[OPINIÓN] Celebrar el «Día de la Tierra» durante una pandemia

Foto: Actualidad Ambiental.

Escribe: Rocío López*

Este es un Día de la Tierra bastante peculiar, el cual nos encuentra encerrados en nuestras casas siguiendo de cerca las noticias relacionadas al COVID-19. Todas las falencias y rajaduras en los cimientos del Estado y la sociedad peruana han salido a la luz durante esta crisis que hoy por hoy, son más fáciles de identificar y discutir. Dentro de este contexto, quiero profundizar en aquellos aspectos ambientales que -solo por estas semanas- se pueden ver por completo sin sesgos políticos o a través de intereses económicos.

Primero, tener acceso a agua limpia es la primera línea de defensa para hacerle frente a este tipo de enfermedades infecciosas, que requieren de un constante lavado de manos. No obstante, el acceso a agua potable es todavía el privilegio de algunos pocos en el país. No es ajeno que en Lima Metropolitana son millones las personas que dependen de cisternas de dudosa procedencia para sobrevivir, pagando hasta 10 veces más por un servicio considerado derecho humano. Vale la pena preguntarnos, ¿cómo es que dejamos que esto siga así día tras día?

Foto: Actualidad Ambiental.

Segundo, son múltiples las imágenes circulando en redes sociales donde se aprecia una mejora significativa en calidad de aire en diversas ciudades del país. Lima, por ser una de las ciudades más contaminadas de toda Latinoamérica, está después de muchos años dentro de los niveles recomendados en cuanto a calidad de aire por la OMS. Respirar aire limpio es una de las condiciones básicas para asegurar una vida sana, pero en nuestro afán de movilizarnos rápidamente dentro de la ciudad, hemos permitido que la falta de un sistema integral de transporte defina los estándares que queremos respirar. Nuevamente me pregunto, ¿cómo hemos podido vivir tanto tiempo sin mascarillas para respirar?

Foto: Andina.

Tercero, esta crisis también visibiliza lo que sucede cuando como sociedad no priorizamos ni invertimos en ciencia y tecnología. El porcentaje del PBI destinado a este rubro es uno de los más bajos en la región, con muchísimas trabas burocráticas si uno pretende romper los esquemas convencionales. No obstante, es en momentos como este que políticos recurren a las y los científicos del país para buscar evidencia para la toma de decisiones, pero se encuentran con un escenario sistemáticamente subfinanciado que hace lo que puede con lo que tiene. Hemos visto el ingenio peruano para fabricar ventiladores mecánicos de bajo costo y el ímpetu para sumarse a la carrera por la vacuna del COVID-19. Imaginemos, ¿hasta dónde llegaríamos si no tuviéramos que competir con países más poderosos por conocimiento y tecnología que puede producirse en casa?

El COVID-19 es una crisis que ha puesto a prueba nuestro país, pero también nos da una idea de lo que será el resto del siglo XXI. A más deforestación de áreas naturales, tráfico de vida silvestre y mal manejo de ganado, se crea las condiciones idóneas para más brotes infecciosos de este tipo. Por ello, la pregunta central es si después de que todo esto pase, volveremos al status quo o apostaremos por un futuro más innovador y socialmente justo, que nos permita estar listos como sociedad para lo que se viene. Porque como hemos visto, en esto estamos todas y todos juntos.

* Bióloga por la Universidad Peruana Cayetano Heredia, máster en Liderazgo para la Conservación de la Universidad de Cambridge. Actualmente estudia un PhD en la University of British Columbia en Canadá.

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