Paraíso de glaciares y lagunas: Parque Nacional Huascarán está de aniversario

jueves 1 de julio, 2021

Laguna de Parón. Foto: Andina

  • Área natural protegida de Áncash, y una de las más representativas del Perú, cumplió 46 años.

 

El Parque Nacional Huascarán es una de las áreas protegidas más reconocidas del país y a nivel internacional. Nevados, lagunas, hermosos paisajes, un conjunto único de flora y fauna, además de la riqueza cultural de sus habitantes, son solo algunas de sus características más representativas. Aquí se encuentra el pico más elevado del país, el Huascarán, y el nevado más hermoso del mundo, el Alpamayo. Asimismo, se ubican lagunas emblemáticas como Llanganuco y Parón, y se pueden observar ejemplares de puya Raimondi en toda su majestuosidad.

Este parque, de 340 mil hectáreas, abarca territorios de las provincias de Huaylas, Yungay, Carhuaz, Huaraz, Recuay, Bolognesi, Huari, Asunción, Mariscal Luzuriaga y Pomabamba en el departamento de Ancash. Comprende el flanco oriental de la Cordillera Blanca en la zona del callejón de Conchucos y el occidental en la zona del callejón de Huaylas.

Debido a su importancia, el parque nacional fue establecido en 1975. Además, en 1977 fue declarado reserva de biosfera por la UNESCO, y en 1985 fue incluido en la lista de Patrimonio Natural de la Humanidad.

Según el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), el Parque Nacional Huascarán protege la ecorregión de la Puna Húmeda de los Andes Centrales. Dentro de su territorio presenta cumbres nevadas con altitudes que oscilan entre los 5 mil m s.n.m. y 6768 m s.n.m. (Huascarán), así como quebradas profundamente encajonadas como resultado de la erosión fluvio glaciar, y un gran número de lagunas.

Dentro del área protegida se ubican cerca de 660 glaciares y 300 lagunas de origen glaciar. Por ello, este parque también resalta por su potencial hidrológico ya que alimentan los ríos Santa, Marañón y Pativilca.

[Ver además ► Cambio climático: Perú perdió el 51% de sus glaciares en los últimos 50 años]

Puya Raimondi. Foto: Andina

Flora y fauna

En el lugar se han registrado más de 120 especies de aves y 10 de mamíferos. Entre las aves más resaltantes se encuentran el cóndor andino (Vultur gryphus), el pato de los torrentes (Merganetta armata) y la perdiz de puna (Tinamotis pentlandii), el pato jerga (Anas georgica spinicauda), el pato cordillerano (Lophonetta specularioides alticola). También encuentran el zambullidor pimpollo (Rollandia rolland morrisoni), la gallareta gigante (Fulica gigantea) y la gaviota andina (Larus serranus).

Entre los mamíferos destacan el gato montés (Oncifelis colocolo), el gato andino (Oreailurus jacobita), el oso de anteojos (Tremarctos ornatus), la taruca (Hippocamelus antisensis) y la vicuña (Vicugna vicugna). Otras especies son el venado gris (Odocoileus virginianus), el puma (Puma concolor incarum), la vizcacha (Lagidium peruanum), la comadreja (Mustela frenata agilis), el añaz (Conepatus sp.), el zorro andino (Pseudalopex culpaeus), entre otros.

Respecto a flora, de acuerdo a información de Sernanp, se han identificado 779 especies distribuidas en 340 géneros y 104 familias. En esta diversidad, la familia de las Bromeliáceas está representada por la puya Raymondi (Puya raimondii), especie que tiene la inflorescencia más grande del mundo y es uno de los objetos de conservación del parque. Allí también se ubican bosques relictos y numerosas especies de gramíneas que conforman el pajonal de puna.

En el área protegida se puede observar rodales de puya Raymondi ubicados principalmente en las quebradas Carpa y Queshque. También se conservan bosques relictos de quisuar (Buddleja coriacea) y de queñua (Polylepis sp), ubicados principalmente al norte del sector Llanganuco. Asimismo, existen praderas altoandinas, césped de puna y diversos oconales (bofedales), situados principalmente por encima de los 4500 m s.n.m.

Foto: Sernanp

Sitios arqueológicos

A lo largo del parque se ha identificado 33 sitios arqueológicos que muestran arte rupestre, sistemas de andenería, caminos, terrazas de cultivo, chullpas tumbas, miradores, fortificaciones, canales de irrigación, y otros. Mucha de esta riqueza cultural se encuentra ubicada en las diferentes quebradas y valles de pie de montaña. Los restos arqueológicos más representativos son los de Auquispuquio, Cullicocha, Queshquepachan, Paccharuri, Quilcayhuanca, Nuevo Tambo, Cayesh, Pachacoto, entre otros.

 

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