección. Por lo mismo, consideramos que el MDB representa una oportunidad única para que los países amazónicos sean ejemplares en la debida implementación de una meta espacial ambiciosa que contemple a los territorios indígenas en el porcentaje establecido”.

Respecto a la cuarta recomendación, esta radica en la participación efectiva de los pueblos indígenas y comunidades locales, incluyendo la propia zonificación y manejo “como elementos determinantes para el uso y ordenamiento del suelo (Meta 1 del MDB sobre ordenamiento territorial)” y que debería reflejarse en “la planeación, distribución y ejecución de recursos; en brindar apoyo a la implementación de los instrumentos propios de ordenamiento y en la creación de las instancias de coordinación requeridas”, por lo que “es indispensable asegurar la voz de los pueblos indígenas durante todo el proceso que deriva en las posiciones nacionales de los países amazónicos, y que la misma sea parte de las delegaciones estatales en las COP18 (Meta 21 del MDB sobre participación efectiva)”.

Finalmente, la quinta recomendación se refiere a pasar de servicios ecosistémicos a sistemas de soporte de vida. Y es que, si bien “el Objetivo B del MDB del Borrador 1 plantea ‘contribuciones de la naturaleza a las personas’ como un concepto alterno al de ‘servicios ecosistémicos’, este posiciona al ser humano como un beneficiario pasivo de sus contribuciones y no como lo que es: parte de la naturaleza”. Ante ello se plantea “incorporar aquellos elementos intangibles, tanto naturales como culturales, que son necesarios y relevantes para conservar nuestra diversidad biológica y sociocultural” con una visión integral “en la que nos concebimos como participantes de los sistemas naturales que nos sostienen (ciclo del agua, reguladores del clima, entre muchos otros)”.