Las discusiones, compromisos y negociaciones avanzan en la conferencia mundial sobre cambio climático (COP21), pero el optimismo no es un amigo común. Como en cada COP, se teme que las discusiones se alarguen, que se llegue a un Acuerdo ‘tibio’ o que la conferencia sea un fracaso, como ya ha sucedido.
Por ello, la semana empezó con mensajes alentadores, con exigencias y llamadas de atención por parte de los que dirigen esta importante reunión que debería culminar el 11 de diciembre.
CAMBIO CLIMÁTICO Y DERECHOS HUMANOS
El 10 de diciembre de 1948 se firmó en París la Declaración Universal de Derechos Humanos, una fecha trascendental que sería opacada este año porque en esta misma ciudad se realiza la COP21 y se trabaja en un Acuerdo que aún no considera un lenguaje de derechos humanos.
Actualidad Ambiental conversó con María José Veramendi de AIDA, quien nos dio mayores alcances sobre esta omisión, apoyada por algunos estados, y sus implicancias.
¿Cuál es la relación que existe entre cambio climático y los derechos humanos?
El cambio climático es un problema humano porque tiene impactos en las personas. Al respecto, el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas elaboró una serie de informes y documentos en los que reconoce que el cambio climático tiene un impacto en el goce efectivo de los derechos humanos.
El cambio climático causa sequías, desastres, limita el acceso a la alimentación, al agua, entre otros, y todo ello tiene un impacto en el goce efectivo de los derechos humanos como el derecho a la salud, a la alimentación, a la vida. Por ello, órganos de las Naciones Unidas, como la Secretaría de la Convención de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, ya han reconocido vínculos, e inclusive ya lo hizo la propia COP, en Cancún. No es un tema nuevo, pero es un tema en el que se debe insistir siempre.
¿Por qué es necesario incluir un lenguaje de derechos humanos en el Acuerdo final?
Es muy importante que para el nuevo Acuerdo climático se incluya lenguaje relacionado con la protección de derechos humanos, pero que esto no sea únicamente en el preámbulo. El preámbulo definitivamente es importante, pero no operativiza el acuerdo. O sea, que no solo se mencione como una declaración de buenas intenciones, sino que también intervenga en la parte operativa.
En este momento, el texto que va a ser discutido por los ministros y que ya ha trabajado el ADP durante la semana pasada, es un texto que incluye en el 2.2 referencias específicas al respeto de los derechos humanos. El artículo 2 se refiere al propósito del Acuerdo y qué mejor lugar para que este lenguaje de derechos humanos esté incluido ahí.
¿Por qué se requiere impulsar o presionar para que exista un lenguaje de derechos humanos en este Acuerdo cuando es un tema, a criterio general, importante?
Este tema ha sido motivo de preocupación para muchas delegaciones porque creen que incluir el lenguaje de derechos humanos les creará nuevas obligaciones y eso no es así. Las obligaciones en materia de derechos humanos están en la Declaración Universal de Derechos Humanos y es un instrumento obligatorio para todos los estados miembros de las Naciones Unidas y no solamente eso, sino que también forma parte de varios tratados internacionales que los estados ya han ratificado.
No es que vaya a crear nuevas obligaciones pero creemos que es importante incluirlo porque va a elevar la ambición del Acuerdo, que debe estar destinado a proteger a todas las personas afectadas por los impactos.
El objetivo del Acuerdo de París es salvar al planeta y salvar a las personas, en ese sentido el lenguaje que debería estar incluido es el relacionado al respeto de los derechos humanos cuando se emprenda cualquier tipo de acción climática.
¿El Perú apoya esta inclusión del lenguaje de DD.HH. en el Acuerdo?
El Perú ha sido un Estado muy importante en este sentido, un gran aliado en este tema al decir que sí, efectivamente, necesitamos un lenguaje de derechos humanos en el Acuerdo sobre cambio climático. Y hay otros estados también que han sido importantes en esta demanda. Se sabe que es importante, suena muy obvio, pero lamentablemente esa ‘obviedad’ que nosotros vemos de afuera, no se vuelve tan clara al momento de la negociación específica porque entra este tipo de miedo de algunos estados que temen la creación de obligaciones adicionales, o consideran que este no es un espacio para discutir temas sobre derechos humanos, entre otros argumentos, olvidando que quienes están sintiendo los impactos del cambio climático somos las personas.
¿Qué estados además de Perú respaldan esta medida?
Entre otros estados está México, que es uno de los actores claves en este tema, un gran aliado, y creemos que merece un gran reconocimiento. Otros países son Chile, Costa Rica, Filipinas, Tulavú, Tonga, entre otros, todos ellos vulnerables a los impactos del cambio climático
También Canadá, que hizo una mención bien específica con relación a la importancia de tener un lenguaje de DD.HH. en el Acuerdo. Tenemos buenos aliados en este tema, pero queda poco tiempo para que los estados y los ministros se la jueguen.
¿Qué pasaría si no se incluye finalmente el tema de derechos humanos en el Acuerdo?
Yo creo que sería un duro revés. Sería un pésimo mensaje saber que los estados no logran entender en que el cambio climático es un problema humano y que tiene impactos en temas de derechos humanos, simplemente por argumentos que no tienen sustento jurídico
Ojo que este tema no solo tiene que ver con los impactos relacionados a los desastres, al derecho a la vida, a la alimentación, sino también con temas como el derecho a la participación o al acceso a la información.
Estamos en una ciudad clave. En París se firmó la Declaración Universal de Derechos Humanos y es el mejor momento para recordar el verdadero compromiso que la humanidad debería tener con el respeto a estos derechos.
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