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La llegada del Sumo Pontífice a la región Madre de Dios responde a su preocupación por el cuidado del planeta, expresada en su segunda encíclica. Le será entregado el Pacto de Madre de Dios, acuerdo que coincide con esta inquietud

En su segunda encíclica, Laudato si’, que data del 2015, el Papa Francisco hace un llamado a cuidar “la casa común”, es decir, el planeta Tierra.

“Cómo es posible que se pretenda construir un futuro mejor sin pensar en la crisis del ambiente y en los sufrimientos de los excluidos”, reflexiona el Papa Francisco en ese mismo texto. Y agrega: “Merecen una gratitud especial quienes luchan con vigor para resolver las consecuencias dramáticas de la degradación ambiental en las vidas de los más pobres del mundo”.

Puerto Maldonado, en Madre de Dios, es justamente una zona de riesgo para el medio ambiente y los habitantes de dicha región. Por ejemplo, entre el 2016 y el 2017, solo en ocho meses se perdieron 460 hectáreas más de bosque en la Reserva Nacional de Tambopata.

Imagen: Proyecto MAAP

Con el avance de la minería ilegal y sus graves consecuencias, como deforestación, trata de personas y explotación infantil, esta ciudad resulta clave para el mensaje del Papa.

Tras el anuncio de su llegada, monseñor Salvador Piñeiro, presidente de la Conferencia Episcopal, resaltó que el mensaje del líder de la Iglesia Católica tendrá énfasis en el cuidado de la Amazonía y las personas que allí viven.

En esa misma línea, monseñor Miguel Cabrejos, vicepresidente de la Conferencia Episcopal, destacó la visita a Puerto Maldonado, “el símbolo de los pueblos originarios, la Amazonía y la ecología”.

Madre de Dios es hogar de comunidades nativas afectadas por la minería ilegal. A los jóvenes los captan con engaños y terminan siendo explotados en trabajos de extracción de oro o prostitución. En una región en la que, según informe de El Comercio, el 70% de las comunidades se consideran católicas, la llegada de Francisco es esperada con ansias.

LA VISITA DE FRANCISCO Y EL PACTO DE MADRE DE DIOS

En ese sentido, resulta clave el reciente Pacto de Madre de Dios, firmado por autoridades del Estado y asociaciones civiles, para velar por la Justicia Ambiental en el Perú.

“Madre de Dios es la herida más grave que tiene nuestro país en materia ambiental y se ha convertido en el corazón de la minería ilegal con todos sus delitos conexos como trata de personas, contrabando y lavado de activos”, comento al anunciar el acuerdo Duberlí Rodríguez, presidente del Poder Judicial.

Los 10 compromisos del Pacto de Madre de Dios por la Justicia Ambiental en el Perú serán entregados al Papa Francisco durante su visita a puerto Maldonado el 19 de este mes.