Escribe Isabel Calle (@icallev) / Directora del Programa de Política y Gobernanza Ambiental de la SPDA
Cuando se elaboraron las contribuciones nacionales (NDC) por Perú, en el marco de nuestros compromisos para enfrentar los impactos del cambio climático y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, estas fueron desarrolladas a nivel de instituciones públicas de nivel nacional, sin contar con la participación de las municipalidades.
La composición de los gases de efecto invernadero en el caso peruano, donde casi el 50% proviene de la deforestación y cambio de uso, donde básicamente las responsabilidades se encuentran a nivel nacional y regional. Sin embargo, eso no debe ser impedimento para tratar de involucrar a las municipalidades en el debate climático, sobre todo si consideramos que las mismas pueden realizar una serie de acciones en el marco de sus competencias que puedan aportar a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero o que puedan colaborar a través de acciones de adaptación, sobre todo en el caso de ciudades vulnerables.
En el campo de las acciones de mitigación, debemos reconocer el rol de las municipalidades en las políticas de transporte, el ordenamiento de las ciudades, la protección de espacios públicos, la gestión de residuos sólidos, así como el comportamiento del consumidor y prácticas que deben ser impulsadas en este marco.
Transporte sostenible
En este contexto, un rol fundamental de las municipalidades es promover un sistema de transporte sostenible. Al respecto, algunas municipalidades distritales han venido impulsando la promoción del uso de la bicicleta y el impulso a los proyectos públicos o privados que permitan, ampliar, acondicionar, estimular, la infraestructura cicloviaria. Sin embargo, no podemos ver estas iniciativas de manera aislada, sobre todo porque este tipo de medidas requieren ser complementadas con otras.
Se requiere que las ciudades cuenten también con un transporte público masivo de calidad, integrado y multimodal. En el caso de Lima basados en sistemas ya existentes como el Metropolitano y los corredores alimentadores, como el “Corredor Azul”, que se encuentran en el marco de competencia de la Municipalidad Metropolitana de Lima.
[Ver además: ¿Qué es la ley marco sobre cambio climático? ¿Por qué es importante?]
También debería considerarse sistemas adicionales como un sistema ordenado y confiable de taxis, así como trenes de cercanías, donde se requiere la intervención de otras autoridades. Por ejemplo, este gobierno viene impulsando el proyecto de tren de cercanías Huacho – Lima – Ica. En este contexto, la iniciativa legislativa (Proyecto de Ley 1719-2017-PE) presentada por el Poder Ejecutivo para la creación de la Autoridad Autónoma de Transporte Urbano para Lima y Callao, es una oportunidad para promover la operatividad del Sistema Integrado de Transporte Urbano de Lima y Callao, de modo que se logre una red integrada de servicios de transporte urbano masivo de pasajeros de elevada calidad y amplia cobertura, tecnológicamente moderno, ambientalmente limpio, técnicamente eficiente y económicamente sustentable.
Otro tema a considerar, es lo que sucede en el caso de la capital peruana donde, tanto la Municipalidad Metropolitana de Lima como la Municipalidad Provincial de Callao cuentan con programas de chatarreo para la renovación del parque automotor; sin embargo, ello ha sido insuficiente para poder impulsar la renovación del parque automotor.
Finalmente, en esta reforma del sistema de transporte sostenible también se requiere trabajar en inversiones para gestión del tráfico. En el caso de Lima, la Municipalidad Metropolitana ha creado el Proyecto Especial para la Gestión de Tránsito en Lima Metropolitana (Protransito) que se encargará de formular, ejecutar, implementar y poner en marcha una red de semaforización centralizada en la capital del Perú.
Ciudades limpias
En otro sector donde las municipalidades pueden intervenir activamente está relacionado a la gestión de residuos sólidos. Es fundamental el rol de las municipalidades para promover una cultura de segregación en la fuente y de promover la formalización de los recicladores con miras a impulsar una cadena de reciclaje. Si bien a nivel nacional la construcción de rellenos sanitarios a nivel nacional viene siendo impulsada por el Ministerio del Ambiente desde la gestión anterior, no podemos dejar de lado el rol de las municipalidades para el cierre de los lugares de disposición final inapropiada de residuos sólidos identificados como botaderos.
Construcción sostenible
En otro aspecto, si bien en el caso peruano en el 2015 se aprobó el Código Técnico de Construcción Sostenible mediante el Decreto Supremo 015-2015-Vivienda, este código no es obligatorio aún para las construcciones. Sin embargo, es importante que las municipalidades impulsen su obligatoriedad, sobre todo considerando la necesidad de contar con edificaciones sostenibles. Adicionalmente, es importante el rol de fiscalización de las municipalidades sobre las construcciones a fin de verificar que se cumple con las normas técnicas existentes sobre la materia.
En el campo de las acciones de adaptación al cambio climático, en el caso de Perú, el componente de las contribuciones nacionales para adaptación está en un nivel que requiere ser desarrollado por el gobierno peruano, siendo esa una oportunidad para la participación de las municipalidades. Actualmente el Plan Nacional de Adaptación (NAP) se está construyendo en el marco del Grupo de Trabajo Multisectorial, cuyo fin es orientar la implementación de la Contribución Nacional (NDC). Es fundamental que la elaboración de este Plan incluya la participación de las municipalidades, sobre todo en los casos de ciudades vulnerables, como es el caso de Lima.
Espacios públicos
Entre otros aspectos debemos considerar que las municipalidades, como responsables del planeamiento urbano, deben considerar en el desarrollo de la ciudad una serie de criterios de gestión de riesgos, criterios bioclimáticos y de habitabilidad. Es decir, entre las medidas de adaptación al cambio climático se debe considerar la importancia de los espacios públicos como mecanismo para contribuir al confort térmico, así como establecer estos espacios en función de infraestructuras verdes de calidad; y desarrollar medidas para su protección con la finalidad de evitar su reducción o eliminación.
[Ver además: Aportes de la sociedad civil para hacer realidad la Ley Marco sobre Cambio Climático]
Este tipo de acciones deben estar consideradas en planes urbanos climáticos, que ya existen en varias ciudades capitales de América Latina. Este es el caso de la ciudad de Lima, donde en diciembre del 2014 se aprobó la Estrategia de adaptación y acciones de mitigación de la Provincia de Lima al Cambio Climático. La importancia de esta estrategia en comparación con las estrategias de otras ciudades es que está enfocada en toda la provincia de Lima, considerando el cercado de Lima y los 43 distritos que conforman la provincia. Asimismo, esta estrategia considera no sólo acciones de mitigación, sino también acciones de adaptación, muy importantes en una ciudad vulnerable como la capital.
Sin embargo, la sola aprobación de una norma, como la ordenanza que tiene la Municipalidad Metropolitana de Lima no es suficiente, sino que se requiere una serie de condiciones adicionales para su implementación, como voluntad política, funcionarios municipales debidamente capacitados, presupuesto público destinado a la implementación de estas actividades, participación activa de la sociedad civil, entre otros.
Todo lo anteriormente señalado, deja en claro el rol de las municipalidades en el debate climático y la necesidad de seguir impulsando estos temas.
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