Escribe: Patricia Torres Muñoz / Programa de Bosques y Servicios Ecosistémicos de la SPDA
A cinco años de la aprobación de la Estrategia Nacional para Reducir el Tráfico Ilegal de Fauna Silvestre en el Perú (ENRTIFS), el próximo 14 de agosto finaliza su primer Plan de Acción (2017-2022) y el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) ha iniciado el proceso para la formulación del siguiente (2023-2027), por lo que resulta de interés considerar las lecciones aprendidas y los retos actuales (locales y globales) con miras a dar continuidad al hito que marcó en el país y para crear condiciones que aborden su escala transnacional, cuando corresponda.
De acuerdo con un informe del Serfor, se registró un avance acumulado del 62.22 % al 2021 (cuarto año y penúltimo) de implementación del plan de acción y un avance ponderado del 42.63 % respecto a la ejecución promedio de actividades específicas al 2021, lo que es destacable si consideramos el presupuesto público limitado (compensado por el apoyo de la cooperación), así como la escasez de personal especializado y su alta rotación.
En este contexto, queremos compartir diez temas clave para su consideración en el proceso de formulación del Plan de Acción 2023-2027:
1. Permanencia en el tiempo y actualización continua
La ENRTIFS termina el 2027 y no existe un mandato legal que incida en la obligatoriedad de seguir contando con ella de manera posterior; nos obstante, los resultados a la fecha nos revelan un trabajo a largo aliento y que los impactos del tráfico ilegal de fauna silvestre guardan una estrecha vinculación con la subsistencia de la especie humana como parte de un todo.
Evitar pandemias futuras, así como la pérdida de ingresos y afectación a la seguridad alimentaria de poblaciones locales debido al uso insostenible e ilegal de fauna silvestre, debería formar parte de las prioridades de Estado. Esto cobra mayor sentido, si tomamos consciencia de que “En todo el mundo se utilizan unas 50 mil especies silvestres con fines alimenticios, energéticos, medicinales, materiales y de otro tipo a través de la pesca, la recolección, la tala y el aprovechamiento de animales terrestres” y “Entre las especies silvestres que se utilizan, más del 20 % (más de 10 mil especies) se emplean para la alimentación humana”, según un reciente estudio sobre el uso sostenible de las especies silvestres de la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES, por sus siglas en inglés).
2. Presupuesto asegurado
El valor de la ENRTIFS recae en que visibiliza las acciones de prioritario interés (claves) y esenciales que el Estado debe adoptar si realmente asume el compromiso de reducir el tráfico ilegal de fauna silvestre. En ese sentido, su implementación supone dotar de las condiciones mínimas necesarias a las autoridades competentes, como lo es el presupuesto público asignado.
Indicar que su avance está sujeto a la disponibilidad presupuestal de las entidades involucradas, que se financia con cargo al presupuesto institucional de los Pliegos involucrados y que no implica recursos adicionales al Tesoro Público, simboliza dejar en la incertidumbre lo planteado y no interiorizar que la acción preventiva u oportuna puede significar un ahorro significativo de costos futuros para la sociedad. Ello queda demostrado en el estudio publicado en febrero en la revista científica Science Advances, según el cual han comprobado que la suma de sus “estimaciones de coste medio de la prevención primaria (~20 mil millones de dólares) equivale a ~ 1/20 del valor anualizado de las vidas perdidas por las zoonosis víricas emergentes y a < 1/10 de las pérdidas económicas anualizadas”.
3. Enfoque
Nuestro rol como sujetos activos/ pasivos frente a la prevención y a los impactos del tráfico ilegal de la fauna silvestre, nos debe llevar a replantearnos nuestra aproximación al problema. Para ello, resulta importante integrar el enfoque de “Una sola salud” (One Health), según el cual “la salud humana y la sanidad animal son interdependientes y están vinculadas a los ecosistemas en los cuales coexisten” y goza, más que nunca, de una amplia aceptación para el diseño de políticas públicas a nivel internacional debido al origen zoonótico de la pandemia del COVID-19.
4. Información
Para el sustento de la formulación de la ENRTIFS y como parte de las acciones priorizadas, ha sido notorio la necesidad de contar con información actual y oficial para la toma de decisión pública. La falta de diagnósticos sobre las dinámicas asociadas al tráfico ilegal de fauna silvestre (nacional y transnacional), dificulta identificar al público objetivo de la intervención y más aún las alternativas disponibles para generar un cambio de conducta. En ese sentido, es importante incluir actividades e indicadores precisos que visibilicen los vacíos de información, de manera que permitan enfocar los esfuerzos.
5. Cambio de conducta
El objetivo 1 (Educar, sensibilizar y difundir información a la ciudadanía sobre tráfico ilegal de fauna silvestre) de la ENRTIFS tuvo sentido en un escenario inicial, donde la premisa era visibilizar una problemática real y en la cual se alentaba a la ciudadanía a transitar a un rol más activo. Entendemos que, por este motivo, el Serfor registra en su informe una mayor ejecución en este objetivo, en comparación con los otros 2 de la ENRTIFS, e indica que estuvo más enfocado en los/as demandantes (compradores).
Cinco años después, se hace necesario incidir en los ofertantes (rurales y urbanos), acorde a lo recomendado por el propio SERFOR en su informe, y ampliar la ambición a un cambio de conducta; es decir, pasar a la siguiente etapa a través de información y de alternativas.
6. Alternativas
Bajo el enfoque de “Una sola salud”, es importante reevaluar nuestra aproximación a la gestión de la fauna silvestre y establecer alternativas sostenibles, legales, atractivas, bajo consideraciones de bioseguridad (cuando sea posible o apuntar progresivamente a ello) y un enfoque intercultural. Ello debe ir de la mano con medidas de promoción, capacitación y financiamiento que fomenten su implementación.
7. Articulación interinstitucional
La ENRTIFS es en esencia un documento de planificación multisectorial, por lo que el éxito de su implementación depende del nivel de coordinación entre las autoridades competentes para su intervención costo-efectiva, a lo largo del país y en las zonas de frontera. En ese sentido, antes y ahora el seguimiento de las metas ha revelado las debilidades y oportunidades para calibrar este engranaje institucional.
Así, en su informe, el Serfor destaca como una limitante a nivel del trabajo en frontera, la falta de intervenciones multisectoriales y la escasa coordinación interinstitucional, incluso entre departamentos vecinos o departamentos de donde se extrae ilegalmente y se incauta la fauna silvestre, lo que se agrava con la alta rotación del personal en los Gobiernos Regionales con funciones transferidas. Acorde con ello y con una mirada más nacional, recomienda que es “necesario encaminarse a la elaboración normas de mayor rango que apunten a una mejor actuación interinstitucional”.
Resulta prioritario fortalecer entonces dicha coordinación con el establecimiento de un protocolo de actuación conjunta, considerando las experiencias positivas previas y su impulso por el Estado como un mecanismo eficiente de solución, además de procedimientos de uso común con alcance transfronterizo.
8. Fortalecer liderazgos institucionales
El Serfor, en su calidad de Autoridad Nacional Forestal y de Fauna Silvestre y ente rector, así como las autoridades regionales y locales, por ser las instancias más cercanas a la ciudadanía, tienen un rol protagónico en fomentar un cambio de conductas y articular la intervención de las demás autoridades competentes. En ese sentido, se hace necesario fortalecer sus capacidades individuales, pero en especial, promover su liderazgo en el ámbito de su competencia.
9. Fortalecimiento de capacidades
El “Plan de Desarrollo de Capacidades para la Gestión Forestal y de Fauna Silvestre 2021-2025” constituye un importante avance, que debe ser complementado con un análisis de necesidades de capacitación para el cierre de brechas de desempeño, “por falta o bajo nivel de conocimientos y/o competencias” en materia de tráfico ilegal de fauna silvestre.
10. Estrategia comunicacional transversal
La mirada comunicacional debiera enfocarse a todos los objetivos de la ENRTIFS, incluidas las entidades responsables de su implementación y el público objetivo de las intervenciones, a fin de reforzar los compromisos asumidos y visibilizar su impacto positivo.
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