Presentan primera Red de Monitoreo de Delitos Ambientales de Madre de Dios

Foto: SPDA

  • La red ha establecido como prioridad elaborar planes de monitoreo y vigilancia, la capacitación en el uso de tecnología para el monitoreo a jóvenes y la protección de los defensores ambientales.

 

En un esfuerzo por fortalecer la vigilancia de sus territorios, mejorar los procesos de denuncia y recibir entrenamiento en el uso de tecnologías así como asesoría técnica y legal, la Asociación de Recolectores de Nuez Amazónica del Perú (RONAP), Asociación de concesionarios forestales de Madre de Dios (ACOMAD), el Comité de Gestión de la Reserva Nacional Tambopata y el Ejecutor del Contrato de Administración de la Reserva Comunal Amarakaeri (ECA Amarakaeri) lanzaron la primera Red de Monitoreo de Delitos Ambientales de Madre de Dios. 

«Los delitos ambientales ocurren en zonas alejadas. Los concesionarios al estar en el lugar de los hechos van a poder recaudar información. Esta red va a contribuir al trabajo de la Fiscalía en este sentido», indicó Yovana Churata Quispe, fiscal del primer despacho corporativo de la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental (FEMA) de Madre de Dios, quien fue una de las autoridades asistentes al lanzamiento junto a la jefa del Organismo de Supervisión de los Recursos Forestales y de Fauna Silvestre (Osinfor), Lucetty Ullilen Vega; y Jaime Semizo, coordinador de la oficina de enlace del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor).

Por su lado, el representante de la autoridad forestal indicó que esta iniciativa también iba de la mano con compromisos que desde el Estado faltaban definir como es la zonificación forestal, así como el impulso desde el Estado por la segunda reforma agraria donde deberían participar los usuarios forestales.

Foto: SPDA

Las organizaciones, que trabajan en estrecha colaboración desde septiembre de 2021, presentaron los resultados de las acciones que vienen emprendiendo en áreas como la vigilancia, procesos de denuncia y capacitación tecnológica y legal.

Así, ya cuentan con un diagnóstico de la situación legal de las concesiones que ocupan, así como un mapa de amenazas y vulnerabilidad. También, se han identificado 3 casos emblemáticos de la red, los cuales están siendo analizados con el objetivo de crear una hoja de ruta que asegure que el proceso culminará con éxito en los tribunales de justicia.

«A veces se hacen denuncias inconsistentes. Es así que nosotros, que hemos tocado puertas, y al no hacernos caso hemos ido a la cooperación internacional, porque el bosque no es concesión nuestra, por eso decidimos instaurar esta red. Luego decidimos sacar imágenes que puedan ser consistentes para armar denuncias buenas frente a actividades ilícitas para evitar la destrucción del bosque. Para nosotros la minería es pan para hoy y hambre para mañana», expresó Demetrio Pacheco, vicepresidente del Comité de Gestión de la Reserva Nacional Tambopata.

Asimismo, están elaborando planes de monitoreo y vigilancia, se han capacitado en el uso de tecnología para el monitoreo, producto de lo cual están tramitando 15 licencias para el manejo de drones. Esta red también ha definido como prioritario la protección de los defensores ambientales y se está trabajando en acciones específicas para hacer efectiva esta actividad.

Perú es el noveno país con mayor superficie forestal del planeta y el segundo en Sudamérica, con récords en diversidad de especies. Pero esta riqueza está siendo amenazada por delitos ambientales como la tala ilegal, la minería ilegal y el tráfico ilícito de especies, los cuales se han intensificado en los últimos años, sobre todo en contexto de pandemia, en las regiones de la Amazonía peruana. Así, en el 2020, el Perú perdió más de 200 mil hectáreas de bosques, la cifra más alta de los últimos 20 años. Ese mismo año, solo la región de Madre de Dios perdió más de 23 mil hectáreas de bosque.

 



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