Por Katherine Bless / kbless@spda.org.pe
Debido al riesgo que generan en la salud y el ambiente, en los últimos años, los residuos generados por el hombre (industria y hogares) han generado una mayor preocupación en los Estados y Perú no ha sido la excepción. En nuestro país, según el Ministerio del Ambiente (Minam), se generan un promedio de 23 mil toneladas de basura diariamente y lo que se recicla es muy poco. Los estimados más optimistas hablan del 15%.
Actualidad Ambiental conversó con el viceministro de Gestión Ambiental del Minam, Marcos Alegre Chang, sobre el manejo y gestión de los residuos sólidos, las iniciativas del ministerio en este tema y la articulación con los gobiernos regionales y locales para enfrentar el problema de la disposición final de residuos.
¿Cuál es el principal problema en nuestro país en cuanto a manejo de residuos?
Aún existe un deficiente o limitado financiamiento con el que cuentan los municipios por la morosidad de pago por el servicio de limpieza pública a nivel nacional. El nivel de morosidad por pagos de servicios se encuentra entre el 60 y 70%. Es decir, existe un enorme grupo de la población que no paga por estos y como se encuentra vinculado al pago de arbitrios, no existe una tasa de recuperación efectiva. A esto se suman los hábitos y cultura de la población que todavía que no se encuentran alineadas con buenas prácticas ambientales.
¿Cuál ha sido la propuesta del Minam en el caso del financiamiento?
Hemos implementado ya en 31 municipalidades peruanas el mecanismo autónomo de financiamiento, con el que los municipios forman un convenio con el Banco de la Nación y el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Se abre una cuenta intangible con la entidad bancaria y en esta se genera un fondo que servirá para pagar la limpieza pública de manera oportuna, transparente y técnicamente calculada. Sobre la cobranza por servicio de limpieza pública, la nueva ley habilita a las municipalidades a cobrar esta de manera conjunta con los servicios de agua o con energía eléctrica.
Además, se está desarrollando el Programa de Desarrollo de Sistemas de Gestión de Residuos Sólidos en Zonas Prioritarias con financiamiento de la Cooperación Japonesa (JICA) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que cuentan con US$ 100 mil millones. Con este hemos entregado dos rellenos sanitarios y maquinaria. Se está gestionando, también con la banca internacional, un nuevo paquete para ampliar la cobertura a otras ciudades y buscar nuevos fondos.
¿Cuál es la articulación entre el Minam con los gobiernos regionales y locales para el tratamiento de los residuos sólidos?
Existe un espacio anual en el que el Minam convoca a todas las municipalidades del país para discutir sobre los avances en la gestión de los residuos sólidos. En esta se evalúa de manera colectiva los avances y dificultades existentes. Asimismo, tenemos una asesoría permanente con las municipalidades para que accedan a los incentivos financieros que el MEF otorga si cumplen determinadas metas de segregación y reciclaje de residuos sólidos en sus localidades. También trabajamos activamente con las municipalidades, brindando asesoría técnica y desarrollando de manera conjunta los planes Educa, que son planes municipales de educación y ciudadanía ambiental que comprenden de bibliotecas ambientales itinerantes, campañas de limpieza, campañas de reforestación, campañas de Perú Limpio, campañas de sensibilización y concientización ambiental.
¿Cuántos rellenos sanitarios existen en el Perú y cuántos necesitaríamos?
En este momento tenemos 33 rellenos sanitarios que cubren el 52% de los residuos sólidos a nivel nacional. Son pocos rellenos sanitarios que cubren un buen porcentaje de la disposición final de los residuos sólidos en Perú. Tenemos en cartera 38 más. En términos de cobertura de disposición final de residuos sólidos, al 2021 será del 70%. Es decir, vamos a subir del 52 al 70% que serán dispuestos en las grandes y medianas ciudades. Pero eso no quiere decir que las pequeñas queden descuidadas, sino que para estas vamos a estimular la implementación de manejo comunitario de los residuos sólidos, soluciones locales como plantas de compost, plantas de lombrices, clasificación del reciclaje, de tal manera que estas ciudades pequeñas, e incluso localidades rurales, tengan una alternativa de manejo más localizado.
En las ciudades donde no existen rellenos sanitarios están los botaderos ilegales. ¿Qué está haciendo el Gobierno al respecto?
Con la nueva ley de residuos sólidos, que tuvo su reglamento en diciembre del 2017, contamos con un plazo de implementación (según el nuevo marco normativo) en el que se ha creado la Dirección General de Gestión de Residuos Sólidos. Esta facilita la supervisión, la adaptación de normas y sobre todo la fiscalización.
En el caso de los botaderos, esto permite que el nuevo reglamento fortalezca la fiscalización y tipificación de infracciones y sanciones. A partir de ello, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) -en adelante- podrá sancionar y ejercer una acción de fiscalización mucho más contundente y eficaz a las municipalidades, en coordinación con la Contraloría, para que estos casos flagrantes de contaminación no estén dándose más en el país.
¿Existe alguna ciudad o región que sea un ejemplo de gestión en residuos sólidos?
Tenemos muy buenos ejemplos que nos dan el optimismo y nos dicen que se pueden hacer bien las cosas. En la provincia de Concepción, Junín, existe un muy alto porcentaje de segregación en los domicilios y la basura ya va clasificada a un lugar donde se trata. Se recicla papel, cartón, vidrio, metales y se hace lombricultura.
También tenemos otros ejemplos como Oxapampa y Pozuzo (Pasco), y en Bagua (Amazonas) donde hemos implementado rellenos sanitarios, además existen programas de educación y clasificación, segregación de la basura en la fuente, lo cual evita que llegue tanta basura a los rellenos.
Según planes del OEFA, es necesario tener espacios para los desechos peligrosos y de construcción. ¿Contamos con rellenos de seguridad? ¿Qué hay de las escombreras?
Tenemos rellenos de seguridad al sur de Lima en Chilca, plantas de tratamiento de residuos sólidos peligrosos, tóxicos, patógenos, de establecimientos de salud, entre otros. Asimismo, se están creando más incineradores para tratar los residuos hospitalarios. Estos se encuentran concentrados en la ciudad de Lima y el desafío es que estos puntos de tratamiento de residuos sólidos peligrosos no se concentren solo en la capital sino también en las grandes ciudades (es decir, empiecen a desconcentrarse), de acuerdo a la disposición del mercado.
Sobre el tema de las escombreras, tenemos un acompañamiento intenso con las municipalidades para su construcción ya que existe un déficit de estas a nivel nacional. Cuando se produce un residuo sólido de demolición y construcción en pequeña escala, la municipalidad tiene la obligación de disponerlo. Sin embargo, el mayor problema que hemos visto es a nivel nacional son los residuos sólidos generados por las construcciones de las grandes inmobiliarias.
Con el OEFA estamos desarrollando un sistema de fiscalización en el que el generador de los residuos sólidos de construcción, tiene que responsabilizarse por ley que su residuo sólido se disponga adecuadamente ante otra empresa privada que lo reciba y lo trate adecuadamente en una escombrera. Este es un mercado privado y nuestro rol es que ese mercado funcione adecuadamente.
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