Durante la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) sobre el cambio climático, el canciller José Antonio García Belaunde propuso, a nombre del Perú, la creación de un impuesto a la venta de petróleo o gas, con el fin de crear un fondo para financiar proyectos de conservación de bosques y reforestación.
El impuesto sería de 0.5 centavos de dólar por barril y se calcula generaría un fondo de 17,000 millones de dólares a nivel mundial que serían destinados a mitigar los efectos del cambio climático.
La referida tasa se aplicaría en tanto exista “una responsabilidad en toda la cadena de producción del combustible, desde la extracción, pasando por su refinación, hasta sus usos directos e indirectos”, indicó García Belaunde.
Esta es una de las propuestas que se plantearán junto con la de otros diez países en la XV Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático que se realizará en Copenhague en diciembre, donde se espera que todos los estados estén dispuestos a apoyar los compromisos internacionales y se llegue a un acuerdo global sobre el cambio climático.
“En esta reunión se van a definir los compromisos para reducir las emisiones de efecto invernadero, cuánto deben reducirse y los flujos de financiamiento adicional para asegurar una reducción real”, precisó la viceministra de Desarrollo Estratégico de los Recursos Naturales del Ministerio del Ambiente (Minam), Vanessa Vereau, anteriormente
Vereau añadió que existe una gran confianza en que se logré un acuerdo mundial sobretodo ahora con el nuevo presidente de Estado Unidos, Barack Obama que muestra un gran interés en dicho tema, a diferencia del gobierno anterior que se negó a reducir las emisiones de efecto invernadero por el costo económico que generaría.
Foto cortesía Andina / Naciones Unidas
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Aunque la idea de la propuesta es buena, lo ideal sería aplicarla a nivel nacional.
Me explico. Se debería asignar una parte de lo recaudado por el
ISC, o el IGV, para establecer parte del presupuesto del
Ministerio del Ambiente, bien sea para proyectos o fondos
concursables que mitiguen el cambio climático o para las
labores de fiscalización. De recurrir a un porcentaje del ISC
se estaría asignando un monto proporcional al utilizado en
actividades lucrativas relacionadas a combustibles, lo cual, creo,
sería bastante lógico.
Esta idea debería ser más difundida para sopesar su aplicabilidad.
felicitaciones por el portal,