- Un sobrevuelo realizado con un avión de reconocimiento militar registró los impactos de la minería ilegal en el Nanay, río que abastece de agua potable a gran parte de Loreto. El paisaje que muestran las imágenes es desolador.
La cuenca del río Nanay se ha convertido en territorio de mineros ilegales, y ello ha sido advertido en reiteradas ocasiones por dirigentes comunales que habitan aprovechan esta fuente de agua. En setiembre pasado, un informe de MAAP registró la presencia de más de 120 dragas dedicadas a la minería en este río, a través de imágenes satelitales. Y ahora, un reciente sobrevuelo confirma nuevamente la presencia de estas embarcaciones que están contaminando el río y afectando la biodiversidad del lugar.
El 7 de noviembre, un avión de reconocimiento militar logró captar la pérdida de bosques, degradación del paisaje y contaminación de cochas y ríos, principalmente a lo largo de la cuenca del Nanay, el río que abastece de agua potable a gran parte del departamento de Loreto.
En las imágenes registradas por la Fuerza Área del Perú (FAP), en conjunto con la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental (Fema) de Maynas, la Marina de Guerra del Perú y la Polícia de Crimen Organizado, se pueden observar pequeñas montañas de arena, árboles caídos y aguas visiblemente contaminadas, junto a las pequedragas que estarían operando en estas zonas.
Como se sabe, pese a que la minería de oro en ríos es ilegal en Perú, desde el año 2000 se ha reportado la aparición de pequedragas -pequeñas embarcaciones artesanales acondicionadas para extraer oro del río- en los ríos de Loreto, principalmente en el río Nanay. Con el paso de los años, esta actividad fue en aumento y se registró un incremento mayor a partir de la pandemia.
«Las acciones del Estado contra a la minería ilegal no han sido suficientes, ello ha generado que esta se instale en la cuenca del río Nanay, amenazando los medios de vida de más de 40 comunidades que habitan en toda la cuenca, y a los más de medio millón de habitantes de la ciudad de Iquitos que se abastecen de agua de esta maravillosa cuenca. A su vez, pone en riesgo la continuidad de procesos ecológicos y evolutivos esenciales para la vida, ciclos de nutrientes alterados, migración de los grandes bagres a sus zonas de desove alterados por la instalación de dragas en las cochas del nanay, extensos bosques de varillales desboscados y llevados a la degradación por derrames de contaminantes altamente tóxicos», señala Andrea Tello, coordinadora de la oficina regional de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA) en Loreto.
El Nanay se convierte en tierra de mineros
En agosto de 2021, Carlos Castro, fiscal provincial de la Fema Maynas advertía en una entrevista para Actualidad Ambiental que este alarmante incremento de pequedragas en el Nanay podrían convertir esta cuenca en “la nueva Pampa”, en referencia a la situación crítica de contaminación, destrucción y muerte que se vive en Madre de Dios a causa de la minería ilegal.
“La cuenca del río Nanay se vuelve tierra de nadie, podría convertir a esta zona de Loreto en el nuevo Madre de Dios”, alertaba. Hoy, esta predicción, según muestran las imágenes registradas por la FAP se ha convertido en realidad, y esta zona de Loreto se ha convertido en el nuevo foco de la minería ilegal en el país.
Además, con el paso del tiempo, los mineros ilegales han mejorado sus capacidades y condiciones, por lo que ahora cuentan con mejores equipos para realizar esta actividad. Por ejemplo, se han registrado imágenes de pequedragas acondicionadas con antenas Starlink.
La violencia con la que operan también se ha incrementado. El pasado 1 de octubre, en la comunidad de Puca Urco, fue hallado el cuerpo de Dilber Gonzales, un joven de solo 18 años, presuntamente asesinado por mineros ilegales. Su cuerpo fue hallado con “ochos lesiones al parecer por proyectil de arma de fuego”, señalaba el acta de ocurrencia policial.
Presuntos mineros detenidos
En este contexto, el pasado 16 de noviembre, fueron detenidos Diego Fernando Sarria Mora y Jessica Vela Riveiro, ambos de nacionalidad colombiana, quienes son investigados por presuntamente pertenecer a una banda criminal “Los Rebeldes del Nanay” dedicada a la minería ilegal. A ellos se les acusa de otros delitos como financiamiento y posesión, de insumos y maquinarias destinados a esta actividad.
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