Más de 250 millones de personas se hallan directamente afectadas por la desertificación en el planeta, de los cuales unas mil millones se encuentran en situación de amenazadas en más de 100 países, así lo anunció el Ministerio del Ambiente (Minam).

Asimismo, indicó que la desertificación representa pérdidas de más de 42 mil millones de dólares al año y que los países más vulnerables están ubicados en África, Asia y América Latina y El Caribe.

Ante este panorama, los 33 países del Grupo de América Latina y el Caribe (GRULAC) ante las Naciones Unidas pidieron un mayor compromiso a miembros de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación y Mitigación de los efectos de la Sequía.

Al respecto, el viceministro de Recursos Naturales del Ministerio del Ambiente, Gabriel Quijandría, señaló en nombre de GRULAC que “los expertos en tierra y suelo están alarmados porque los recursos de la tierra escasean y pueden llegar a no ser suficientes para satisfacer las demandas de alimentos, agua y energía de las personas, pero los países no están haciendo su trabajo. Falta un compromiso real para combatir la desertificación y la sequía que nos afecta a todos”.

El GRULAC se reunirá en Lima del 17 al 20 de julio para fortalecer posición regional que incluye propuestas de desarrollo sostenible de las montañas y de los ecosistemas proveedores de agua; así como seguridad alimentaria, adaptación al cambio climático y manejo sostenible de la tierra
Lima, 02 de mayo de 2013.

Quijandría brindo estas declaraciones durante la última reunión del Comité de Examen de la Aplicación de la Convención (CRIC 11), realizada del 15 al 19 de abril en Bonn, Alemania. Para los miembros de GRULAC, los países del resto del mundo deben aportar de manera más sustancial a la Conferencia de las Partes (COP) para abordar de manera más directa temas como la desertificación de las tierras, la seguridad alimentaria, entre otros.

Esta posición se reafirmará durante la XV reunión regional del Grupo de América Latina y el Caribe, que se llevará a cabo en Lima para fortalecer la posición de la región ante la COP 11, que se realizará en Namibia, África, en el mes de setiembre. La propuesta del GRULAC incluye nuevos mecanismos para el desarrollo sostenible de las montañas y los ecosistemas proveedores de agua; así como alternativas para garantizar la seguridad alimentaria, la adaptación al cambio climático y el manejo sostenible de la tierra.

De esta manera el GRULAC busca darle un nuevo impulso a la convención, liderando alternativas de solución al problema de la desertificación y la sequía que afecta a más de 250 millones de personas en el mundo y representa pérdidas de más de 42 mil millones de dólares al año.

Cabe indicar que los acuerdos de la COP son vinculantes, es decir tienen el peso de una ley. Cuando no se llega a recomendaciones importantes, no se generan políticas públicas que permitan afrontar eficientemente este problema en los países.

DESERTIFICACIÓN EN EL PERÚ

Las tierras secas, las más vulnerables a la desertificación, constituyen el 25.5% del territorio del Perú. En ellas, las áreas desertificadas abarcan un área de 3 millones 862 mil 786 hectáreas en la que habitan 1 millón 161 mil 951 peruanos. La superficie en proceso de desertificación se extiende sobre los 30 millones 522 mil hectáreas, en la que habitan 7 millones 768 mil 598 personas (Minam 2010).

El Ministerio del Ambiente y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en el Perú impulsan el proyecto “Promoviendo el Manejo Sostenible de la Tierra en Apurímac”, el primer proyecto ambiental de gran envergadura situado en el área de influencia de una compañía minera, dedicado al aprovechamiento sostenible de los recursos naturales y de la diversidad biológica en condiciones de cambio climático.

Según el Minam, esto constituye un paso concreto en la lucha contra la desertificación en un país como el Perú que ha invertido en los últimos años cerca de 225 millones de dólares, cifra que ha permitido el financiamiento de 46 programas y proyectos en bosques secos, cuencas hidrográficas costeras, lomas y ecosistemas de montañas y contribuyen significativamente al desarrollo de las Tierras Secas en el país.

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Foto: Archivo SPDA