[Especial fotográfico] Conoce Sierra del Divisor, nuestro nuevo Parque Nacional
La asombrosa Sierra del Divisor se levanta en una de las zonas menos intervenidas de la selva amazónica, cerca de la frontera con Brasil y a decenas de kilómetros de la Cordillera de los Andes.
Sierra del Divisor, ubicada entre los departamentos de Ucayali y Loreto (
ver mapa del Sernanp), atesora formaciones geológicas únicas, como el Ojo de Contaya y el Cerro El Cono -que, debido a su particular forma, algunos estiman que sirvió como punto de referencia para el pueblo
Isconahua-.
Debido a los importantes valores de conservación que alberga (los mismos que han sido confirmados por los estudios de instituciones como ProNaturaleza, Field Museum de Chicago y el Centro de Datos para la Conservación de la UNALM) esta área fue declarada Zona Reservada mediante
Resolución Ministerial Nº 0283-2006-AG. Bajo esta figura, el Estado otorga un estatus transitorio a la zona como área natural protegida, mientras se completan las investigaciones que determinarán su extensión final y categoría.
En esta zona podemos encontrar cadenas de montañas aisladas entre sí, que vigilan la planicie amazónica y albergan endemismos y tesoros naturales aún por ser descubiertos. Tal es el caso de esta laguna, fotografiada por primera vez durante el sobrevuelo realizado con el apoyo de
ProNaturaleza -quien viene ejecutando un proyecto en la zona- y en coordinación con la Jefatura de la Zona Reservada.
En las zonas inundables, los bosques de aguajales crecen a su antojo y sirven de alimento a la fauna local, como es el caso de las distintas especies de monos que se refugian en este inhóspito paraje.
En esta sierra al este del Ucayali, las colinas y terrazas cumplen un importante rol de captación de agua. En la foto vemos las gotas de lluvia que contribuyen a conformar importantes ríos como el Tapiche, el Abujao, el Maquia, el Buncuya, el Utuquinía y el Callería. Ríos que traen vida y que son tributarios de ríos navegables como el Ucayali, que permiten el transporte gente y de diversos productos para el comercio.
José Villacorta, de Pronaturaleza, y María Elena Díaz Ñaupari, Jefa de la Zona Reservada Sierra del Divisor, con GPS y mapa en mano evalúan la ruta durante el sobrevuelo, que sirvió para registrar los principales valores de conservación del área y el estado actual de las amenazas que enfrenta.
Según el Ministerio del Ambiente, la deforestación de bosques causa la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero en el Perú.
Deforestación. Esta foto grafica cómo los bosques van perdiendo terreno frente a la agricultura migratoria en diversos lugares de la Amazonía peruana.
En el río Callería se puede observar una masiva extracción de shihuahuaco, cuya demanda ha aumentado preocupantemente en los últimos años. Chatas, chalupas, peques o balsas, las tablas de shihuahuaco aparecen por doquier, y no necesariamente provienen de áreas de manejo. La desoladora realidad es que este árbol se encuentra sometido a una presión extractiva nunca antes vista, que pone en riesgo su existencia.
La minería ilegal también viene amenazando a esta importante zona. En el río Shesha, muy cerca de donde empieza el área protegida, pudimos observar los rezagos de la minería ilegal. Poco a poco, esta actividad va dejando huellas y cicatrices sobre el bosque.
Aterrizamos en Contamana y surcamos el Ucayali hasta llegar a la Comunidad Nativa de Nuevo Canchahuaya con el atardecer a nuestras espaldas pintando el cielo de colores. (Foto: Bruno Monteferri)
La Comunidad Nativa de Nuevo Canchahuaya forma parte de la Asociación Cinco Unidos, cuyos pobladores apoyan las tareas de conservación en la zona y defienden el bosque de actividades ilegales.
Caminando por el bosque, nos adentramos en los Cerros de Contamana, zona volcánica por cuyas quebradas se deslizan cataratas de aguas realmente calientes. Allí, uno se puede bañar en pozas medicinales de color turquesa en medio de la selva y su orquesta de sonidos. (Foto: Bruno Monteferri)
Las mujeres en Nuevo Canchahuaya, como suele suceder con las Conibo Shipibo son grandes artesanas y dedican parte del día a la elaboración de textiles que luego comercializan en la ciudad.
Al regreso de las caídas de agua nos encontramos con un grupo de comuneros en el momento en que bajaban troncos que servirían para elaborar una canoa para la comunidad. Trabajo comunitario en donde el masato es compartido para recargar las energías y no hacer caso al inclemente calor ni al peso del tronco. (Foto: Bruno Monteferri)
Sierra del Divisor es un lugar especial, de esos pocos que quedan en el Perú y el mundo. Actualmente es una zona reservada, pero ello no es suficiente para protegerla. Parte del área se superpone con la Reserva Territorial Isconahua, establecida para la protección de un pueblo en aislamiento voluntario. La zona también posee hidrocarburos y en el pasado,
el proceso que determinará su categoría y extensión final como área natural protegida se ha visto trabado por presiones del sector energía y minas. Mientras otras amenazas se ciernen sobre Sierra del Divisor, se hace más urgente conciliar visiones antes de que las heridas y cicatrices de la minería y la tala se hagan más profundas.
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