Madre de Dios: empresas de turismo y grupos religiosos amenazan existencia de indígenas en aislamiento
lunes 20 de octubre, 2014
Los mashco piro son indígenas seminómadas que se dedican a la pesca y caza en la Amazonía de Cusco y Madre de Dios. Según el Ministerio de Cultura, están dentro del grupo de indígenas en aislamiento y contacto inicial, por lo que el acercamiento a ellos debería darse de manera responsable, ya que -debido a que no han desarrollado su sistema inmunológico- una simple gripe podría ser fatal para ellos.
Pese a las reiteradas recomendaciones de especialistas, grupos religiosos e incluso turistas están manteniendo contacto con este grupo de personas, atentando no solo contra su salud sino poniendo en peligro su existencia.
En un reportaje de Panorama se aprecia cómo el contacto con este grupo de indígenas se repite de manera constante. Algunos les dejan ropa o comida, incluso algunos intentan evangelizarlos. A esto se suma una denuncia de la Federación Nativa del río Madre de Dios y Afluentes (FENAMAD), la cual señala que algunas empresas turísticas ofrecen paquetes que incluyen el avistamiento de estos indígenas.
Un representante de la Asamblea de Dios del Perú aceptó que tuvo contacto con los mashco piros «con el fin de hacerle conocer esta noticia de Jesús, el evangelio. (…) Porque él nos ha dado una orden, tenemos que entrar a toda tribu, a toda lengua y a toda nación. Ese es el plan de Dios para que él venga otra vez a la tierra».
DESPLAZAMIENTO FORZADO
Históricamente, los mashco piros, al igual que otros pueblos indígenas del país, fueron desplazados en la época del caucho. También fueron afectados por la colonización de la selva para fines agrícolas y la construcción de grandes vías terrestres. En la década de 1980 fueron diezmados por Sendero Luminoso. Actualmente, están siendo presionados por madereros y mineros ilegales, así como narcotraficantes.
Este desplazamiento forzado los hace tener contacto con agricultores y otros grupos de indígenas, a quienes les piden alimentos y materiales como machetes y objetos de metal. Esto supone no solo un peligro para los indígenas en aislamiento (por el contagio de enfermedades), sino también para las otras personas que han sufrido ataques de los primeros.
Al respecto, la viceministra de Interculturalidad, Patricia Balbuena señaló que «si todos sabemos que estas personas tienen un nivel de vulnerabilidad y dolosamente buscamos un encuentro, lo que estamos haciendo en generar una situación de riesgo. Eso es lo que tenemos que denunciar».