- Importantes medios como The Washington Post y la Associated Press informaron sobre las preocupaciones existentes de las comunidades nativas que viven cerca al trazado del proyecto carretero Bellavista-Mazán-Salvador-El Estrecho.
En las últimas semanas, medios internacionales como The Washington Post, Associated Press News, South China Morning Post, Independent, entre otros, han informado sobre las implicaciones sociales y ambientales del puente Nanay, el cual forma parte del primer tramo del proyecto carretero Bellavista–Mazán–Salvador–El Estrecho en la región Loreto, una obra que sorprende al mundo porque, hasta la fecha, solo conduce hacia un huerto de frutos.
“El puente más largo del Perú que lleva a ningún lado” así lo han catalogado en sus titulares los medios internacionales, quienes destacan las preocupaciones existentes en los pueblos indígenas de los alrededores del trazado de la vía, los mismos que manifiestan no haber sido consultados por el Gobierno sobre el proyecto. Además, la latente amenaza de que al culminar la obra se promuevan actividades ilícitas como el tráfico de tierras, tala ilegal de bosques, entre otros.
“Desde que comenzó el proyecto de la carretera, mucha gente está invadiendo la tierra comunitaria que nos pertenece. Acá no tenemos justicia”, declaró Zoila Ochoa Garay de la comunidad nativa de Centro Arenal, en conversación con Associated Press News.
En un mensaje escrito a la mencionada agencia de noticias, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) señaló que el objetivo del proyecto es conectar a la población a lo largo de la ruta y promover las economías locales, fortalecer el comercio y ayudar a llevar seguridad a las zonas fronterizas. Además, que la construcción del puente se considera un proyecto de infraestructura para servicios públicos y, como tal, no está obligado a someterse a consulta previa con las tribus indígenas, de acuerdo con las leyes peruanas.
Sobre la carretera
El proyecto cuenta con aproximadamente 200 kilómetros en total, y pretende unir a Iquitos, capital de la región Loreto, con San Antonio del Estrecho, capital del distrito del Putumayo en la provincia del mismo nombre, en la frontera con Colombia, y cuenta con una inversión de aproximadamente 1500 millones de soles.
Además, fue impulsado en el 2011 mediante la Ley 29680, ley que declara de interés y necesidad pública la ejecución y conclusión de diversas obras de infraestructura, en coordinación con los gobiernos regionales; 3 años después, en diciembre del 2014, el MTC otorgó la certificación ambiental para el primer tramo de la vía, y la construcción inició en noviembre de 2017, solo un mes antes de que venciera la certificación ambiental.
El proyecto se divide por tramos:
- Primer tramo: Bellavista–Santo Tomás, con 1.98 kilómetros (actualmente concluido).
- Segundo tramo: desde Santo Tomas a Mazán con 38.5 kilómetros aproximadamente (se encuentra en proceso de elaboración de estudio definitivo).
- Tercer tramo: Mazán-Salvador, por vía fluvial en el río Napo. Está prevista la construcción de 2 embarcaderos en dichas localidades (en proyección).
- Cuarto tramo: Salvador-El Estrecho, con 147.4 aproximadamente, llegaría hasta la frontera con Colombia (en proyección).
En 2017 inició la construcción del primer tramo, desde Bellavista a Santo Tomás. Esta etapa también incluyó la construcción del puente Nanay, el cual es el punto de inicio de la carretera. Sin embargo, hasta la fecha, este puente no lleva a ninguna parte. En octubre de 2021 finalizó la construcción del primer tramo, y tras culminar la construcción de este tramo se pudo evidenciar un incremento en la deforestación, invasión y tráfico de tierras dentro de los territorios de la comunidad nativa de Centro Arenal, una comunidad perteneciente al pueblo huitoto murui, así lo constató la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA) tras una visita a campo en setiembre del 2023. A la fecha la situación no ha cambiado y es que, inevitablemente, el segundo tramo atravesaría su territorio.
Tras un análisis de la SPDA al trazado del proyecto, para llegar al El Estrecho, la carretera atravesaría dos Áreas de Conservación Regional (Ampiyacu-Apayacu y Maijuna Kichwa), amenazando los bosques y la vida de pueblos indígenas.
Por otra parte, en la actualidad el segundo tramo se encuentra en proceso de elaboración de estudio definitivo por el Consorcio Vial Atalaya, conformado por las empresas Alpha Consult S.A. y Dohwa Engineering CO. LTD. Sucursal del Perú. y sobre el tercer y cuarto tramo no se registra ningún avance.
Cabe señalar que, desde el 2019, la SPDA ha llevado a cabo investigaciones mediante solicitudes de acceso a la información pública y visitas de campo en diversas regiones amazónicas. El objetivo principal de estas actividades es incidir en la conciencia pública, así como en las y los funcionarios, sobre los riesgos y amenazas asociados con la ejecución deficiente de proyectos viales en áreas estratégicas de conservación de nuestra Amazonía.
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