Escriben Nathaly Chumbe y Carla Bengoa / Sociedad Peruana de Derecho Ambiental
Loreto es el departamento más extenso del país y también uno de los más biodiversos. En los bosques, aguas y en su propia gente está representada la riqueza de este espacio único de la Amazonía. Por ello, la conservación de especies de fauna y flora, así como la protección de las tradiciones y conocimientos ancestrales que las mantienen vivas son tareas de cada uno de los loretanos, pero también del Estado, que debe incluir estos temas en sus políticas de gobierno.
La agrobiodiversidad es una parte de la biodiversidad. Cuando hablamos de agrobiodiversidad, nos referimos a las chacras, a la agricultura que practican los pequeños campesinos de la costa, sierra y selva del país, a la amplia gama de cultivos que producen y a la cultura ancestral que conserva esta variedad de cultivos en el tiempo.
En Loreto, encontramos mucha agrobiodiversidad. La amplia gama de cultivos que pueden producirse en esta parte de nuestro territorio es simplemente impresionante. Plátano, yuca, pepino, ají charapita, sandía, cocona y coco, son solo algunos (pocos) ejemplos de la vasta agrobiodiversidad a la que nos referimos.
La oferta de estos cultivos, que forman parte de la dieta diaria de los loretanos, depende de la agricultura que se desarrolla en las comunidades ribereñas, las que han desarrollado saberes que les han permitido adaptarse a los cambios hidrológicos de los ríos en época de creciente y vaciante, estableciendo así las temporadas de producción de los diferentes cultivos y contribuyendo con esto a la subsistencia y desarrollo de toda la región.
ZONAS DE AGROBIODIVERSIDAD
La importancia de la agrobiodiversidad exige la adopción de figuras legales que le otorguen protección y promuevan su conservación. En vista de esta necesidad, la creación de zonas de agrobiodiversidad se presenta como una alternativa al alcance de los gobiernos regionales.
Las zonas de agrobiodiversidad son espacios geográficos en los cuales las comunidades campesinas, comunidades nativas, agricultores y sus asociaciones, mediante sus tradiciones culturales y en confluencia con elementos biológicos, ambientales y socioeconómicos, desarrollan, gestionan y conservan los recursos genéticos de cultivos nativos, crianzas nativas y sus parientes silvestres en sus chacras y en los ecosistemas contiguos.
En el Perú (incluyendo la región Loreto, específicamente en las comunidades de Sapuena y Flor de Castaña, ubicadas en la margen izquierda y derecha respectivamente del río Ucayali), existen seis propuestas para declarar zonas de agrobiodiversidad, con el fin de fortalecer la memoria cultural (conocimientos, prácticas tradicionales) en torno a la diversidad de plantas alimenticias, conservar la diversidad genética de las especies cultivadas, procurar el aprovisionamiento de semillas para la seguridad alimentaria de las poblaciones que las conservan y asegurar el acceso oportuno y continuo a alimentos de todos los peruanos.
En Loreto, la alta agrobiodiversidad presente en las comunidades de Sapuena y Flor de Castaña, ubicadas en la margen izquierda y derecha del río Ucayali respectivamente, hacen necesaria la creación de una zona de agrobiodiversidad.
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