- Según las entidades, esta decisión de la Municipalidad de Lima afectaría el ambiente de la zona y sitios arqueológicos como el Santuario de Pachacamac.
- Ministerios de Vivienda y del Ambiente, así como Cenepered, también se oponen a esta decisión realizada a través del Concejo Metropolitano.
El pasado 11 de marzo, la Municipalidad de Lima -a través del Concejo Metropolitano- decidió cambiar la zonificación del valle de Lurín. De zona agrícola pasó a convertirse en zona comercial e industrial, tal como lo había planteado desde hace algunos meses atrás, pese a informes que advertían impactos ambientales.
Dichas advertencias fueron formuladas a través de informes del Ministerio de Vivienda, el Ministerio del Ambiente (Minam) y el Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción de Riesgo de Desastres (Cenepred), además de diversos organismos civiles.
El primero señaló que esta decisión afectaría las condiciones ambientales, ecológicas y paisajísticas del valle de Lurín y del Santuario Arqueológico de Pachacamac, mientras que el segundo afirmó que el cambio de zonificación generará “un impacto en los ecosistemas de la estructura ecológica de Lima Metropolitana, especialmente en el valle y su zona litoral”, asimismo, “generará una pérdida progresiva de los espacios abiertos y una reducción de la calidad ambiental de nuestras ciudades”.
Por su parte, el Cenepred explicó que este cambio incrementaría “de forma considerable la vulnerabilidad de la zona adyacente al litoral, frente al impacto de un sismo y consecuente tsunami”.
[Cambian zonificación del valle de Lurín pese a informes que advierten impactos ambientales]
Impactos al patrimonio cultural
Respecto a este cambio, el Ministerio de Cultura (Mincul) emitió un comunicado donde advierte “un alto impacto visual en la Zona Arqueológica Monumental Pachacamac, transformando drásticamente su paisaje actual, valor por el cual fue declarado Patrimonio Mundial por UNESCO”, así como en otras tres zonas arqueológicas: San Pedro de Quilcay, Cerro Colorado y Las Terrazas.
El Mincul también señaló que la propuesta “altera el entorno paisajístico de la subzona del litoral marino e islas de Pachacamac que se encuentran frente al santuario. Esta zona, que se incorpora a los humedales de Quilcay, es un espacio ecológico que también cuenta con evidencias arqueológicas que deben de salvaguardarse”.
Finalmente, resaltó que esta propuesta aprobada “debe contar con opinión favorable del Ministerio de Cultura, en especial lo que concierne al área de amortiguamiento de la Zona Arqueológica Monumental Pachacamac, de lo contrario es nula de pleno derecho”.
“El Ministerio de Cultura insta a la Municipalidad de Lima a mantener las áreas protegidas, reservándose las acciones que franquea la ley, para proteger el patrimonio de todos los peruanos”, puntualizó el comunicado.
Defensoría pidió reconsideración
En la misma línea del Mincul, la Defensoría del Pueblo también expresó su preocupación porque este cambio “impactaría seriamente en el entorno ecológico del distrito y en zonas culturales”.
“Para la Defensoría del Pueblo, estas modificaciones se habrían aprobado sin tener en cuenta por un lado, los impactos ambientales que se podrían causar, como por ejemplo la desaparición del valle agrícola de Lurín y de su entorno paisajístico, al ser estos sustituidos por construcciones para fines comerciales y residenciales; y, por otro, los efectos ante posibles desastres naturales, tal y como han alertado entidades técnicas como el Ministerio del Ambiente y el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento”, explicó el organismo.
La Defensoría recordó que antes de la decisión del Concejo, recomendó al alcalde de la Municipalidad de Lima, Jorge Muñoz, “solicitar y considerar la opinión técnica sobre el proyecto, de entidades como el Minam, la Autoridad Nacional del Agua (ANA) el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), el Ministerio de Agricultura y Riego, y el Mincul; así como garantizar una efectiva participación ciudadana en el proceso de evaluación del proyecto”.
Asimismo, recomendó priorizar la culminación de la formulación y aprobación del Plan Metropolitano de Desarrollo Urbano, “de manera previa a toda propuesta de reajuste de zonificación, para lograr una ciudad sostenible, con estrategias de desarrollo articuladas y que contemple la aplicación de una Evaluación Ambiental Estratégica, que haga posible la evaluación de sus riesgos ambientales, así como la adopción de medidas al respecto”.
Finalmente, la Defensoría pidió al “Consejo Metropolitano de Lima reconsiderar la decisión adoptada, así como suspender la evaluación de propuestas de zonificación en tanto no se concluya y apruebe el Plan Metropolitano de Desarrollo Urbano de Lima 2021-2040”.
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