Esperan que visita del Papa ayude a reconocer a pueblos indígenas como actores importantes

Foto: Andina.

Monseñor David Martínez de Aguirre Guinea, obispo del Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado, afirmó que la visita del Papa Francisco a esta región de la Amazonía pondrá «sobre la mesa el problema del planeta, el problema del calentamiento global y el problema del límite al que está llegando nuestra Madre Tierra”.

En este sentido, el Obispo del Vicariato Apostólico anhela que la reunión entre el Sumo Pontífice y las comunidades indígenas ayude a “reconocerlas como actores importantes” frente a la problemática socioambiental de Madre de Dios. Y es que, en su segunda encíclica, Laudato si’, el líder de la Iglesia Católica reclama por “los sufrimientos de los excluidos” y “la crisis del ambiente”.

“El Papa está poniendo el dedo en la llaga, nos está advirtiendo de que existe hoy una crisis socioambiental. Si queremos cuidar el medio ambiente tenemos que trabajar por la justicia social y si queremos vivir en paz tenemos que cuidar el medio ambiente”, agrega en una entrevista publicada por la página web del Vicariato Apostólico de dicha ciudad.

De excluidos a actores importantes

El Papa Francisco se reunirá con pueblos indígenas durante su visita del 19 de enero a esta ciudad de Madre de Dios. Estas comunidades, la mayoría de ellas de religión católica, son las principales afectadas por la minería ilegal que impera en la zona y sus consecuencias, como la trata de personas y la destrucción de los bosques.

“Lo que esperamos del encuentro (del Papa Francisco) con los pueblos indígenas es visibilizarlos”, afirma monseñor Martínez de Aguirre, quien insiste en poner el foco en Laudato Si’: “En su encíclica dice que los pueblos indígenas son minorías que tenemos que tener en cuenta porque nos están dando la posibilidad de buscar otros rumbos a nuestra humanidad, la cual se ha conducido por unos caminos que, en algunos casos, nos están llevando a la crisis socioambiental que ahora padecemos. Los pueblos indígenas nos dan la posibilidad de repensar nuestras relaciones entre nosotros y con la naturaleza”.

Por esto mismo, espera que los pueblos indígenas “sean reconocidos como actores importantes que deben sentarse en las mesas de negociación de nuestro mundo”.

Ello, asegura, de ninguna manera debe tomarse como que el Sumo Pontífice llega para acabar con la minería. “El Papa no viene a organizar las actividades productivas del país (…) está viniendo a abrirnos los ojos y los oídos para que estemos atentos al grito de la tierra y al grito de los pobres, que es un mismo grito”, reflexionó.

En ese sentido, el anunciado Pacto de Madre de Dios, que será entregado al Papa Francisco durante su visita, representa una oportunidad valiosa para que todos los peruanos puedan acceder de mejor forma a la justicia ambiental y así hacer prevalecer sus derechos.



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