- Según informó Serfor, el 77% de los decomisos corresponden a ejemplares muertos (piezas o partes).
Pese a la pandemia provocada por el COVID-19, las actividades que atentan contra nuestra biodiversidad no cesó. El Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) informó que, de enero a julio de este año, se decomisaron 824 especímenes de fauna silvestre en 141 intervenciones o hallazgos.
El 77% (638) de estos decomisos corresponden a ejemplares muertos (incluyen piezas o partes). Dentro de este grupo se encontraron diversas aves, invertebrados (insectos, como escarabajos y mariposas para colecciones), mamíferos y otros animales. En cuanto a las piezas se hallaron colmillos, cráneos, pieles, patas, además de otras partes.
El 23% restante (186) corresponde a especies de gran tráfico como la tortuga amazónica (motelo), la tortuga acuática de agua dulce (taricaya), así como, zarigüeyas, sapos, monos de diversas especies, como el fraile, choro y machín negro; murciélagos, y entre las aves, los pihuichos, tangaras, loros, halcones, entre otras.
Respecto a las zonas en las que se realizaron los decomisos, Áncash registra el mayor número de reportes de animales silvestres muertos. En una de las intervenciones en dicha región, se halló 382 ejemplares de guanay muertos, lo cual representó el mayor hallazgo durante la pandemia.
En aquella ocasión, las aves fueron encontradas sin plumas y evisceradas, en una playa de Huarmey. Esta especie habita el litoral peruano, lo que facilita que sean presas de traficantes.
En cuanto a Lima, esta se encuentra en el segundo lugar, con un total de 95 especímenes muertos o partes y 82 ejemplares traficados vivos: 40 aves, 29 reptiles y 13 mamíferos.
El Serfor precisó que los datos reportados incluyen hallazgos de la fauna silvestre, es decir, cuando los especímenes son encontrados fuera de su ambiente natural en diversas situaciones sin la presencia de un infractor.
Sobre estas cifras, el organismo precisó que provienen de ocho Administraciones Técnicas Forestales y de Fauna Silvestre (ATFFS), además del registro del Gobierno Regional de Huánuco, una de las nueve regiones con competencias forestales y de fauna silvestre transferidas.
Marco jurídico y planes de protección
Cabe señalar que estas intervenciones se rigen bajo la Ley 29763, Ley Forestal y de Fauna Silvestre, la cual resalta que “está prohibido adquirir, comercializar, exportar y/o poseer recursos de fauna silvestre extraídos sin autorización o que provengan de centros no autorizados”.
Esta norma también prohíbe la captura, tenencia, comercio y tráfico ilegal de fauna silvestre. Sin embargo, también existen trabajos a fin de prevenir este tipo de delitos que atentan contra diversas especies.
En Perú existe una Estrategia Nacional para Reducir el Tráfico Ilegal de Fauna Silvestre en el Perú, período 2017-2027 y su Plan de Acción 2017-2022, que busca educar, sensibilizar y difundir información a la ciudadanía sobre este problema.
En el caso de Serfor también existe la campaña “Si compras, eres cómplice” con el fin de reducir la demanda de animales silvestres y dar a conocer a la población las consecuencias legales sobre esta actividad ilícita y el maltrato que padecen estas especies.
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