En los últimos años, la provincia de Tambopata (Madre de Dios) ha experimentado una explosión demográfica y un vertiginoso crecimiento urbano, en muchos casos no planificado, que ha afectado zonas destinadas al turismo y la conservación.

Un claro ejemplo de este fenómeno se observa en los terrenos del “Circuito Ecoturístico Kiajabaki Bame”, que han sido depredados para dar paso a futuras urbanizaciones y proyectos inmobiliarios, a pesar de contar con zonificación Turística Recreacional (TR), de acuerdo Decreto de Alcaldía 008 – 2010-MPT-A-SG (21/12/2010).

De acuerdo a la citada norma, contar con una zonificación Turística Recreacional implica “destinar las áreas para proyectos de forestación, reforestación, zonas de recreo, zonas de camping, restaurantes campestres de material liviano y temporal… no urbanizables con fines urbano habitacionales”.

Ubicado en la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional de Tambopata entre el km 00 y km 15 de la carretera al Bajo Tambopata, el “Circuito Ecoturístico Kiajabaki Bame” destaca por su diversidad de fauna y flora, por sus áreas inundables con aguaje o ungurahui, por ser parte del complejo hidrológico bajo que desemboca en el río Tambopata y por proteger y resguardar el tránsito de especies, principalmente de mamíferos grandes hacia la Reserva Nacional de Tambopata.

Entre el km 00 – km 1 y a la altura del km 2.5 de la carretera Bajo Tambopata se puede apreciar la depredación que ha dado paso a zonas urbanas dentro del corredor turístico.

Acciones de los gobiernos locales

Ante esta situación, la Municipalidad Provincial de Tambopata, desde principios de 2012, ha realizado trabajos coordinados con los miembros de la Asociación de Operadores Agro Eco turísticos de Bajo Tambopata, gremio que agrupa a todos los emprendedores de actividad turística en este corredor, y al mismo tiempo ha iniciado diálogo con los que están invadiendo o lotizando áreas agrícolas.

El Subgerente de Acondicionamiento Territorial, Planificación y Habilitaciones Urbanas, William Ikeda Tamayo, explicó que ante esta problemática uno de los puntos más relevantes a trabajar es el tema de la difusión, pues al dialogar con las personas que están lotizando o invadiendo, manifiestan desconocer que estas tierras no son urbanizables pues su zonificación vigente corresponde a Turística Recreacional.

“Ya hemos generado las primeras informaciones vía periódicos, vía medios televisivos y lo que estamos haciendo ahora es trabajar en publicidad a través de banner, trípticos e informaciones en internet para de esa manera parar un poco esa desinformación que manifiestan”, precisó el funcionario.

“Lo segundo es trabajar en una nueva zonificación del Corredor, con un tema de sinceramiento del área basado en la realidad que vivimos actualmente que ya estamos desbordados con lo que es invasiones y lotizaciones, estamos trabajando en el tema de ver si podemos seguir atacando, peleando con esos sectores o simplemente ya retirarlos del corredor turístico y generar una nueva zonificación, una nueva área protegida”, agregó.

Gustavo Pasco Malatesta, miembro de la Red de Conservación de la Biodiversidad y de la Asociación de Operadores Agro Eco turísticos de Bajo Tambopata, manifestó que “es lamentablemente que el desarrollo urbano de la ciudad de Puerto Maldonado no haya sido bien planificado” y que la existencia del Corredor fue una iniciativa de los pobladores de Tambopata e Isuyama, con el apoyo de sus aliados estratégicos y de la Municipalidad.

Pasco Malatesta enfatizó que en el Corredor existen cuatro áreas de conservación privada, las primeras que se han reconocido en el departamento de Madre de Dios. “El corredor es importante no solo para los que vivimos en el Tambopata sino que para todos los moradores de la ciudad de Puerto Maldonado porque estamos hablando de un área que permite preservar nuestra riqueza de fauna y flora, genera desarrollo de actividades económicas sostenibles que no deprendan y se pueden realizan en armonía con la naturaleza.

________________

Foto: Don Jaque