Prórroga de pesca exploratoria de merluza: ¿es una solución para los pescadores artesanales?
viernes 1 de abril, 2022
- El 30 de marzo de 2022 se publicó la Resolución Ministerial 117-2022-PRODUCE que, por quinta vez, prorroga el plazo de la ejecución de la pesca exploratoria del recurso merluza, hasta el 30 de junio de 2022. ¿Qué implica esta prórroga? ¿Beneficia a los pescadores artesanales?
Escribe: Yesenia Chumbe y José Bringas / Gobernanza Marina SPDA
En el norte del Perú, la pesca artesanal de merluza es una actividad tradicional, que tiene importancia económica y ambiental. No obstante, a partir de 1997 se encuentra prohibida. Desde 2019, gracias a la pesca exploratoria (es decir, como parte de una investigación), los pescadores artesanales de pesca pasiva han vuelto a extraer merluza. Dicha pesca exploratoria, que debería ser temporal, ha sido prorrogada cinco veces (la última de ellas, en marzo de este año). Estas constantes prórrogas mantienen en la incertidumbre a los pescadores artesanales, quienes no desarrollan una actividad plenamente formalizada, y revela la falta de voluntad política de las autoridades del Ministerio de la Producción (Produce) para revertir esta situación.
La pesca exploratoria de merluza es una actividad de investigación que se encuentra a cargo del Instituto del Mar del Perú (Imarpe), que tiene por finalidad “dimensionar el impacto de la pesca artesanal que emplea artes de pesca pasivos, sobre la población de merluza al norte del litoral peruano (Extremo norte – Talara)”. Cabe mencionar que esta pesca exploratoria fue autorizada inicialmente a partir de la publicación de la Resolución Ministerial 317-2019-PRODUCE, por un plazo de un año. No obstante, ha sido ampliada hasta en cinco oportunidades, debido, inicialmente, a las limitaciones presupuestales y a las restricciones propias de la pandemia; no obstante, se desconoce los motivos de las últimas 2 prórrogas.
Si bien esta medida permite que las embarcaciones artesanales de pesca pasiva continúen realizando actividad extractiva sobre la merluza, no soluciona la necesidad de fondo de estos pescadores, que es el acceso formal a la extracción de este recurso hidrobiológico.
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Para abordar este problema, consideramos necesario explicar que la pesquería artesanal de merluza es una actividad que se desarrolla principalmente en la zona norte de Perú, mediante el empleo de artes de pesca pasivos tales como el espinel de fondo, la pinta y la cortina de fondo. Estos se caracterizan por ser altamente selectivos, por lo que, mediante su uso, se capturan ejemplares de merluza que se encuentran, en su mayoría, por encima de la talla mínima de captura establecida en el ROP de merluza (35 cm LT), lo que contribuye a un aprovechamiento sostenible de este recurso.
A pesar de ser una actividad ancestral y amigable con el ecosistema, desde 1997, cuando se declaró a la merluza como un recurso hidrobiológico plenamente explotado o, posteriormente, en 2003, cuando se aprobó el vigente reglamento de ordenamiento pesquero de este recurso (ROP de la merluza), que además declaró a la merluza en recuperación, no se formalizó este tipo de pesca; es decir, no se contemplaron medidas específicas que asegurasen el acceso a esta pesquería por parte de los armadores de embarcaciones pesqueras artesanales que emplean artes de pesca pasivos.
Esta omisión ha generado que los pescadores artesanales que emplean artes de pesca pasivos no cuenten con el correspondiente permiso de pesca que les permita aprovechar formalmente este recurso, lo que genera un impacto negativo sobre más de 3000 personas, entre pescadores, sus familias y los consumidores de merluza, lo que puede limitar el abastecimiento de este producto a los mercados locales y nacionales.
Además, debe tenerse en cuenta que, en 2021, a través del Régimen Provisional de Pesca del Recurso Merluza aprobado por Resolución Ministerial 174-2021-PRODUCE, se permite a los pescadores artesanales abastecer a las plantas de procesamiento. De esta manera, se permitiría que parte del producto de la pesca artesanal sea destinado a exportación. Esto quiere decir que las consecuencias de no solucionar esta problemática podrían extenderse incluso a la industria.
Muchos de los pescadores artesanales del norte se sienten decepcionados con la reciente ampliación de la pesca exploratoria, dado que, en diciembre de 2021, en la visita a la caleta El Ñuro, y ante la presencia de los gremios de pescadores artesanales de Cabo Blanco, Máncora, Los Órganos, El Ñuro y San Pedro Talara, el ministro de la Producción se comprometió a dar solución a esta problemática.
Pese a que esta situación tiene más de dos décadas, la Resolución Ministerial 117-2022-PRODUCE solo propone una prórroga del plazo de la pesca exploratoria, sin incluir ninguna disposición que permita su formalización definitiva, a pesar de que, según refieren los pescadores, el Ministerio de la Producción ya cuenta con elementos técnicos científicos para proponerla. Por ello, esta nueva prórroga ha sido recibida como otra muestra de falta de voluntad política por resolver esta situación.
Además, hay que tener en cuenta que el reclamo de los pescadores artesanales cuenta con el apoyo del sector industrial, que ha manifestado públicamente que la pesquería artesanal que pesca merluza con artes de pesca pasivos debe ser formalizada, y concuerdan con que la postergación en la solución de este problema genera incertidumbre y promueve conflictividad social.
Por ello, desde la SPDA, sugerimos que Produce inicie a la brevedad posible un proceso participativo activo que involucre a los pescadores artesanales, a actores de la cadena productiva de este recurso, la academia y la sociedad civil, para formular una modificatoria al reglamento de ordenamiento pesquero de la merluza que permita 1) reconocer la actividad pesquera artesanal en la pesquería de la merluza, y 2) que las embarcaciones de pesca pasiva que han participado en la pesca exploratoria del recurso merluza, aprobada por Resolución Ministerial 317-2019-PRODUCE y sus modificatorias, puedan acceder y realizar la actividad extractiva del recurso merluza de manera formal.
Recuperar la confianza de los pescadores artesanales demanda el cumplimiento del compromiso asumido en el más breve plazo, así como el involucramiento de los actores de esta pesquería en la formulación de una norma que permita la formalización pesquera artesanal. No debemos esperar el término de vigencia de la nueva prórroga de la pesca exploratoria para recién abordar esta problemática, porque, para entonces, podría ser demasiado tarde. Si no hay medidas claras y prontas, esta situación podría derivar en un conflicto social.
Asimismo, consideramos que una participación activa, transparente y oportuna por parte de Produce, podrá evitar el estallido de conflictos sociales y permitirá fortalecer el ordenamiento pesquero de la merluza con miras a generar beneficios económicos para los pescadores, promover la sostenibilidad y las prácticas culturales ancestrales en el norte del Perú.
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