Foto: Diego Pérez / SPDA

• La empresas provienen de las regiones de Cusco, Cajamarca, Áncash, Junín y Puno. 

Según el Ministerio del Ambiente (Minam), el biocomercio es la actividad que, a través del uso sostenible de los recursos provenientes de la biodiversidad, promueve la inversión y el comercio en línea con los objetivos del Convenio sobre la Diversidad Biológica, apoyando al desarrollo de la actividad económica a nivel local, mediante alianzas estratégicas y la generación de valor agregado de productos de la biodiversidad, competitivos para el mercado nacional e internacional, con criterios de equidad social y rentabilidad económica.

En ese contexto, ocho pequeñas y medianas empresas han sido seleccionadas como líderes de la región por la Unión para el Biocomercio Ético, organización mundial que registra a las empresas con altos estándares en biocomercio en países megadiversos.

Las empresas seleccionadas (que comercializan entre otros productos el café, hierbas aromáticas y el cacao) han obtenido una membresía de cinco años en la Unión para el Biocomercio Ético. De acuerdo al Ministerio del Ambiente, este nombramiento es difícil de conseguir debido a los altos estándares exigidos tanto por esta organización como por el Convenio de Diversidad Biológica, CDB.

Las empresas peruanas que lograron la alta calificación son: Kuski, Mara, Perú Inka y Miski, de Cusco; Villa Andina, de Cajamarca; Hapssa, formada por ocho comunidades en la región norteña de Áncash; “2A SRL”, de Junín y la empresa Cecovasa, de Puno.

Helena Sisniegas, directora general de Diversidad Biológica del Ministerio del Ambiente, señaló que estas empresas cumplen rigurosos principios del biocomercio, como la conservación de la biodiversidad, el uso sostenible de recursos, reparto equitativo de beneficios, sostenibilidad socioeconómica, cumplimiento legal nacional e internacional, respeto de conocimientos ancestrales y claridad de tenencia de la tierra y acceso a recursos genéticos.

Foto: Otto Alegre / SPDA

“Es destacable el logro de estas pymes peruanas, pues es un indicador de que el Programa Nacional de Biocomercio, que promueve el Ministerio del Ambiente, está dando sus frutos y se convierte en un referente a nivel de Latinoamérica, pues contempla la producción con gestión ambiental, social y sostenibilidad económica, así como los Objetivos del Milenio; modelos que ahora Colombia quiere poner en práctica partiendo de nuestra experiencia”, indicó Sisniegas.

Tras este reconocimiento, Helena Sisniegas indicó que su dirección planea promover el biocomercio en el Perú a través del Concurso Nacional de Biocomercio que tendrá su segunda fase este año.

También se tiene previsto “la promulgación de un decreto supremo que saldrá a más tardar en febrero oficializando la formación de la Comisión Nacional de Biocomercio, que involucrará a diferentes instituciones públicas como el Ministerio del Ambiente, el Ministerio de Agricultura, MINEDU, MINCETUR, MINSA y algunas universidades interesadas en la promoción del biocomercio”.