ONU aprueba tratado histórico para proteger la biodiversidad de alta mar

Foto: ONU

  • El Tratado de Alta Mar busca poner límites a la pesca, las rutas de navegación y las actividades de exploración en alrededor del 30 % de los océanos. 
  • Tras casi dos décadas de negociaciones oficiales, los miembros de las Naciones Unidas (ONU) finalmente llegaron a un acuerdo sobre el texto del tratado y lo aprobaron este lunes.  

 

Por primera vez en la historia del mundo, se establecen reglas para la protección de los ecosistemas marinos en alta mar. Este lunes los países miembros de las Naciones Unidas (ONU) firmaron la «Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar para la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad de las zonas situadas fuera de la jurisdicción nacional», también conocido como el Tratado de Alta Mar. 

En 2004 se creó el grupo Biodiversity Beyond National Jurisdiction (BBNJ) para abordar los problemas de conservación marina más allá de las aguas nacionales de cada país miembro de la ONU y, tras 19 años de propuestas de iniciativas y acuerdos, en marzo de este año se presentó el borrador del Tratado de Alta Mar.  

¿Por qué el Tratado de Alta Mar es histórico? 

La pesca, el transporte marítimo, el turismo y la protección de los océanos están actualmente controlados por unas 20 organizaciones. Sin embargo, sus regulaciones solo se aplican a una distancia de 200 millas náuticas de la costa. Más allá, comienzan las aguas internacionales y los Estados no tienen ningún poder ni voz. 

Se calcula que, estas aguas internacionales, son dos tercios de los océanos del mundo y están conformadas por ecosistemas únicos. Sin embargo, solo el 1 % de estas aguas, conocidas como alta mar, se encuentran protegidas. Esto significa que en estas zonas del planeta no existe una regulación para la sobrepesca o el tráfico marítimo.  

Por esta razón, el Tratado de Alta Mar busca poner límites a la pesca, las rutas de navegación y las actividades de exploración en alrededor del 30 % de los océanos, una meta que se busca alcanzar al 2030.  

“Es un tratado histórico. La creación de áreas marinas protegidas en espacios internacionales, donde no hay jurisdicción, permitirá alcanzar la nueva meta de conservación que es el 30 % del océano para el 2030. El tratado también busca establecer medidas de mitigación y adaptación frente a la crisis climática, además de una regulación sobre los recursos genéticos”, explica Alfredo Gálvez, especialista en áreas marinas protegidas de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA). 

¿Qué implica este acuerdo? 

El tratado implica, entre otras medidas, que los Estados firmantes deban llevar a cabo evaluaciones de impacto ambiental (EIA) cuando una actividad prevista en alta mar pueda tener más que un efecto menor o temporal en el medio marino, o los efectos de la actividad sean desconocidos o poco conocidos. 

También incluye arreglos para compartir recursos genéticos marinos, que es el material biológico de plantas y animales en el océano, utilizados para la creación de productos farmacéuticos, procesos industriales e incluso, alimentos. Actualmente estos recursos no son compartidos de forma equitativa, pues las nacionales más ricas son las que tienen el financiamiento suficiente para explorar las profundidades del mar.  

Además, se busca desarrollar los requisitos para las actividades en aguas profundas como la minería, esta actividad logra extraer minerales de un lecho marino a 200 metros o más de profundidad.  

Sin embargo, el Tratado de Alta Mar todavía es un acuerdo en papel y el camino para proteger los océanos será largo. Los técnicos deberán garantizar la uniformidad de los términos y que sea traducido a los seis idiomas oficiales de la ONU, luego las naciones deberán ratificar el tratado, lo que a menudo requiere aprobación legislativa.  

“El texto está aprobado y consensuado. Lo que falta es acelerar el proceso de ratificación e implementación y determinar algunas cuestiones claves, como la operatividad para establecer áreas marinas, la distribución de recursos genéticos en estas zonas, entre otros”, dijo Gálvez. 

Se espera que el tratado internacional, el cual es el primero en ser legalmente vinculante, es decir, de carácter obligatorio, contribuya a la conservación y el uso sostenible de los recursos marinos, al mismo tiempo que protege los derechos e intereses de todos los países involucrados.

 

[Ver además►¿Qué es el Tratado de Alta Mar y cómo protegerá la vida marina?]



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