Congreso discutirá mañana aprobación del Convenio de Minamata sobre mercurio
martes 6 de octubre, 2015
El Pleno del Congreso debatirá mañana la aprobación del Convenio de Minamata sobre uso de mercurio y protección de la salud y el ambiente. Para entrar en vigencia, este tratado internacional –firmado por el Perú en 2013 en la ciudad de Komamoto, Japón– necesita la ratificación del Legislativo y posterior visto bueno del presidente Ollanta Humala. (Ver documento enviado al presidente del Congreso)
En una entrevista con Actualidad Ambiental, Mariano Castro, Viceministro de Gestión Ambiental del Minam, señaló que la ratificación del convenio “permitirá mejorar las capacidades y acciones nacionales para proteger la salud humana y el ambiente de las emisiones y liberaciones antrópicas del mercurio y compuestos de mercurio”.
Con esta decisión, nuestro país estaría entre los primeros países en ratificar dicho convenio, el cual –según el Minam– nos posicionaría como un país comprometido con una política de desarrollo sustentable y con la salud de las personas. Para que el Convenio de Minamata entre en vigor, se necesita que por lo menos 50 países lo ratifiquen.
La Comisión de Relaciones Exteriores propuso por mayoría la aprobación del dictamen en mayo, a solicitud del Ministerio de Relaciones Exteriores. Se abstuvieron de la votación los legisladores fujimoristas Luz Salgado y Carlos Tubino.
[Aquí puedes firmar el petitorio «No más mercurio en nuestros cuerpos»]
En el Perú, el principal problema de contaminación por mercurio es el relacionado a su uso en la minería de oro a pequeña escala, principalmente en la informal e ilegal que se desarrolla en todas las regiones del país, sobre todo en Madre de Dios.
El mercurio es empleado en la obtención final del oro, en la mayoría de los casos sin los adecuados protocolos ambientales y laborales. Asimismo, el uso de este producto origina contaminación de la población, animales, ríos y el aire.
¿A qué se compromete el Perú?
El objetivo de este tratado internacional es «proteger la salud humana y el medio ambiente de las emisiones antropógenas (producidas por el hombre) de mercurio y compuestos de mercurio”. El artículo 4 del Convenio de Minamata establece que «cada Parte prohibirá, adoptando las medidas pertinentes, la fabricación, la importación y la exportación de los productos con mercurio añadido (…)».
Si el Congreso y el Ejecutivo ratifican este acuerdo internacional, el Estado estará en la obligación de adoptar medidas para controlar las emisiones de mercurio al ambiente. Asimismo, el convenio contempla un plazo de cuatro años para preparar un plan nacional diseñado para reducir dichas emisiones. También se deberá establecer medidas para reducir las liberaciones de mercurio en la tierra y el agua.
Este tratado internacional también «exhorta a los Estados y a las organizaciones de integración económica regional a que adopten lo antes posible las medidas internas necesarias para poder cumplir sus obligaciones una vez que hayan ratificado el Convenio y a que, posteriormente, ratifiquen, acepten o aprueben el Convenio».
Los efectos dañinos del mercurio
Sobre el uso de mercurio en actividades mineras en el Perú, asegura el Ministerio de Salud, «son necesarias medidas para reducir las emisiones atmosféricas de diferentes fuentes (como) centrales eléctricas de carbón, calderas industriales, plantas incineradoras, cementeras, minería artesanal de oro y otros».
[Aquí puedes firmar el petitorio «No más mercurio en nuestros cuerpos»]
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el mercurio produce «efectos tóxicos en el sistema nervioso central y periférico. La inhalación de vapores de mercurio puede producir efectos nocivos sobre el sistema nervioso, el aparato digestivo, el sistema inmunitario, los pulmones y los riñones, y puede causar la muerte».
Según información de las Naciones Unidas, “aproximadamente 15 millones de personas, incluidos unos 3 millones de mujeres y niños, participan en el sector de la minería aurífera artesanal y en pequeña escala en 70 países, que se encuentran principalmente en el este y el sureste de Asia, el África subsahariana y América Latina”.
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