En los últimos meses del 2016 se registraron diversos incendios forestales a nivel nacional. Estos, según imágenes satelitales del Proyecto MAAP y datos del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), afectaron 11 áreas naturales protegidas.
En total fueron 2668 hectáreas (equivalente a 3655 campos de fútbol) quemadas. La mayor parte (1,685 hectáreas) ocurrió en 7 ANP: Parque Nacional Cutervo, Bosque de Protección Pagaibamba, Refugio de Vida Silvestre Laquipampa, Reserva Nacional Tumbes, Parque Nacional Cerros de Amotape, Santuario Nacional Tabaconas-Namballe, y Refugio de Vida Silvestre Bosques Nublados de Udima).
[Ver además: Incendios forestales y los bomberos que necesita el Perú / Escribe Marc Dourojeanni]
El resto ocurrió en 3 Áreas de Conservación Privada (Chicuate-Chinguelas, Huaricancha, y Bosques de Dotor), y 1 Área de Conservación Ambiental de administración municipal (ACA Cachiaco-San Pablo; 203 hectáreas).
Según José Luis Capella del Programa Forestal de la SPDA, la propagación de estos incendios forestales son el resultado de la falta de planificación y ejecución de diversas acciones que los prevengan ya que las autoridades habían sido advertidas (ver comunicado de Pronaturaleza) y no hubo una respuesta adecuada.
“Desde el año 2001 existe el mandato del reglamento de la anterior Ley Forestal y de Fauna Silvestre (Ley 27308) de crear un Sistema Nacional de Prevención y Control de Incendios y Plagas Forestales, además de un Plan y otros instrumentos que quedaron sólo en el papel (artículos 28 al 31 del Reglamento de la Ley 27308). Pese a ello, hasta hoy no contamos con un sistema o algo que se le parezca a un plan nacional, menos en los ámbitos subnacionales”, explicó.
Comments are closed here.