- Pescadores de Tahuamanu organizados realizan una pesca responsable y se han convertido en los principales aliados de la conservación de recursos hidrobiológicos y el ambiente.
Por Jaime Tranca / jtranca@spda.org.pe
Los recuerdos más gratos de Candelaria Añez son aquellos días cuando pescaba con su padre, especialmente cuando lograban capturar muchos peces en un día. Ella tiene 67 años, lleva 40 años pescando, y es fiel testigo de los cambios que han ocurrido alrededor del río Tahuamanu, en Madre de Dios.
“Antes había bastante sábalo, boquichico, zúngaro, doncella. Ahora todo se está acabando. Hay todavía, pero poco. Hay lisas, bagres, pero son más chicos”, nos cuenta Añez Dos Santos, quien conoce muy bien todas las artes de pesca y reconoce cada curva de este río.
El Tahuamanu es uno de los ríos más importantes de la Amazonía sur de Perú. Nace en el corazón del Parque Nacional Alto Purús y desemboca en el río Orthon de Bolivia. En su recorrido de 900 kilómetros presenta no solo maravillosos paisajes sino además proporciona agua y refugio a diversas especies, y es el hábitat de peces que forman parte de la dieta de cientos de personas y representan una oportunidad económica para muchas familias.
Candelaria Añez vive en Iberia, provincia de Tahuamanu. Heredó la pesca de su padre y con esta actividad logró alimentar a sus hijos e incluso mandarlos a la universidad. Sin embargo, señala que hace diez años el río ya no obsequia tantos peces como antes.
“Antes el río era más ancho, ahora está quedando más angosto. Los ríos se están secando. Ya no hay muchos peces porque la gente pesca con mallas”, nos dice refiriéndose a la pesca que se realiza con mallas no permitidas que arrasan con todos los peces sin diferenciar los tamaños.
Ante este problema que afecta a decenas de familias, Añez y otros compañeros de toda la vida conformaron la Asociación de Pescadores Artesanales de Iberia, un grupo que se unió para comenzar a realizar sus acciones de manera más responsable y sostenible que asegure no solo la supervivencia de los peces de esta fuente de agua, sino también para hacer que esta actividad sea rentable como antes.
Pesca organizada
La organización ha sido un gran paso para los pescadores que realizan sus faenas en la cuenca del Tahuamanu. Según Frank Flores, biólogo de la Sociedad Zoológica de Frankfurt (FZS por sus siglas en inglés), al principio esta actividad se daba de manera desordenada, pero cuando comprendieron la importancia de pescar con responsabilidad se agruparon y hasta hace diez años trabajan para que más pescadores sigan estos pasos.
“Esta actividad tenía que cambiar porque los peces son una importante fuente de alimento local para las familias en Iberia. Por ello, era indispensable poder generar un compromiso con los pescadores, y es ahí donde nace la idea para que ellos sean parte de una organización y posteriormente se pueda elaborar herramientas de gestión como el Plan de Manejo Pesquero”, resalta Flores.
El especialista de la FZS indica además que, a través de organizaciones, los pescadores han podido recibir capacitaciones para mejorar sus actividades. Asimismo, han recibido charlas de educación ambiental y ahora son los principales aliados para mantener los ríos y las playas limpias, y con sus acciones contribuyen a la protección del Parque Nacional Alto Purús.
Gladis Taype, presidenta de la Asociación de Pescadores Artesanales de Tahuamanu, señala que el poder organizarse les ha permitido enfrentar a la pesca ilegal que se realiza en diferentes sectores del río. Incluso resalta que han logrado establecer comités de vigilancia por cada asociación, aunque considera que necesitan más apoyo de las autoridades, no solo para monitorear las aguas del Tahuamanu, sino también para poder acceder a créditos y recomponerse de la crisis económica que ha generado la pandemia del COVID-19.
“Queremos que nos apoyen a hacer la vigilancia, coordinar más con instituciones como la Direpro (Dirección de Producción del Gobierno Regional de Madre de Dios). Para nosotros la pesca es importante porque muchos de nosotros sobrevivimos gracias a esta actividad”, afirma.
Respecto a la importancia de estar organizados, Leidith Canal Lezama, titular de la Direpro, agrega que a través de las asociaciones se puede acceder a fondos concursables y financiamientos.
“Nuestra función principal es la formalización y la asociatividad. Con ello podemos tener un mejor control de nuestros recursos hidrobiológicos. Nosotros resaltamos la asociatividad para poder participar en diversos proyectos o fondos concursables por el bien del desarrollo económico de estas instituciones”, destaca la representante del Gobierno Regional de Madre de Dios.
Peces con valor agregado
Madre de Dios es la región amazónica del país más afectada por la minería ilegal. Esta actividad ha devastado miles de hectáreas de bosques y ha contaminado diversos ríos donde los peces ya no son aptos para la alimentación. Sin embargo, el río Tahuamanu aún es una cuenca donde la minería no ha logrado prevalecer, y por ello los peces destacan por su buen estado para el consumo humano.
Por este motivo, Leidith Canal resalta que los pescadores del Tahuamanu (que representan el 20% de toda la región) tienen una gran ventaja: acceden a recursos hidrobiológicos libres de contaminación por metales pesados. Por ello, considera que esta característica otorga un valor agregado a los productos que comercializan los pescadores de este sector.
“Estos recursos hidrobiológicos con certificados podrían ser hasta especies de exportación. En esta cuenca encontramos diversas especies amazónicas que ya no se encuentran en otros ríos debido a diversas actividades. Entonces, se necesita que estos recursos hidrobiológicos se promuevan como pescados limpios de contaminación”, agrega la especialista.
Una guía para la conservación
Para que las actividades sean sostenibles, es necesario contar con una herramienta que establezca los lineamientos que deben seguir los pescadores y otros actores relacionados. En este caso existe el Plan de Manejo Pesquero, una herramienta elaborada con la participación de las asociaciones pesqueras, la Direpro, la Municipalidad Distrital de Iberia, la FZS, entre otros.
Según Frank Flores, especialista de la FZS, el Plan de Manejo Pesquero tiene como principal objetivo ordenar la pesca, y dentro de ese ordenamiento hay puntos claves, como “saber quiénes son parte de la asociación, la cantidad de personas, la cantidad de familias que hacen uso del recurso y se benefician”.
“El segundo punto es conocer el espacio que vamos a aprovechar, en este caso el río Tahumanu. El tercer punto importante es saber qué especies vamos a trabajar con un mayor aprovechamiento porque el río Tahuamanu tiene muchas especies pero no se pescan todas; en este caso está enfocado en la pesca de zúngaros, de los grandes bagres y de algunas especies pequeñas como el boquichico y el sábalo”, explica.
“El cuarto punto importante es el manejo pesquero, que es el corazón de todo el documento. En el punto del manejo pesquero se definen en qué zonas se van a pescar, se hace énfasis en el uso de las mallas, artes y aparejos de pesca adecuados, se colocan -si son necesarias- algunas restricciones como las vedas temporales o anuales. Y esos son los pasos que siguen los pescadores de aquí a futuro”, agrega.
Este documento, cuya actualización fue presentada en setiembre de este año, también posee un capítulo donde figuran alternativas económicas que permitan quitar la presión sobre los recursos del río, especialmente en épocas de veda. Entre ellas figuran actividades como la acuicultura que se desarrolla en el lago Escompani, ubicado a pocos minutos de Iberia.
“[El Plan de Manejo Pesquero] es importante porque nos enseña cómo debemos cuidar nuestros ríos, nos da un reglamento que nos dice de qué manera debemos pescar, de cómo podemos ser más responsables. Por ejemplo, nos dice que si pescamos peces pequeños debemos soltarlos para que vuelvan a crecer”, explica Candelaria Añez, quien espera que la pesca responsable sea la bandera no solo de su generación sino también de los más jóvenes.
Comments are closed here.