- La propuesta legislativa busca modificar el artículo 310 y 310-C del Código Penal, incluyendo la protección de estos ecosistemas de vital importancia para la provisión de servicios ambientales.
Hace unos días, fue presentado en el Congreso de la República el Proyecto de Ley 1241, con el que se busca incluir a los pajonales, humedales y páramos como ecosistemas protegidos por el Código Penal. La iniciativa, que es liderada por la congresista Silvia Monteza (Acción Popular) e incluye a otros parlamentarios, recoge el trabajo realizado por la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA) en defensa de estos recursos naturales de vital importancia.
Ley que fortalece el cuidado de nuestros ecosistemas frágiles y mitiga los efectos del impacto ambiental mediante la modificación de los artículos 310 y 310-c del Código Penal es el nombre del proyecto que será revisado tanto por la Comisión de Justicia y Derechos Humanos, como por la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos, Ambiente y Ecología.
De lograrse la modificación de los artículos en mención, se podrá sancionar penalmente a personas naturales como jurídicas que infrinjan en perjuicio de pajonales (como la quema de estos), páramos y humedales de nuestros ecosistemas frágiles “con una pena privativa de libertad no menor de cuatro años ni mayor de seis años y con prestación de servicios comunitarios de cuarenta a ochenta jornadas”. En caso se cometiera el delito de forma agravada, “la pena privativa de libertad será no menor de ocho años ni mayor de diez años”.
Para conocer lo que significaría la aprobación de esta ley, es importante conocer la importancia de los humedales, pajonales y páramos, que son ecosistemas únicos ubicados en las alturas del Perú, encargados de captar el agua de la lluvia y el ambiente con sus arbustos y hiervas, la cual luego es filtrada hacia las tierras bajas para mantener áreas fértiles y servir de consumo no solo a animales, sino a familias y comunidades.
Para Carol Mora, directora del Programa de Política y Gobernanza Ambiental de la SPDA, esta propuesta es una buena iniciativa para proteger este tipo de ecosistemas frágiles vulnerables y que cuentan con un “enorme valor y aporte a los objetivos de conservación nacional”, pues “muchos de estos están asociados a la provisión de servicios ecosistémicos como los de regulación hídrica, por lo que es importante mantenerlos conservarlos y protegerlos de cualquier posible amenaza o afectación producto de actividades ilegales y formales que terminan superponiéndose o afectando directa o indirectamente la funcionalidad y las características esenciales de estos ecosistemas”.
La experta de la SPDA también se refirió al campo administrativo, donde se ha logrado, mediando la aprobación de un Decreto Supremo, la puesta en valor de los humedales mediante la creación un inventario nacional de humedales, así como otras disposiciones sobre qué se puede y qué no se puede hacer en estos, las condiciones de uso, y la prohibición de extracción de turba.
“En el tema de humedales se estableció explícitamente que la extracción de turbas se encontraba completamente prohibida y se dispuso que cualquier alteración al humedal con fines comerciales también se encontraba restringida. Estos avances en el ámbito administrativo más esta oportunidad para ampliar el ámbito de protección de los humedales, estableciendo como posible delito ambiental cualquier afectación a pajonales o humedales, termina por complementar el escenario legal. Luego el desafío estará en la operativización, en la justicia ambiental, en tener casos efectivos y que esto represente una disuasión ante aquellos que afectan estos espacios que merecen una protección especial. Creemos que es un gran avance y ojalá el Congreso de la República no solo le dé relevancia a este tema, sino a todos los temas ambientales que necesitan ser tratados con mayor urgencia y seriedad en la agenda pública y legislativa del país”, explicó Mora.
Bruno Monteferri, director de Conservamos por Naturaleza de la SPDA, también destacó esta propuesta legislativa referida a este tipo de ecosistemas frágiles e hizo hincapié en la protección de las turbas y la realidad que se vive en regiones como Amazonas, donde muchos pobladores queman pajonales que vuelven a crecer con rebrotes más tiernos que sirven para alimentar su ganado. Sin embargo, este proceso, que también es considerado una tradición para “atraer lluvias”, genera la pérdida de nutrientes y, a largo plazo, un desabastecimiento hídrico en zonas altas.
“Si queremos conservar el agua, se necesitan estrategias que protejan las turberas. Hemos identificado las turberas de las que depende el agua que fluye a la catarata de Gocta (Amazonas) y estamos trabajando con los titulares de dichas áreas para que sean bien gestionadas y conservadas. La inclusión de los humedales de manera expresa en el tipo penal que castiga la afectación de ecosistemas forestales ayudará a disuadir a personas a afectar estos sitios de singular importancia para la conservación”, precisó Monteferri.
Especial
Actualidad Ambiental lanzó un especial sobre la propuesta de la SPDA para la protección de estos ecosistemas denominada Pajonales, fuente de agua y que incluye acciones de otras instituciones:
- Al Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor): priorizar la inclusión de estos ecosistemas en la Lista sectorial de ecosistemas frágiles.
- Al Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri): difundir técnicas y alternativas de agricultura y ganadería en estas zonas.
- Al Serfor, Midagri, Ministerio de Educación y a los gobiernos regionales: asumir mayor liderazgo en el tema, a través de campañas de sensibilización en las que se difundan los impactos negativos y la importancia de proteger a los pajonales, humedales y páramos.
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