Madre de Dios es considerada la “Capital de la biodiversidad del Perú” debido a que en dicha región se puede hallar un gran número de especies de flora y fauna. Esta riqueza no sólo atrae a turistas e investigadores, sino también a taladores, mineros ilegales y a traficantes de animales silvestres.
Para luchar contra los estragos del tráfico de especies (considerado el tercer negocio más lucrativo del mundo, después del tráfico de drogas y de armas), en Madre de Dios existe un grupo de activistas que, desde el 2007, se dedica a recibir a animales extraídos ilegalmente de la Amazonía, para rehabilitarlos y devolverlos a su hábitat natural. Este grupo pertenece al Centro de Rehabilitación y Conservación de Animales Silvestres (CRCAS), liderado por Magali Salinas en el Bajo Tambopata.
En entrevista con La República, Magali Salinas narró el proceso de formación del centro, el cual nació como una necesidad ante tantos animales afectados (lastimados y abandonados) por el tráfico de especies. El grupo del centro no sólo los cura, sino también les brinda cobijo, los protege y busca la forma de devolverlos a su hábitat. Guacamayos, monos aulladores, hurones, huanganas, pumas, musmuquis, entre otros, han pasado por las manos de estos amantes de la naturaleza.
La labor del Centro es ejemplar, sin embargo se ve empañada por la falta de apoyo del Estado y el sector privado. Magali afirma que en su tarea le han puesto trabas burocráticas, no ha sido recibida por las autoridades locales o nacionales y hasta fue acusada de tráfico de animales. Pero estas trabas no han detenido esta tarea de protección. El amor por los animales siempre vencerá cualquier obstáculo.
—–>Ver reportaje completo aquí<—–
________________
Foto: La República
Comments are closed here.